
Utilizar el teléfono móvil mientras se está en el baño es una costumbre extendida, pero un estudio reciente citado por The New York Times advierte que este hábito podría tener consecuencias inesperadas para la salud.
Investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston identificaron un aumento significativo en el riesgo de hemorroides entre quienes utilizan el móvil en el inodoro, lo que pone en entredicho la aparente inocuidad de combinar el tiempo en el baño con el entretenimiento digital.
El estudio, publicado recientemente, encuestó a 125 pacientes sometidos a colonoscopias sobre sus hábitos en el baño. Dos tercios de los participantes admitieron haber usado el teléfono móvil en el inodoro al menos una vez, y la mayoría reconoció hacerlo semanalmente.
Los resultados revelaron que quienes recurren al móvil durante sus visitas al baño presentan un 46% más de probabilidades de desarrollar hemorroides, una inflamación de los tejidos y vasos sanguíneos en la parte baja del recto y el ano.
Permanecer más tiempo sentado agrava los riesgos

La doctora Trisha Pasricha, gastroenteróloga en el Beth Israel Deaconess Medical Center y coautora del estudio, explicó a The New York Times que la dinámica de las redes sociales y los videos cortos, como los de TikTok, fomenta que las personas permanezcan sentadas más tiempo del necesario. “El siguiente Reel, el siguiente TikTok comienza automáticamente”, señaló, lo que prolonga la presión sobre los tejidos rectales y favorece la aparición de hemorroides.
Más allá de este hallazgo, los especialistas consultados por The New York Times subrayan que el tiempo prolongado en el inodoro puede afectar negativamente la salud pélvica. La doctora Pasricha advirtió que permanecer más de cinco minutos sentados en el inodoro de forma regular puede dañar las venas y músculos de la pelvis, ya que el diseño del asiento no ofrece soporte ni contrafuerza. Con el tiempo, el tejido conectivo que sostiene los vasos sanguíneos del recto puede debilitarse, lo que facilita que se inflamen y sobresalgan.
El doctor Eamonn Quigley, presidente del departamento de gastroenterología en el Houston Methodist, añadió que la postura encorvada sobre el teléfono modifica el ángulo anorrectal, es decir, el punto donde el recto se une al ano. Esta posición estrecha el canal y dificulta la evacuación, lo que podría favorecer el estreñimiento, aunque el estudio no encontró una relación directa entre el uso del móvil y este problema.

Por su parte, la doctora Lynn O’Connor, jefa de cirugía de colon y recto en el Mercy Medical Center y el St. Joseph Hospital de Nueva York, alertó sobre el riesgo de prolapso rectal, una condición poco frecuente en la que el recto se desplaza y sobresale por el ano.
O’Connor indicó que el esfuerzo excesivo durante la evacuación, especialmente cuando se prolonga la estancia en el inodoro, puede aumentar la probabilidad de que esto ocurra, una situación que, según sus palabras recogidas por The New York Times, puede requerir intervención quirúrgica.
Riesgos higiénicos asociados al dispositivo
El uso del teléfono móvil en el baño también plantea interrogantes sobre la higiene. Los expertos consultados señalaron que las bacterias presentes en las heces pueden transferirse a las manos durante la limpieza y, posteriormente, al dispositivo.
Además, al accionar la cisterna con la tapa abierta, las partículas pueden dispersarse en el aire y depositarse sobre el teléfono. Aunque no existen estudios que vinculen esta contaminación con brotes de enfermedades infecciosas, la doctora Pasricha calificó la situación como desagradable.

Recomendaciones de los especialistas
A pesar de estos riesgos, los especialistas no sugieren prohibir de forma absoluta el uso del celular en el baño. La doctora Pasricha reconoció que, para algunas personas, consultar el teléfono puede ayudar a relajarse y facilitar la evacuación.
Sin embargo, recomendó limitar el tiempo sentado en el inodoro a un máximo de cinco minutos. Si transcurrido ese periodo no se logra evacuar o se requiere esfuerzo, aconsejó consultar a un gastroenterólogo, ya que podría tratarse de un problema de estreñimiento o de consistencia de las heces.
El doctor Quigley sugirió mantener la espalda recta en lugar de encorvarse sobre el dispositivo, o bien utilizar un taburete para alinear el cuerpo y facilitar el proceso. Además, la doctora Pasricha recomendó, una vez finalizada la evacuación, levantarse del inodoro o, si se desea seguir usando el teléfono, vestirse y bajar la tapa antes de continuar.
Los expertos consultados por The New York Times coinciden en que, tras terminar en el baño, lo más sensato es dejar el inodoro atrás y continuar con el resto de la jornada, reservando el celular para otro momento.
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