Le pidió que se mudara por ser gay y luego lo golpeó: "Tengo miedo de que me mate"

Fernando Albornoz denunció a un vecino que, desde abril, lo hostiga y amenaza por su orientación sexual. "Le pido a la Justicia que haga algo urgente", dijo a Infobae

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Fernando Albornos fue salvajemente golpeado por un vecino del edificio en el que vive
Fernando Albornos fue salvajemente golpeado por un vecino del edificio en el que vive

"Que era un puto de mierda y no sé cuántas cosas más. Me metí rápido en el departamento y pensé: '¿Quién es este loco?'. Pero quedó ahí. Eso fue, dejame pensar… En abril. Fue en abril". Fernando Albornoz relató aquella noche a la perfección, aunque haya detalles que evite narrar. Había vuelto tarde a su casa y aún conservaba unos brillos verdes en el rostro: "No recuerdo si estuve en alguna marcha por la legalización del aborto o qué. Pero me lo encontré en el tercer piso, vio mi cara y ahí comenzó a insultarme", recordó.

Cuando atiende el teléfono asegura que no está cansado de hablar del tema. "Todo lo contrario", advirtió. Aquel día de abril comenzó el calvario, que lleva cerca de seis meses y cada vez se pone más salvaje. "No lo conocía. Yo vivo desde hace un año ahí y jamás lo había visto. A partir de ahí comenzó a amenazarme de muerte. Me golpeaba la puerta a cualquier hora, insultándome, gritándome que saliera y que lo enfrentara", dijo Albornoz a Infobae.

Albornos tiene 35 años y fue agredido dentro del edificio en el que vive
Albornos tiene 35 años y fue agredido dentro del edificio en el que vive

Su vecino, Matías Álvarez, de 48 años, fue "adoptado" por un hombre de 93 años, con quien vive desde hace algunos años. Según Albornoz, a sus dos denuncias se le suman otras 23: todas del edificio en el que vive, en Avenida Córdoba y Avenida Pueyrredón (Barrio Norte). "Varias mujeres lo denunciaron por acosarlas en el ascensor, incluso a algunas las tocó. Otras son de encargados que fueron agredidos. Pero es impune, por lo que me cuentan la Justicia nunca hizo nada", sostuvo la víctima.

"A los hostigamientos diarios, oídos sordos", pensó Albornoz para sobrevivir. Pero aquel pensamiento le duró todo el tiempo en el que el miedo se transformó en terror. Fue una patada de atrás, en la pantorrilla de su pierna izquierda, la que lo hizo caer sin tener la posibilidad de defenderse. En el suelo recibió más golpes: en la cara, en el cuerpo, en sus extremidades. "Putito, te advertí que te mudaras. ¿Cuándo te pensás ir?", lanzó Álvarez, con sus ojos inyectados en sangre.

Albornoz relacionó estos golpes -los sufrió el miércoles pasado- a la primera denuncia que realizó sobre Álvarez. O en realidad a la notificación que recibió el agresor, en su departamento, del Juzgado Criminal y Correccional Nro. 48 con el requerimiento de elevación a juicio. "A. está procesado por el delito de amenazas coactivas", advirtió Albornoz.

Luego de la golpiza volvió a denunciarlo. Esta vez, la causa (lesiones leves) recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Nro. 49, a cargo de Ángeles Gómez Maiorano. "Estoy cansado. Siento que nadie me da respuesta en la Justicia", dijo, angustiado, el activista LGBTI, de 35 años.

La última denuncia que realizó Albornoz contra M.A
La última denuncia que realizó Albornoz contra M.A

Albornoz contestó el llamado de Infobae minutos después de haber regresado del Juzgado: "Ahora que hablo con vos estoy más tranquilo. Me dieron un botón antipánico, tengo gas pimienta. Siento que no alcanza pero al menos es un avance. Constantemente me preguntan por qué no me mudo. Y la verdad es que soy un trabajador al que todo le cuesta, y volver a mudarme ocasiona un gasto que no puedo realizar. Aparte, ¿por qué me tengo que mudar yo y no este enfermo?".

"Quiero que hagas hincapié en algo: necesito vivir. Quiero que este hombre me deje vivir. Salí a hablar en todos los medios porque es desesperante. Yo sé que hay problemas mayores, pero cada vez que llego a mi casa tengo miedo, recibo agresiones de un hombre en el mismo piso en el que vivo. Es tremendo", concluyó Albornoz, mientras pide disculpas, saluda cordialmente y corta el teléfono porque este hombre acaba de hacer pis en la puerta de su casa.

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