Alberto Bochatey, obispo auxiliar de La Plata: “Te deslumbran creando nuevas formas de corrupción, como con las vacunas”

El titular de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud consideró que el escándalo por el vacunatorio VIP “va más allá de colarse en la fila”

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El obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, expresó su malestar por el escándalo de la "vacunación VIP" en el ministerio de Salud de la Nación.
El obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, expresó su malestar por el escándalo de la "vacunación VIP" en el ministerio de Salud de la Nación.

La Iglesia Católica se había manifestado “perpleja” por el escándalo de la vacunación VIP en el ministerio de la Salud de la Nación, que provocó la renuncia del ex ministro Ginés González García. Un integrante del clero fue más allá con las definiciones. El obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, calificó el hecho como un acto de “corrupción” lo ocurrido y señaló que el “gran fracaso” de la gestión sanitaria es que “no hay vacunas” contra el coronavirus.

Fue muy doloroso. Cuando uno habla de la corrupción se pueden pensar muchas formas, ahora te deslumbran creando nuevas formas de corrupción, como es jugar con las vacunas”, señaló Bochatey al ser consultado por el tema. “No se entienden los favoritismos o la vacunación VIP. No hay que politizar la vacuna, es una de las primeras cosas que pidió el Papa Francisco a la humanidad para que lleguen a todo el mundo por igual”.

El obispo se distanció de lo dicho por el presidente Alberto Fernández en México, cuando dijo que “adelantarse en la fila” para recibir la dosis contra la COVID-19 “no es un delito”, y reiteró que se trata de un acto de corrupción.

“Es verdad que no existe el delito de ‘colarse en la fila’, el argentino es amante de esto. Pero (lo que pasó) va mas allá de colarse la fila”, consideró en diálogo con radio Rivadavia. Además, cuestionó la intervención del jefe de Estado en relación a las denuncias contra Ginés González García y los funcionarios que recibió la dosis de manera irregular, a las que había calificado de “payasadas”. “La verdad es mucho más que la realidad, se hizo renunciar al ministro de Salud, pero casi que un poco se arrepintieron. El mensaje no estuvo bien comunicado, es una verdad que nos duele. Los mensajes pendencieros e indirectos dañan a la credibilidad”, apuntó.

Bochatey, que está a cargo de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, cuestionó a “los poderosos” que incurrieron en una falta “ética” en la distribución de las vacunas, cuando hay gente con “miedo y dolor que estuvo hiper encerrada ansiando un turno”.

“Tanto que se habla del neoliberalismo y del capitalismo, estos se han comportado como los peores capitalistas sin ética, en un ‘primero yo y después el que pueda’. Se daña mucho el tejido ético y social”, fustigó.

El gran fracaso es que no hay vacunas, el resto son comportamientos que son una invitación a hacer un curso de ética”, concluyó.

El presidente Alberto Fernandez, junto Ginés González García y la recientemente designada ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti. (Foto NA/Esteban Collazo)
El presidente Alberto Fernandez, junto Ginés González García y la recientemente designada ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti. (Foto NA/Esteban Collazo)

Bochatey, experto en Bioética e interventor del caso Próvolo

Alberto Bochatey fue designado el 4 de diciembre de 2012 por el Papa Benedicto XVI como obispo titular de Monte de Mauritania y auxiliar de La Plata. Especialista con una máster en Bioética por la Universidad Católica Argentina (UCA), el año pasado se había pronunciado también contra el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que finalmente logró su aprobación en diciembre. “Estamos votando leyes como los rusos en 1917, del siglo pasado”, dijo al cuestionar el debate legislativo de la normativa.

En 2017, el sacerdote fue nombrado por el Papa Francisco como interventor para investigar los 25 casos denunciados por abuso sexual en el Instituto Antonio Próvolo de Mendoza, por el que fueron condenados los curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi y el jardinero Armando Gómez. Tras esa sentencia, Bochatey emitió un comunicado pidiendo “perdón” a los denunciantes. El mensaje no cayó bien entre las víctimas, que lo calificaron de “hipocresía”. “Se trata de una burla retórica que no condice con los hechos sostenidos por parte de la Iglesia en estos tres años que lleva la causa judicial”, señaló Erica, hermana de una de las víctimas del Instituto Próvolo.

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