La increíble vida y los momentos televisivos más impactantes de Tusam, el gran hipnotizador argentino

El mentalista es recordado por sus demostraciones en teatros y programas de televisión, donde entre otras cosas se tragaba cables y lámparas, “dormía” a personas sobre caballetes, doblaba llaves y monitoreaba el comportamiento de animales mediante lo que él denominaba “control mental”. A 20 años de su muerte, el recuerdo de su hijo, Leo Tusam, y un repaso por los grandes hitos de un personaje atípico en los medios argentinos

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Tusam se llamaba en realidad Juan José del Pozo y era hijo de inmigrantes españoles que llegaron al país a comienzos del siglo XX
Tusam se llamaba en realidad Juan José del Pozo y era hijo de inmigrantes españoles que llegaron al país a comienzos del siglo XX

Joaquín Galán, el cantante de Pimpinela, recostado apenas sobre dos caballetes que parecen muy endebles para sostenerlo. Una decena de mujeres con llaves y cucharas dobladas en la mano posan sorprendidas frente a una cámara. Un joven –su hijo– reposando dentro de una gigantesca pecera sellada, cubierto de pelotas de plástico. Él mismo metiéndose por la boca cables, clavos y lámparas, apelando a lo que siempre llamó "control mental". Las pruebas que llevaba adelante Tusam permanecen hasta hoy en las retinas de varias generaciones de argentinos por la forma en las que realizaba, por su atrapante modo de hablar, por sus frases de cabecera como "tú puedes", "¡duro!", "no hay dolor" y, claro, su inoxidable "puede fallar".

El recordado mentalista e hipnotizador, que nació en Buenos Aires en 1933 y era el tercer hijo de una pareja de inmigrantes españoles que llegaron al país a comienzos del siglo XX, se llamaba en realidad Juan José del Pozo Monteagudo y se autodefinía como "practicante del dominio orgánico".

"Mi abuelo vio que este chico hacía cosas raras y lo llevaron al médico. Entonces descubrieron que podía manejar los órganos internos a voluntad", le cuenta a Infobae Leonardo Tusam, hijo del mentalista y él mismo un hipnotizador y referente del entretenimiento de este tipo, con más de 30 años de carrera en el rubro.

"Mi papá empezó de muy chico, como a los 6 años, en lo que se llamaba entonces historias clínicas. Venían investigadores a probar distintas cosas de la medicina en las personas, como conejillo de Indias. Lo hizo hasta los 14 años, hasta que una vez terminó lastimado", agrega.

Con el tiempo, aquella habilidad especial, a la que sumó estudios de hipnotismo, se convirtió en una forma de ganarse la vida. También llegó el momento de buscar un nombre artístico. Así nació Tusam, que es acrónimo de las palabras "técnica, "unción", "sabiduría", "amor" y "mística".

"No tengo poderes ni creo en ellos. En los shows míos hago hipnosis teatral, la persona vive una aventura imaginaria. Alguien toca un instrumento o baila dormido, viaja a Marte, lucha con indios. Conmigo mismo yo practico dominio orgánico, es una predisposición natural que tengo. Tengo tacto en los órganos como tenemos tacto normalmente en las yemas de los dedos. No hago pruebas de sacrificio sino de dominio orgánico", señaló sobre su oficio Tusam en una entrevista que le brindó a la conductora televisiva Cristina Saralegui en 1994.

LOS COMIENZOS
Con 17 años, Tusam comenzó a hacer distintas presentaciones y conferencias, primero en salas teatrales, luego en radios, para difundir diversas técnicas que ayudaban a las personas a dejar de fumar. Pero en plena década del '50, aquello parecía una suerte de utopía, dado que las empresas tabacaleras auspiciaban gran cantidad de programas radiales y el cigarrillo era una costumbre muy extendida.

Hasta que un día conoció en los pasillos de Canal 7 a María del Carmen Calandra, quien sería su esposa y partenaire durante casi cinco décadas, y se casaron. Entonces empezaron las presentaciones del dúo –"los presentaban como Tusam y la sugestiva Sulma, así, con 'ese'", recuerda Leo– en distintos teatros. Por entonces ofrecían shows en los que se mezclaba la espectacularidad de las distintas destrezas que tenía Tusam con los bailes de la joven, que era profesora de danzas.

"Empezaron de muy chiquitos recorriendo toda la Argentina y después los países limítrofes. Él siempre decía que mamá era su eterna partenaire y fue la única bailarina que lo acompañó en su trayectoria", apunta Leo.

