Los desafíos de Larreta y Santilli de cara a noviembre: retener los votos de Manes y seducir a los ausentes

El candidato de Juntos en la provincia de Buenos Aires retomó la campaña acompañado del jefe de Gobierno porteño. Especulaciones por el Congreso que viene

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Larreta, Santilli y Julio Garro el viernes en La Plata
Larreta, Santilli y Julio Garro el viernes en La Plata

La victoria de Juntos en el distrito electoral más importante de la Argentina dejó varias conclusiones para la oposición que, a tres semanas de haber votado, cobran más importancia. La primera, que no hay que marearse. Quienes manejan los hilos de la estrategia de Diego Santilli están convencidos de que las urnas reflejaron menos un pedido de reivindicación al PRO, la UCR y la Coalición Cívica que un castigo hacia el gobierno nacional. Los números así lo reflejan. En dos años, el Frente de Todos perdió más de dos millones de votos y Juntos por el Cambio se mantuvo en el 40% a nivel nacional.

La segunda es que una PASO es muy distinta a una elección general. El sector de la oposición que defiende las Primarias se sintió ratificado porque, a diferencia de 2019, cuando Mauricio Macri perdió en primera vuelta, las internas este año fueron sinónimo de amplitud. “La famosa tercera vía jugó por adentro, por eso ganamos en la mayoría de las provincias”, graficó un experimentado armador.

Una tercera conclusión, muy ligada a la segunda, es que hay que reformular la campaña con tantos factores nuevos. Para empezar, en el caso de Juntos ya no estará la boleta de Facundo Manes para traccionar, aunque el neurocientífico aparecerá en el tercer lugar de la lista. El candidato radical hizo una gran elección, obteniendo 1.293.917 votos, casi el 15% del total. Se impuso en todo el interior bonaerense y penetró sectores impensados de la Primera, Segunda y Tercera sección electoral.

Los cálculos del equipo de Santilli hoy marcan que retiene el 80% de los votos de Manes. Para llegar al 100%, explican, la clave es que cada candidato mantenga su identidad. Y, lógicamente, que se muestren juntos en ciertos distritos. La idea es que una vez por semana compartan una recorrida pero que también cada uno por su lado refuerce en los sectores donde mejor les fue en las Primarias.

Facundo Manes y Diego Santilli en el búnker luego de la victoria en las PASO (Aglaplata)
Facundo Manes y Diego Santilli en el búnker luego de la victoria en las PASO (Aglaplata)

El primer paso será un acto que se llevará a cabo el jueves 7 de octubre en Tigre. Será “netamente bonaerense”. No estará ningún dirigente partidario nacional (Patricia Bullrich, Alfredo Cornejo o Maximiliano Ferraro) ni ningún referente como Horacio Rodríguez Larreta o Mauricio Macri.

Los protagonistas serán Santilli, Ocaña y Manes -los tres oradores- y estarán acompañados del resto de la lista de Juntos, intendentes y dirigentes del PRO, radicales y de la Coalición Cívica: “La primera etapa de la campaña es consolidar el mensaje de unidad”, explicaron los organizadores.

Aunque lejos de confiarse, en el espacio opositor saben que para el Gobierno será difícil revertir el resultado en el país pero sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Los más optimistas hasta creen que en el Frente de Todos están más preocupados por no bajar el caudal de votos que por dar vuelta la elección. La clave para definir esto serán los que no fueron a votar en las PASO y el “remanente” de ciudadanos que optó por algún candidato que no superó el umbral del 1,5 por ciento.

En comparación con 2017, la cantidad de votantes bajó en 771.895. Ese año la participación fue del 77,63% y en 2021 del 68,59 por ciento. Sumado a esto, entre todas las opciones que quedaron en el camino hay entre 650 mil y 700 mil votos. Es decir que hay más de 1.500.000 sufragios para ir a buscar.

Tanto Larreta como Santilli ponen el foco en este caudal, que terminará definiendo la elección. Pero son optimistas. Según sus estudios, la mayoría de los votantes de los candidatos que no superaron las PASO tienen más afinidad con el PRO que con el Frente de Todos. Además, descreen de la hipótesis que sostiene que de los ausentes dos tercios corresponden a electores del peronismo. Sin embargo, no ignoran que es un factor determinante e intensificarán el trabajo para llegar a los distritos donde la participación fue más baja. No quieren dejar nada librado al azar.

Rogelio Frigerio se impuso con contundencia en Entre Ríos y tendrá su lugar en la Cámara de Diputados
Rogelio Frigerio se impuso con contundencia en Entre Ríos y tendrá su lugar en la Cámara de Diputados

Con los resultados del 12 de septiembre comenzaron las especulaciones sobre qué pasará en el Congreso a partir del 10 diciembre. De repetirse los números en la elección general, por Juntos por el Cambio ingresarán a la Cámara de Diputados dirigentes de mucho renombre (Santilli, Vidal, Manes, Monzó, Frigerio y Cobos, por decir algunos) y esto sin dudas repercutirá en la conformación del interbloque que hoy comanda Mario Negri.

Si bien aún no hay definiciones y todos niegan que sea algo que los ocupe, luego del 14 de noviembre las decisiones deberán ser inminentes y seguro dejarán heridos. La tarea de los dirigentes nacionales será preservar la unidad para no echar por la borda la contundente victoria, si finalmente sucede.

Facundo Manes y Julio Cobos caerán en el bloque radical. La lógica indica que Santilli y María Eugenia Vidal harán lo propio en el PRO, que hoy comanda Cristian Ritondo. Luego se verá si alguno reclama la presidencia o si se respetan los lugares. Los casos de Emilio Monzó y Rogelio Frigerio son más particulares. Ambos dirigentes cuentan con diputados que responden políticamente a ellos, pero hay otros factores en juego. Por ejemplo, el ex ministro del Interior quedó muy bien posicionado en Entre Ríos para pelear por la gobernación en 2023 y su actitud en la Cámara baja estará bajo la lupa. Lo último que quiere es aparecer en una posición “rupturista”.

Emilio Monzó volverá al recinto que presidió durante cuatro años
Emilio Monzó volverá al recinto que presidió durante cuatro años

El caso de Monzó difiere un poco. Cuando Juntos por el Cambio dejó el gobierno hubo una aproximación de los diputados que responden al ex intendente de Carlos Tejedor de armar su propio bloque dentro del espacio opositor. Luego de varios idas y vueltas -y de amenazas por parte del PRO de expulsarlos del interbloque- se decidió dejar la estructura como estaba. Pero con la llegada de Monzó esto cambiará y quien supo presidir el cuerpo entre 2015 y 2019 probablemente arme un bloque de al menos ocho legisladores. La intención es permanecer dentro de Juntos por el Cambio pero tener su autonomía.

Si bien será una discusión para después de las elecciones, ya empieza a generar preocupación en algunos sectores de la oposición, sobre todo en aquellos que ven en la unidad del espacio la clave para transitar los dos años que quedan de gobierno kirchnerista. Sin embargo, para llegar a tener este debate se tienen que repetir -o mejorar- los resultados de las PASO. Y allí sí habrá unidad para lograrlo en los 43 días que quedan para el 14 de noviembre.