Alejado de los medios, el productor teatral Ariel Diwan lanzó su candidatura: “No tengo dudas de que la gente está cansada de los políticos tradicionales”

Después de haber producido varias obras de las que participaron figuras como Flavio Mendoza y Moria Casán, el empresario inmobiliario buscó un nuevo desafío y competirá en las próximas elecciones por una banca de concejal en Morón

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Alejado del mundo del espectáculo y de los conflictos amorosos que supo tener en su momento con la bailarina Gisela Bernal, el multifacético Ariel Diwan buscó nuevos horizontes y decidió competir en las próximas elecciones por un lugar como concejal en el partido bonaerense de Morón.

De la mano de Emiliano Yacobitti y de Martín Lousteau, el empresario inmobiliario viene construyendo desde el 2019 un proyecto dentro de Juntos por el Cambio que promete ser “antigrieta”, con el objetivo de representar a los vecinos del municipio en el que vivió casi toda su vida.

Durante una entrevista con Infobae, el conocido agente de bienes raíces aseguró que se siente “preparado” para ocupar ese rol y sostuvo que mide “muy bien” en las encuestas. Además, cuestionó a los referentes de la coalición a la que pertenece que lo criticaron por su falta de “militancia” y remarcó que su pasado en la farándula no es algo que le incomode, pero que sí “les debe estar preocupando” a otros.

Con un tono confiado, el ex productor teatral, que estuvo al frente de obras como La revista de Buenos Aires, con Moria Casán, y Stravaganza, en la que fue socio de Flavio Mendoza, consideró que su experiencia como empresario puede ayudarlo a desenvolverse mejor en el mundo de la política.

Lo cierto es que es un desafío nuevo para Diwan, quien años atrás se hizo públicamente conocido por ser la pareja de Gisela Bernal, de quien se separó en medio de un escándalo luego de enterarse de que Ian, el hijo que supuestamente habían tenido juntos, era fruto de una infidelidad.

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-¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de la política?

-Recién hablaba de eso con un dirigente importante con el que me reuní. Mi primer recuerdo es estar a upa de mi papá, en sus hombros, cuando asumió Alfonsín. Parece que estoy diciendo esto porque ahora soy radical, pero no es un detalle menor, porque yo estoy en el lugar en el que siempre quise estar. En ese momento yo tenía ocho años, no entendía muy bien lo que estaba pasando, ahora me puedo dar cuenta. Yo, igual, siempre pensé que uno hace política en todos los aspectos de la vida, en el trabajo, en tu casa, pero después del infarto fue que me planteé hacer las cosas que tengo ganas, no aquellas en las que no estoy de acuerdo. Tomé la decisión de comprometerme más.

-¿Cómo empezó a involucrarse en ese mundo?

-Me junté hace un poquito más de un año con (el diputado y ex presidente de la UCR porteña) Emiliano Yacobitti y comenzamos a trabajar con el equipo de (el senador Martín) Lousteau, estoy articulando con ellos. Ellos me escucharon, cuando en realidad lo primero que suelen hacer los políticos es sacar los codos y no dejar entrar a nadie de afuera, pero ellos son diferentes. Yo los venía escuchando en las entrevistas que daban y, es más, ellos se sorprendían cuando se daban cuenta de que yo ya sabía todo lo que pensaban, pero es que cuando lo escuchaba hablar a Martín, ¡yo sentía que me estaba hablando a mí! Eso es lo que tienen: invitan a la gente a participar de la política, no la apartan. Es verdad que después fui yo el que empezó con una campaña publicitaria importante y ahora estoy laburando todo el día, pero las mediciones (sobre su candidatura) son más que interesantes. Nunca me sentí tan entusiasmado como lo estoy ahora. Tengo 46 años y pensé que nunca más me iba a pasar algo como esto.

-¿Cuál es su referente político? Alguien a quien admire

-Yo tengo muy en claro que es Martín Lousteau, yo no tengo ninguna duda de que es él quien va a cambiar la realidad del país. Es un tipo joven, muy preparado. Él siempre dice que el mal diagnóstico es el problema de la Argentina, eso lo hablé con él, hay que buscar soluciones a eso y lo vamos a llevar adelante. Como ellos me apoyan, yo también los apoyo a ellos 100 por ciento. Él es un tipo presidenciable, a mí criterio. También sería un muy buen jefe de Gobierno. Yo sé que me puede cagar a pedos con esto que estoy diciendo, pero no me importa, es lo que pienso.

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-¿Piensa que por haber tenido un paso por la farándula los políticos podrían subestimarlo?

-Pensé eso al principio, pero hoy tengo la sensación de que pasa todo lo contrario, porque arranqué y a los dos o tres días, en mi propio espacio me quisieron sacar a las patadas, firmaron un comunicado diciendo que yo no era parte de ellos. No fue algo que haya tomado bien y cuando lo hablé con mi equipo me dijeron ‘están asustados y te subieron al escenario’. ¿Qué dicen ahora? Yo, igual, trato de ser bastante anti grieta. Mi paso por la farándula es algo que no me preocupa, les debe estar preocupando a ellos. El tema es competir, poder participar, y que la gente elija quién quiere que la represente. Ese es el juego, pero cuando viene alguien de afuera, la política, en general, lo quiere cazar.