Los años ''60 lo encontrarían a Tusam en la televisión, un lugar en el que se destacaría durante varias décadas. Su primera gran aparición tuvo lugar en Sábados continuados, por Canal 9, un programa que surgió para competir contra el clásico Sábados circulares, conducido por Nicolás Pipo Mancera. Allí por primera vez Tusam batió un récord de permanencia bajo el agua y comenzó a ser convocado a realizar distinto tipo de pruebas físicas.

"Mancera puso al aire los trucos del mago Houdini, como una forma de buscar ganarle a mi viejo", recuerda Leo entre risas y aclara: "Es importante recordar que nosotros, mi viejo y yo, no somos ilusionistas ni magos, somos hipnotizadores y los ejercicios o pruebas que hacemos son todas cosas reales que pasan en el momento, implican ejercicios de control mental extremo pero sin ninguna trampa. Todo esto aggiornado, por supuesto, a un show. Pero cuando digo show me refiero a un vestuario, a una música, a un tipo de luz. Así él empezó a crear un formato único. Y así mi viejo se internacionalizó y trabajó realmente por todos lados, por más de 25 países".

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Tusam tendría luego su propio espacio televisivo en los '70, Los 12 del signo, en reemplazo de Horangel, siempre en Canal 9, y luego, además de seguir presentándose en teatros del país y del exterior, sería convocado por los programas más célebres de latinoamérica y de la televisión argentina, como los de Susana Giménez y Mirtha Legrand, entre otros.

"La naturaleza impone los límites. Voy a seguir experimentando hasta que el cuerpo me diga basta", aseguró Tusam en más de una ocasión cuando le consultaban sobre los riesgos que implicaban las pruebas a las que se sometía.

En la década del '80, quien se sumaría a sus presentaciones sería el propio Leonardo, quien de muy chico empezó a detectar que tenía habilidades corporales y mentales parecidas a las de su padre. Entre otras cosas, demostró tener a corta edad una memoria prodigiosa y podía permanecer mucho tiempo sin respirar bajo el agua.

"Arranqué formalmente con él a los 9 años", afirma el hipnotizador, que hace poco tiempo encontró uno de sus primeros recibos de sueldo. Tenía la fecha del 17 de abril de 1983. En una de aquellas pruebas televisivas en vivo nació "puede fallar", unas de las famosas frases de Tusam, que hasta la actualidad se sigue utilizando con ironía.

Ocurrió cuando en 1990, en Finalísima, uno de los exitosos programas de Leonardo Simons. Tusam quiso meter a Leo dentro de un tanque hermético lleno de agua y la prueba no resultó como esperaban.

"Eso fue un poco la prueba de que nosotros no preparábamos a nadie ni había truco. Eso era como cocinar en vivo, era todo lo que iba pasando ahí", apunta hoy el hipnotizador.

En otra ocasión, ocurrió algo similar en un ciclo conducido por Julián Weich: allí intentaron meter a Leo en una suerte de pecera llena de pelotas de plástico donde él tenía que aguantar la respiración mientras una máquina le medía su ritmo cardíaco.

"Tengo que decir que mi viejo no pretendía que yo tomara esto como profesión pero yo de chiquito supe que esto me encantaba. Lo que hago es bastante especial. Para otro tipo de disciplinas todo está muy formateado. Pero lo mío es un poco de lobo solitario. Estoy en el showbusiness, claro, pero lo que hago yo o lo que hacía mi viejo es algo muy específico. Entonces lo mío es un contenido muy transversal en un mundo donde cada vez se formatea todo más", señala el mentalista, que además de dar conferencias y presentarse en salas teatrales, se destacó como conductor del ciclo Superhumanos, por History Channel.

EL FINAL
La popularidad de Tusam llegó a ser tan grande que en los años '90 hasta tuvo una parodia, en manos de Jorge Guinzburg. Se llamaba Tru-chán y el propio hipnotizador se reía de aquel sketch del humorista en su clásico Peor es nada.

Tusam murió el 27 de abril de 1999
Tusam murió el 27 de abril de 1999

Hasta que en 1998, la salud le jugó una mala pasada. Luego de un accidente automovilístico en la localidad de Olivos, Tusam comenzó a padecer problemas cardiovasculares. En abril de 1999 sufrió un ataque cardíaco por el que debió ser internado.

"Mi papá llegó a Japón, a España, Estados Unidos. Hacia el final él empezó a trabajar también en Los Ángeles. Tenía pautado presentarse con David Letterman en mayo. Iba a ser su gran entrada grande en los Estados Unidos. Al final fallece el 27 de abril de 1999 y eso quedó truncado. Y así es hacia donde yo voy: yo estoy trabajando fuerte en Estados Unidos con público de habla hispana", concluye Leo.

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