Entrenar en vacaciones: 6 consejos para mantener la rutina de ejercicios

Sostener los hábitos saludables puede parecer un desafío. Los especialistas aseguran que es posible mantenerse activo y disfrutar del movimiento sin resignar el descanso. Cómo hacerlo

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Caminar o correr en la
Caminar o correr en la playa ayuda a fortalecer los músculos de las piernas y mejora la circulación, aprovechando el entorno natural y el clima veraniego (Imagen Ilustrativa Infobae)

El verano suele venir de la mano con vacaciones, viajes y cambios de rutina, lo que representa un reto para quienes desean sostener sus hábitos de ejercicio.

Sin embargo, diversos especialistas coinciden en que existen estrategias adaptables para evitar el sedentarismo y preservar el bienestar físico y mental durante esta temporada.

A continuación, los principales consejos, explicados según las recomendaciones de los expertos.

Consejos para que el entrenamiento no se tome vacaciones

Realizar ejercicios cortos e intensos,
Realizar ejercicios cortos e intensos, como circuitos de peso corporal, permite sostener la capacidad cardiovascular y adaptarse a horarios variables (Imagen Ilustrativa Infobae)
  1. Priorizar el movimiento diario, incluso en pequeñas dosis. Santiago Mungo, entrenador y referente en actividad física, subrayó en una nota a Infobae que la clave está en levantarse y moverse cada día, aunque solo sea durante pocos minutos. Caminar, optar por trayectos más largos o subir escaleras son opciones válidas para quienes no disponen de gimnasio o de su entorno habitual de entrenamiento. Fijar un objetivo de entre 8.000 y 10.000 pasos diarios para adultos menores de 60 años, y entre 6.000 y 8.000 pasos para mayores de esa edad, ayuda a mantener la salud cardiovascular y combatir el sedentarismo.
  2. Adaptar la rutina a las circunstancias y aprovechar la flexibilidad. Las vacaciones pueden traer horarios irregulares y cambios de ubicación, desde viajes hasta estadías en casas familiares. Por ello, los expertos aconsejan diseñar pequeños circuitos de entrenamiento que se puedan realizar en cualquier lugar, como parques, playas o incluso interiores. Microentrenamientos de alta intensidad, de 5 a 15 minutos, son eficaces para mantener la capacidad física cuando el tiempo es limitado. La intensidad debe ser similar a la habitual, aunque la duración y la frecuencia se reduzcan.
  3. Utilizar equipamiento mínimo y recursos disponibles. Entrenar con bandas de resistencia, cuerdas para saltar o simplemente el propio peso corporal resulta práctico y efectivo. Superbandas y minibandas son fáciles de transportar y permiten trabajar todos los grupos musculares. Llevar siempre ropa deportiva y calzado adecuado facilita aprovechar oportunidades espontáneas para ejercitarse, ya sea en caminatas, juegos familiares o tareas domésticas dinámicas.
  4. Planificar con anticipación y mantener la motivación. Organizar las actividades y compartirlas con familiares o amigos incrementa la adherencia y el disfrute. Programar circuitos breves o sesiones de ejercicio con antelación, así como descargar aplicaciones o videos de entrenamiento, ayuda a sortear dificultades relacionadas con el clima o la falta de instalaciones. Mantener una actitud flexible frente a los cambios y evitar la autocrítica excesiva favorece la constancia.
  5. Cuidar el equilibrio entre actividad, descanso y alimentación. Los especialistas remarcan que el descanso es parte fundamental de un enfoque saludable. Permitir pausas en la rutina y disfrutar de las comidas típicas no implica retroceso, siempre que se compense con movimiento y se retomen hábitos saludables la mayor parte del tiempo. El bienestar mental y emocional también se ve beneficiado por la actividad física en ambientes tranquilos y por la socialización a través del ejercicio compartido.
  6. Aprovechar el entorno natural y las oportunidades del verano. El verano argentino ofrece condiciones ideales para ejercitarse al aire libre. Caminar, nadar, practicar yoga en la playa o recorrer senderos naturales potencian los beneficios físicos y psicológicos del ejercicio. Realizar actividad en entornos tranquilos y en contacto con la naturaleza contribuye a reducir el estrés y promueve el bienestar integral.

