Axel Kicillof bajó el perfil y dejó a Sergio Berni al frente de la crisis por el crimen del kiosquero de Ramos Mejía

El gobernador bonaerense no se reunió con la familia de Roberto Sabo. Línea abierta entre funcionarios y la continuidad de la gestión

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Berni, Kicillof y Espinoza semanas atrás en durante la entrega a patrulleros del municipio
Berni, Kicillof y Espinoza semanas atrás en durante la entrega a patrulleros del municipio

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, habló en reiteradas oportunidades con su ministro de Seguridad, Sergio Berni, desde el domingo hasta el mediodía de este martes. El tema excluyente de esas conversaciones fueron el minuto a minuto de las novedades y el rumbo que iba tomando los sucesos que desencadenaron el asesinato del kiosquero Roberto Sabo cuando fue asaltado en su local de Ramos Mejía, La Matanza, el domingo por la tarde. El mandatario bonaerense no se reunió con la familia del comerciante, que este lunes por la tarde se hizo presente en la multitudinaria marcha en reclamo de justicia y seguridad y que terminó con incidentes entre los manifestantes y la policía que se encontraba custodiando la comisaría 2° de Ramos Mejía.

En el Ejecutivo bonaerense destacan que los dos principales sospechosos ya fueron detenidos y están a disposición de la Justicia. Ayer, el ministerio de Seguridad bonaerense hizo correr un comparativo de “delitos prevenibles” en La Matanza entre el período enero a octubre del 2019 en relación a los mismos meses del 2021. Esa comparativa, elaborada con información de la superintendencia de análisis criminal, arrojaba una disminución de los delitos prevenibles en un 27,41%.

Hasta el momento, no hubo reunión formal entre Kicillof y Berni. “El diálogo es permanente”, repiten en La Plata. Tampoco se dio un encuentro entre el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el resto de la dirigencia provincial y local, que en este caso encabeza el intendente Fernando Espinoza, uno de los apuntados en el reclamo de la movilización de este lunes.

Fernández dijo hoy a la mañana que con el gobierno de La Matanza hay diálogo desde hace “más de 20 días”, para “buscar objetivos y tratar de cumplir de la mejor manera, analizando la mejor forma de estar presentes”. Informó también que ayer se enviaron 500 gendarmes.

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Por su parte, la agenda oficial de Kicillof estuvo enfocada en la presentación del Plan Maestro Integral Cuenca Río Salado en Roque Pérez. Se reunió con productores y beneficiarios de la obra. Se trata de un proyecto que tiene como objetivo ensanchar el cauce y profundidad del río en sus 700 kilómetros de longitud, reducir el impacto de inundaciones y reconvertir y recuperar 8 millones y medio de hectáreas productivas. El tramo de Roque Pérez -donde fue Kicillof- es el que actualmente se encuentra en ejecución y es el más extenso, ya que abarca 212 kilómetros y va desde el municipio de Monte hasta el límite entre Bragado y Alberti.

En situaciones como las de Ramos Mejía, el alto perfil de Berni le permite al mandatario provincial depositar buena parte de la atención -y presión- en la figura de su ministro de Seguridad. Fue Berni quien salió por varios medios de comunicación a dar explicaciones por el asesinato de Sabo y quien mantuvo un encuentro con la familia del comerciante. Según el padre del comerciante, el Ministerio de Seguridad pagó el velorio de Sabo.

La movilización en Ramos Mejía terminó con incidentes (Fotos: Franco Fafasuli)
La movilización en Ramos Mejía terminó con incidentes (Fotos: Franco Fafasuli)

Pero la atracción que genera Berni a veces le trae complicaciones, sobre todo discursivas, a Kicillof y su gobierno. Se sabe que el ministro bonaerense tiene sus diferencias políticas con el presidente Alberto Fernández y también mostró desconexión con Aníbal Fernández semanas atrás. Además, el funcionario provincial tiene su propio proyecto político para un futuro post electoral y desde ese plano es que larga algunas declaraciones que terminan haciendo ruido interno y externo.

El caso de Sabo -que se llevó la atención mediática- se da a días del cierre de campaña y en el distrito que es el bastión electoral del peronismo elección tras elección. Hasta el momento, el intendente de La Matanza ha guardado silencio.

El Frente de Todos tiene pensado realizar un fuerte cierre de campaña electoral el próximo jueves en Merlo. La situación de Ramos Mejía también atravesó a la oposición que se expresó de diversas maneras. Desde pedir pena de muerte -como lo hizo el candidato a diputado nacional por el Frente Avanza Libertad, José Luis Epsert- hasta la suspensión del acto de campaña de Juntos en la Tercera sección electoral, que se iba a realizar este martes.

“Necesitamos ponernos a trabajar de verdad y todos juntos, más allá de toda diferencia ideológica o política, para cuidar la vida de cada vecino de la Provincia. Quiero una provincia dónde los que tengan miedo sean los delincuentes, y nunca más los laburantes”, dijo el intendente de Lanús y también jefe de campaña bonaerense de Juntos, Néstor Grindetti.

También decidió suspender su acto de cierre de campaña, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, quien iba a encabezar el acto este miércoles acompañando a los candidatos locales de la boleta de Juntos. “Esperamos que otros espacios políticos y candidatos también se sumen a esta iniciativa pensando en las preocupaciones de la gente y en lo que verdaderamente necesitan en estos momentos. Lo importante hoy es trabajar para que los vecinos se sientan cada vez más seguros y no tengan miedo de caminar por las calles de su barrio ni de ir a trabajar. Necesitamos medidas de seguridad firmes para que no haya más puertas giratorias ni impunidad”, aseguró el jefe comunal opositor.

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