-También ocurrió hace poco con Amalia Granata, recientemente Javier Milei anunció que va a competir por una banca en Diputados, hay ofertas para Facundo Manes, ¿por qué cree que hay varias personas ajenas a la política tradicional que decide ser candidata?

-Yo sentía que me quejaba mucho, con mi familia, con mi grupo de amigos, y ¿sabés qué pasaba con eso? Nada. Entonces tomé la decisión de dejar la queja y hacer algo. Todos saben que económicamente me fue muy bien, pero cuando todos tu alrededor no tienen para comer, ya no tiene más sentido nada. Eso me motivó a dejar un poco la parte privada y ocuparme de lo que los políticos no se ocupan.

-¿Cree que actualmente la gente está cansada de los candidatos tradicionales?

-De eso no tengo ninguna duda. Mirá, yo a veces hago una comparación entre el teatro y la política: cuando entré a la farándula me preguntaron si no estaba viciado de todo el mundo empresarial y muy a la brevedad los tenía a todos trabajando conmigo. Con la política pasa lo mismo. Yo estoy dispuesto a que me digan que no sirvo, pero si las cosas empiezan a funcionar, también quiero que me feliciten y me apoyen.

-¿Qué visión tiene de Morón y qué cosas cree que debería hacerse en el municipio?

-Yo no desconozco que estamos en una pandemia, pero, ¿dónde está toda la plata del municipio? Es una locura que yo tenga que estar donando insumos al hospital porque no tienen ni barbijos. Muy flojita la gestión de (el intendente Lucas) Ghi. Pero la de (su antecesor, Ramiro) Tagliaferro fue la peor de los últimos años. No es correcto lo que estoy diciendo, pero es lo que pienso. Esto es así hace años, uno atrás del otro te defrauda. Yo, desde mi lugar, voy a aportar en lo que pueda. Yo estudié en colegios públicos, que ahora no tienen ventanas ni vidrios, donde explota el gas, no se entiende que pasen esas cosas. Me estoy zarpando, pero cuando ves que ir a arreglar un colegio te sale 500 mil pesos y lo facturan 8 palos, y encima no lo hacen, ahí te das cuenta dónde está la plata.

-¿Habló con Ramiro Tagliaferro?

-Nunca. El que me atacó fue él. Todos los que están en Morón que me atacaron son de Tagliaferro, porque él siente que es el dueño del partido, pero ¿te digo algo? No lo es. Nunca me llamó. Es más, hablé casi con todos, menos con él. Yo me sentaría a hablar, pero no tiene la más mínima intención de hacerlo.

-¿Y con Lucas Ghi?

-He hablado en su momento, pero no desde que decidí lanzarme a la política. Pero te digo algo, no está contenta la política de Morón con que yo participe, eso seguro. Sí me están sondeando, porque parece que mido bien.

-Fue a la presentación de su fundación, Control Ciudadano, ¿tiene buena relación con él?

-Eso fue hace más de dos años, en ese caso fue invitado al igual que Tagliaferro, que en ese momento era el intendente y no vino, pero sí vino gente muy allegada a él, porque era una ONG. Pero los que parece que acompañaron aquella vez, vinieron por una foto y después desaparecieron.

-En Juntos por el Cambio negaban su candidatura, ¿ya está solucionado el conflicto interno?

-Yo vengo hablando con la línea mía, que es mi equipo, pero el PRO no tiene ninguna intención de hablar con nosotros. Durante la gestión de Tagliaferro nos tenían bastante relegados a los radicales. Hoy queremos participar y ser protagonistas. Para una persona común es muy difícil entrar a la política, es verdad, pero yo no me bajo. Con ese comunicado me dieron más fuerzas. Yo estoy 100% seguro de que me voy a presentar.

-A lo largo de su vida se desempeñó en rubros muy diferentes, ¿qué considera que puede aportar esa experiencia suya al mundo de la política?

-Para mí, algo fundamental es que un empresario se levanta todos los días para resolver problemas. Yo no puedo ver un problema y dejarlo ahí durante 10 años, como pasa a veces en la política. Esa es la construcción de mi vida y de mi personalidad, y me va a ayudar en todo. Hoy me siento preparado. Es verdad, tengo mucho más para perder que para ganar, me volví a casar y tengo hijos, sería un buen momento para parar la pelota, pero el país no te permite eso. Incluso, hace poco me ofrecieron ir a trabajar afuera y te juro que lo analicé, pero me siento un cobarde. Yo no puedo irme así.

-¿Cuál es su sueño personal como político? ¿A qué aspira?

-Eso no te lo puedo constatar, por supuesto que lo tengo claro, pero hoy dejame que me concentre en la concejalía. Armemos y tratemos de resolver los problemas entre todos, después se verá a dónde me lleva la vida.

-Cuando decida irse de la función pública, ¿qué le gustaría haber dejado?

-Que digan que se podían hacer las cosas, que tenía que venir alguien que tenga huevos para hacerlo. No es un dato menor, porque la gente de Morón no me conoce por mi trabajo en el teatro, me conoce por lo que hago en el barrio, ¡estos son mis vecinos de verdad, de toda la vida! Yo tengo mi oficina en Morón y estoy dispuesto a que vengan a putearme o a decirme que les cambié la vida. Eso es lo que quiero dejar, que digan que hice las cosas bien y que le cambié la vida a la gente.

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