Es maestra, duerme en la escuela y lucha contra la deserción escolar en Misiones: "Hay otras maneras de vivir, no solo plantando tabaco"

Marisa Susana Biechteler trabaja hace 25 años con niños que viven en la extrema pobreza y en general abandonan su educación para trabajar en las plantaciones. Su proyecto, A Casinha da Maestra, fue premiado por su aporte a la comunidad

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“A Casinha da Maestra”. Se entregó el premio Grandes Zoomadores en la 4° edición del Vamos a Zoomar Misiones
“A Casinha da Maestra”. Se entregó el premio Grandes Zoomadores en la 4° edición del Vamos a Zoomar Misiones

Marisa Susana Biechteler es maestra hace ya 25 años de la escuela 324 del Paraje km9 en la localidad misionera de Colonia Aurora, en la frontera con Brasil. Al ser una zona atravesada por la producción tabacalera, no es extraño que muchos niños de allí abandonen su educación primaria o secundaria para trabajar en los cultivos.

Marisa –que no tiene una vivienda propia aún y duerme en la dirección del colegio–  enseña a sus alumnos provenientes de distintas zonas urbanas y ayuda a los niños de la comunidad tekoá Ara Poty y otros asentamientos aborígenes de la zona.

Marisa junto a sus alumnos de Colonia Aurora
Marisa junto a sus alumnos de Colonia Aurora

A inicios del año pasado, sin embargo, por vocación de convertir a la escuela en un espacio de contención y lograr una mejor calidad educativa para sus alumnos, la actividad de Marisa se materializó en un proyecto que pasó a llamarse A Casinha da Maestra y recibió el premio "Grandes Zoomadores" que otorga "Vamos a Zoomar", un proyecto sin fines de lucro que busca, a través de diversas actividades, potenciar e inspirar a la comunidad a través de la creación de una red de proyectos y personas que trabajan para el bien común.

Marisa junto a sus alumnos de la Aldea Ara Poty, donde hay 90 habitantes, de los cuales 52 son niños
Marisa junto a sus alumnos de la Aldea Ara Poty, donde hay 90 habitantes, de los cuales 52 son niños

"El nombre surgió a partir de una pequeña casa de madera que hay en el predio escolar destinada a ser mi vivienda, que aún no está terminada", cuenta Marisa a Infobae.

"Los niños querían jugar ahí y como hablan portugués porque nos llegan mejor los medios de comunicación de Brasil, me pedían 'Podemos brincar na Casinha da Maestra?' (¿Podemos jugar en la casita de la maestra?). Se me ocurrió hacer un movimiento cultural en la zona y pedir ayuda para terminar la casa que sería vivienda mía y albergue de las personas a las que les interese llegar al lugar y compartir sus saberes con los niños y comunidad".

Marisa es docente hace 25 años en Colonia Aurora, Misiones, una localidad de 8 mil habitantes
Marisa es docente hace 25 años en Colonia Aurora, Misiones, una localidad de 8 mil habitantes

De los 20 proyectos inscriptos, el de Marisa fue el distinguido y el acreedor de una suma de dinero para poder acelerar las refacciones de "la casita". La docente logró armar un equipo con gente de la comunidad que no recibe ayuda estatal alguna y desde el cual impulsa charlas con profesionales, jornadas artísticas y toda actividad que pueda inculcar en los niños la importancia de la educación y la apertura al mundo bajo el lema "Estudiar te cambia la vida".

“A Casinha da Maestra” es el nombre del proyecto cultural de Marisa, para cultivar nuevos intereses en los niños y retenerlos en la escuela
“A Casinha da Maestra” es el nombre del proyecto cultural de Marisa, para cultivar nuevos intereses en los niños y retenerlos en la escuela

Como las condiciones de vida son diferentes a las de muchos otros chicos del país, el aprendizaje también debe ser especial. "Colonia Aurora es una zona muy ajustada, los niños no salen mucho del lugar y no tienen contacto con otras personas que les permitan ver distintas miradas de la vida", lamenta Marisa.

"Me interesa que puedan descubrir el para qué de estudiar, que sepan que hay otras maneras de vivir, no solo plantando tabaco. Que sepan todo lo que esto genera en su salud y en el medio ambiente. Que puedan elegir. Es una lucha hacer entender a los padres que tienen que hacer la secundaria, tener una formación".

Los niños de las comunidades aborígenes de la zona suelen abandonar sus estudios para trabajar en el cultivo de tabaco
Los niños de las comunidades aborígenes de la zona suelen abandonar sus estudios para trabajar en el cultivo de tabaco

En la escuela donde ella trabaja, las actividades son las tradicionales, solo que son 63 alumnos en grados acoplados, es decir que un docente trabaja con dos o tres grados en un mismo aula. "Lo que hacemos con el proyecto es invitar a personas que nos compartan sus saberes para despertar otros intereses en los niños", explica Marisa.

"También reunimos donaciones de ropas, calzados, libros y juguetes usados. Me contacto con las promotoras de salud que me indican qué familias son las más necesitadas y las ayudamos con esas donaciones", añade.

Los alumnos de Marisa aprenden además de conceptos teóricos, a conocer y estudiar su entorno (fotos: Proyecto “A casinha da maestra”)
Los alumnos de Marisa aprenden además de conceptos teóricos, a conocer y estudiar su entorno (fotos: Proyecto “A casinha da maestra”)

En la última edición de Vamos a Zoomar (que nació hace cuatro años en Posadas y ya fue exportada a Corrientes, a partir de la unión de la ONG TECHO y la empresa Familia Bercomat) fue reconocido el trabajo de Marisa como "zoomadora".

"Llamamos 'zoomadores' a las personas que llevan adelante proyectos, que a través de la solidaridad y el compromiso suman algo positivo a la comunidad", explican el productor Pablo Lewin, coordinador general de la propuesta y Lucía Bulat, estudiante de Medicina e hija del prestigioso periodista y asesor económico Tomás Bulat, quienes impulsaron la iniciativa.

Ganadores del premio “Grandes Zoomadores” Misiones
Ganadores del premio “Grandes Zoomadores” Misiones

"Ganar el premio fue muy importante. Es un reconocimiento al esfuerzo que hacemos algunas personas por mejorar la calidad de vida de los más vulnerables", dice Marisa.

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