El diputado Máximo Kirchner renunció a la presidencia del bloque por no estar de acuerdo con el entendimiento alcanzado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional. Aunque se temía que esto iba a empujar una renuncia de otros funcionarios de La Cámpora, en especial aquellos que tienen despachos oficiales en el Ejecutivo, desde la agrupación se encargaron de explicar que la decisión de Máximo es “sólo de Máximo y no habrá más renuncias”. Sin embargo, la opinión del líder de la agrupación impactará en un grupo de legisladores que podría seguir el mismo camino y negarse a apoyar el entendimiento con el FMI en el Congreso.
Del bloque de 118 diputados que conforman el bloque del Frente de Todos, hay sólo 16 legisladores que provienen de La Cámpora que podrían seguir el mismo camino que su líder político y votar en contra del entendimiento.
Entre los nombres más destacados, además de Máximo Kirchner, se encuentran Rodolfo Tailhade, Constanza Alonso, Rogelio Iparragiurre, Florencia Lampreabe, Paula Penacca, Magalí Mastaler, Marcos Cleri; Gabriela Estévez, Leila Chaher, Tomás Ledesma, Mabel Carrizo, Cristina Brítez, Santiago Igon, Lucila Masin y Eber Pérez Plaza.
Pero a este grupo se le suman otros legisladores como por el ejemplo Federico Fagioli, Natalia Zaracho e Itai Hagman que responden al dirigente Juan Grabois, Cecilia Moreau -de estrecha relación con Kirchner y ahora ex vice del bloque-, Leopoldo Moreau, el diputados sindicalista Hugo Yasky y Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, de la Corriente Clasista Combativa.
Todo hace suponer que ahora el nuevo presidente del Bloque, Germán Martínez, deberá tener en cuenta que el Frente de Todos dejará de ser un todo y pasará a ser en los hechos un interbloque, ya que este grupo de legisladores comenzará a funcionar, por lo menos los que se identifican directamente con La Cámpora.
En el medio de esto, habrá negociaciones por diferentes lugares de poder y esto también formará parte del acuerdo de salida de Máximo Kirchner. Los espacios en las comisiones, por ejemplo, los puestos a la hora de establecer el orden de oradores en las sesiones y hasta los contratos con los que cuentan cada uno de los bloques y sus autoridades.
En particular en lo que se refiere a la conformación de las comisiones que se tienen que llevar adelante en medio de las sesiones extraordinarias y a partir del 1 de marzo cuando inicien las ordinarias.
Esto va a estar presente a la hora de apoyar o no al Gobierno respecto al acuerdo con el Fondo, y ahí pesarán también las palabras de Máximo. “Si hace faltan manos, los legisladores de La Cámpora van a sumar”, aseguran. Sin embargo, en su carta, el ahora ex presidente del bloque dice que aunque tuvo que apoyar medidas y acciones con las que no estaba de acuerdo y para eso dejó “los prejuicios de lado y también los agravios recibidos para conformar el Frente de Todos” no fue así con “las convicciones”, y por eso no puede acompañar este proceso. Por esa razón muchos dudan si los miembros de su agrupación sí van a dejar de lado las convicciones.
“Hasta ahora lo que tenías es que el bloque lo manejaba Máximo con un acotado grupo de su confianza. Nunca hubo una reunión de bloque, Máximo bajaba la línea a esos referentes y de ahí al resto de los legisladores. Esto ya había generado quejas pero luego de la discusión del Presupuesto 2022 fue peor. Ahora, esperamos que con este cambio el bloque funcione como un bloque y si La Cámpora quiere funcionar como un sub bloque que lo haga, total, no tenemos quórum propio estén o no”, se sinceró un diputado del Frente de Todos.
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