Estrategias para sostener hábitos activos durante el verano

Programar rutinas breves de ejercicios
Programar rutinas breves de ejercicios antes de comenzar el día ayuda a mantener la constancia y libera tiempo para el descanso y el ocio (Freepik)

El verano plantea desafíos y oportunidades para mantener la actividad física, especialmente en un contexto de vacaciones, cambios de rutina y mayor tiempo libre. Comprender y aplicar ciertos principios puede marcar la diferencia entre abandonar los buenos hábitos o consolidarlos de manera flexible y sostenible.

Fijar metas alcanzables y disfrutar del movimiento

Los especialistas coinciden en que fijar metas realistas y disfrutar del movimiento es fundamental para que el ejercicio no se sienta como una obligación rígida. En lugar de intentar replicar rutinas estrictas, se recomienda adaptar los objetivos a las condiciones y el tiempo disponible. Caminar más, realizar sesiones breves de entrenamiento o sumarse a actividades recreativas son opciones válidas que contribuyen al bienestar sin generar culpa.

Flexibilidad y planificación anticipada

El éxito en la continuidad del ejercicio durante el verano radica en la flexibilidad y la planificación anticipada. Programar pequeños entrenamientos, llevar ropa deportiva y aprovechar recursos como aplicaciones móviles o videos permite mantener la constancia incluso fuera de casa. La flexibilidad para modificar el horario o el tipo de actividad según el contexto es clave para evitar la frustración y sostener el hábito.

Actividades grupales y al aire libre para potenciar la motivación

El ejercicio realizado en grupo o al aire libre tiene un impacto positivo en la motivación y el bienestar emocional. Compartir caminatas, juegos, deportes o circuitos con familiares y amigos no solo promueve la adherencia, sino que también fortalece los lazos y el disfrute. Elegir actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza, potencia el efecto positivo del ejercicio sobre el estado de ánimo y contribuye a una experiencia veraniega más plena y saludable.

Dónde entrenar en la costa atlántica argentina

El surf en Mar del
El surf en Mar del Plata permite disfrutar de las olas y del mar, mientras se ejercita el equilibrio, la fuerza y la resistencia

El verano en la costa atlántica ofrece múltiples alternativas para quienes desean mantenerse activos mientras disfrutan del mar y la naturaleza. Dos de las ciudades balnearias más elegidas por los argentinos -Pinamar y Mar del Plata- son destinos con opciones variadas para el ejercicio, el deporte y el esparcimiento.

Pinamar: deportes y naturaleza

Los juegos de playa son
Los juegos de playa son ideales para ejercistarse (Pablo Kauffer)

Pinamar cuenta con circuitos peatonales, bosques y playas ideales para running, trekking, mountain bike, sandboard, kite surf y paracaidismo.

Las caminatas al amanecer o atardecer en la playa, así como las excursiones y cabalgatas, permiten combinar ejercicio y disfrute paisajístico. Los especialistas recomiendan respetar el entorno, evitar extraer flora o fauna y realizar actividades preferentemente de día para garantizar la seguridad y la conservación ambiental.

Mar del Plata: capital del deporte costero

Mar del Plata combina propuestas
Mar del Plata combina propuestas gastronómicas, entretenimiento y playas ideales para practicar deportes acuáticos (Mey Romero)

En Mar del Plata, reconocida como “Capital Nacional del Surf”, se pueden practicar surf, stand up paddle, golf en campos de nivel internacional, pesca costera y ciclismo en rutas escénicas como la Bicisenda Norte o el Parque Camet.

Los corredores encuentran opciones como el Corredor Costero y la Reserva Laguna de los Padres, con distancias y niveles de dificultad variables para todos los perfiles. El contacto con el mar y los paisajes serranos convierten el entrenamiento en una experiencia revitalizante.

La costa atlántica, con sus espacios naturales y su diversidad de propuestas, constituye un escenario privilegiado para sostener la actividad física durante el verano, promoviendo tanto la salud física como el bienestar emocional.