Así fue la primera operación filmada de la historia de la medicina: se hizo en Buenos Aires hace más de 120 años

Cuando los hermanos Auguste y Louis Lumiere anunciaron la invención del cinematógrafo en 1895, solo pasarían 4 años para que en nuestro país se filmase la primera película, que ha pasado a la historia como el registro fílmico más antiguo del que se tenga noticias en estas tierras. El protagonista fue el doctor Alejandro Posadas y el argumento, el más verídico que se pueda encontrar: una operación quirúrgica

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Así fue la primera filmación de una cirugía en el Mundo: la hizo el Dr. Alejandro Posadas en el Hospital de Clínicas (Lipikas Films)

Era un joven delgado, alto, de tez pálida y con el tiempo agregaría a su aspecto gruesos bigotes que terminaban en largas puntas. Había nacido el día de los Inocentes de 1870 en el pueblo de Saladillo, donde su padre, un inmigrante español, se había afincado en 1854 y se había hecho de una posición.

Alejandro Posadas -o, mejor dicho, Posada, el apellido original- ingresó en 1888 a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Sus escasos años que lamentablemente viviría los aprovecharía muy intensamente.

Rápidamente sobresalió en sus estudios y por ese afán por investigar. Dos años después era practicante en el viejo Hospital de Clínicas, que funcionaba donde ahora está la Plaza Houssay. Cuando lo demolieron quedó la capilla original, que es la respuesta a los que preguntan a quién se le había ocurrido construir una iglesia en el medio de una plaza.

El doctor Alejandro Posadas, el protagonista de la primera película hecha en el país
El doctor Alejandro Posadas, el protagonista de la primera película hecha en el país

Tal fue su dedicación que gracias a sus investigaciones es que hay una enfermedad identificada con su nombre y de su profesor Robert Wernicke, que fue la base de su tesis doctoral.

A Posadas se lo considera el precursor de la cirugía pediátrica ortopédica y traumatológica en nuestro país. Fue el creador de un procedimiento en operaciones de tórax, el arponamiento pulmonar que impedía el neumotórax espontáneo.

Fue practicante junto al doctor Ignacio Pirovano y médico concurrente de Pediatría. El 10 de mayo de 1894 se graduó con diploma de honor.

Camarógrafo se busca

En la década del 70, cuando el doctor Florentino Sanguinetti revisaba viejos archivos del hospital, halló un rollo fílmico de 35 milímetros. Al proyectarlo, distinguieron la figura inconfundible de Posadas, operando. Al consultar con especialistas, determinaron que era la primera película realizada en nuestro país.

¿Cómo se llegó a filmarla?

En la calle Bolívar, frente al Colegio Nacional de Buenos Aires, estaba el negocio del belga Henri Lepage, que vendía artículos de fotografía. Junto al gerente Max Glucksmann fueron los organizadores de las primeras funciones donde se pudieron ver los primeros cortometrajes de los hermanos Lumiere.

Eugenio Py era un francés que había emigrado con toda su familia, suegros incluidos, y se había radicado en Rosario, donde fue empleado en el ferrocarril. Posteriormente se mudó a San Martín, donde se hizo aficionado a la fotografía. Concurría habitualmente al negocio de Lepage a comprar insumos y de tanto ir, fue el gerente Glucksmann el que sugirió emplearlo debido a sus conocimientos en este incipiente arte de la imagen.

Py renunció a su empleo en el ferrocarril y se pasó al rubro de la fotografía. Quiso comprarles a los hermanos Lumiere un aparato para filmar en estas tierras, pero debió conformarse con adquirir el “Cronotógrafo Elgé”, de Gaumont, y un Cinematógrafo Phate.

El francés  Eugenio Py, de destacada actuación en Argentina en el campo de la fotografía
El francés Eugenio Py, de destacada actuación en Argentina en el campo de la fotografía

Se dedicaba a registrar, en pequeños cortometrajes, escenas de las calles de Buenos Aires, una ciudad que crecía vertiginosamente a causa de la inmigración. Filmaba desde el flameo de la bandera argentina, pasando por casamientos, reuniones sociales, y a presidentes en apariciones públicas. Personalidades como Bartolomé Mitre y Julio A. Roca quedaron registrados por su lente. Hasta colocó una cámara en el frente de una locomotora para filmar el cruce de la cordillera del ferrocarril andino. Sin saberlo, se había convertido en un pionero en el género noticioso.

El cine, para la gente, era toda una novedad que consumía con sorpresa, y aún no lo tomaba como un entretenimiento. Y Py era un talentoso fotógrafo y laboratorista que hacía su trabajo con pasión. Los domingos reunía a los chicos del barrio y les pasaba películas.

Posadas habría contratado a Py para que filmase dos operaciones.

Luz, cámara, acción

Se presume que la película fue hecha por 1899. La operación se filmó con luz natural, aparentemente al lado de una ventana, en el Hospital de Clínicas. Otros aseguran que fue en uno de los patios internos.

En la película, que no llega a los 10 minutos, se ve a Alejandro Posadas operando a un hombre de un quiste hidatídico, alojado en el pulmón derecho del paciente. La hidatidosis es una enfermedad parasitaria provocada por consumir alimentos contaminados con excremento de animal o por comer carne cruda, alojándose el parásito dentro de un quiste.

Sobre una camilla común acompañan al cirujano, los practicantes Roccatagliata y Viale, asistidos por el enfermero Vázquez.

Llama la atención el contraste con lo que ocurre ahora: entonces, los médicos estaban operando con un guardapolvo, con las mangas arremangadas, sin guantes ni barbijos.

Uno de los ayudantes de Posadas se ocupaba de la máscara por donde se goteaba cloroformo, que funcionaba como anestesia. Y los entendidos en cine dicen que la película no está acelerada, sino que los médicos debían apurarse por los efectos del cloroformo y, en este caso en particular, para no perder la luz natural.

Viejo Hospital de Clínicas, demolido en la década  del 70.
Viejo Hospital de Clínicas, demolido en la década del 70.

En 1899, Posadas había realizado un viaje por Estados Unidos y Europa, para buscar una cura a su tuberculosis. De ese viaje, en el que adquirió para el Hospital de Clínicas el primer aparato de rayos X, le quedó la decepción de un romance con una inglesa que no pudo llegar a más debido a su enfermedad.

En 1902 su estado de salud se agravó. Reunió a su equipo y les anunció que haría un viaje a Europa. Tal era la gravedad que estuvo por morir durante la travesía. Falleció en París el 21 de noviembre de 1902, asistido por el médico argentino Luis Acuña. En un mes hubiera cumplido 32 años.

Quedó como testimonio de su obra un libro en las que se describen 1.742 cirugías realizadas entre 1901 y 1902. Dos hospitales llevan su nombre, uno en El Palomar y el otro en su Saladillo natal, de donde un día se fue para hacer una historia de película en la medicina.

Fuentes: Historia del Hospital de Clínicas, de Federico Pérgola y Florentino Sanguinetti

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