La advertencia de IDEA: “El gran riesgo es que se desaliente el teletrabajo por una sobrerregulación de la ley”

Para Brenda Puig, líder de la Red de Abogados de la entidad, esta modalidad laboral "puede ser una gran herramienta para generar más y mejor empleo", pero "no se entiende el apuro ni tampoco la falta de consultas y de análisis del proyecto" que tratará el Senado

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“Si sobrerregulás tanto, podés matar algo que anda, como el teletrabajo”, advirtió Brenda Puig, de la Red de Abogados de IDEA
“Si sobrerregulás tanto, podés matar algo que anda, como el teletrabajo”, advirtió Brenda Puig, de la Red de Abogados de IDEA

La regulación del teletrabajo avanza en el Congreso con una rapidez que no es proporcional al interés que tienen en ese objetivo ni la CGT ni los empresarios, que tuvieron pocos minutos para exponer su posición antes de que el proyecto se aprobara en la Cámara de Diputados. Ahora que la iniciativa será analizada en el Senado, la líder de la Red de Abogados del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), Brenda Puig, pidió que sea escuchada la posición de esta entidad y dijo: “No estamos pidiendo que no salga la ley, sino que queremos que salga mejor”.

Para esta abogada, directora de Asuntos Legales y Relaciones Institucionales de Walmart, el riesgo de convertir en ley el proyecto es que “si sobrerregulás tanto, podés matar algo que anda, como el teletrabajo”, y sostuvo que la norma “debería tener visión de futuro y sentido común” porque “puede ser una gran herramienta para generar más y mejor empleo”.

-¿Por qué cuestionan el proyecto que tratará el Senado?

-Por un lado, el teletrabajo ya existía antes del aislamiento y funcionaba muy bien. Era un beneficio muy valorado por la gran mayoría de los empleados y las empresas lo usaban como una herramienta de atracción y retención de talentos porque era algo muy demandado. Con la cuarentena, muchas personas más se vieron forzadas a usar el teletrabajo, con lo cual empezó a haber un debate público, pero regular en este contexto tan extraordinario de pandemia puede ser peligroso.

Brenda Puig, titular de la Red de Abogados de IDEA
Brenda Puig, titular de la Red de Abogados de IDEA

-¿En qué sentido?

-Los legisladores dicen que hoy es común escuchar que los empleados digan “estoy sobrepasado”, “no tengo horarios”, “es complicado conciliar el cuidado de mis hijos con el trabajo”, y entonces hay algunos artículos que atienden esas cuestiones, pero hay que tener cuidado con el contexto y, sobre todo, con el apuro: en Diputados salió casi sin consultas a nadie y no hubo el debate que se requiere.

-La CGT y las entidades empresariales que participaron de las reuniones informativas de la Comisión de Legislación del Trabajo se quejaron de que sus exposiciones parecieron una formalidad y que no tuvieron oportunidad de incidir en el contenido del proyecto.

-Le dieron cinco minutos a cada entidad como para decir que habían escuchado al sector empresario, pero no hubo una escucha abierta, con interés y con un diálogo constructivo. Nosotros lo intentamos y no sucedió pese a que tenemos un Congreso que iba a trabajar sólo en temas vinculados con el COVID-19 y a que la propia ley dice que la regulación del teletrabajo va a regir 90 días después del aislamiento. No se entiende el apuro ni tampoco la falta de consultas y de análisis del proyecto.

-¿Cuáles son los riesgos de que la ley salga como está?

-El riesgo es que se desaliente a las empresas a instrumentar el teletrabajo, ya sea para aplicarlo o para incrementarlo. Es una lástima porque es una de esas situaciones que no suceden siempre donde están completamente alineados los intereses de los trabajadores y de las empresas: todos coinciden en que el teletrabajo es bueno y que les gustaría profundizarlo. Hemos hecho encuestas en nuestras organizaciones y nadie dice que no le gusta el teletrabajo o que no quiera un poco más. Esto es relevante porque lo que se va a regular con la ley se aplicará a mucha más gente que antes y, además, porque puede ser una gran herramienta para generar más y mejor empleo.

Luego de su aprobación en Diputados, el teletrabajo se trata esta semana en comisión en el Senado
Luego de su aprobación en Diputados, el teletrabajo se trata esta semana en comisión en el Senado

-¿De qué forma?

-El teletrabajo tiene un montón de beneficios. Permite conciliar mejor la vida laboral con la personal, puede potenciar a las pymes, federaliza el trabajo porque podés contratar a alguien del interior o una empresa de un pueblo puede contratar talento fuera de sus límites, favorece la inclusión laboral para personas con discapacidad y a quienes tienen chicos a su cargo, tiene un impacto positivo en el transporte publico y, como consecuencia, en el medio ambiente porque no estamos todos amontonados a la misma hora. Bien diseñada, es una herramienta fantástica para generar empleo en un país donde vamos a necesitarlo como el agua. No nos podemos dar el lujo de arruinar el teletrabajo: el gran riesgo es que se desaliente el uso por sobrerregularlo.

-¿Ustedes critican que se regule mediante una ley?

-En términos generales, estamos de acuerdo con la mayor parte del proyecto y también en regular la modalidad teletrabajo dentro de la Ley de Contrato de Trabajo. Estamos de acuerdo en que se establezca claramente que los teletrabajadores tienen que tener los mismos derechos y obligaciones que los presenciales, que tiene que haber protecciones de la jornada, de la representación sindical, de los riesgos de trabajo, pero puede ser mejorada la forma en que están reguladas en el proyecto. La regulación tiene que ser un marco general porque el teletrabajo tiene tantas formas como empresas que existen y es algo tan dinámico que cuando lo pretendés encorsetar, lo transformás en algo rígido.

-¿Qué puntos objetan, específicamente?

-Por ejemplo, cuando el proyecto dice que el teletrabajador tiene que tener una jornada que debe respetarse. Estamos de acuerdo, pero se equivoca en el mecanismo para garantizar que eso suceda. El proyecto dice que el empleador no puede contactar de ninguna forma al trabajador fuera de su horario. Entonces la empresa para la que trabajo prácticamente tendría que bloquearme el WhatsApp y el mail laboral. Como teletrabajadora me viene bien poder organizar mi día. Ahora estoy hablando con usted dentro de mi horario de trabajo, pero quizá después termino mis tareas fuera de mi horario específico. Quiero esa flexibilidad. Si quiero trabajar, déjenme. Y si esto se hiciera tan estricto, nunca podía tener derecho a cobrar horas extra porque esta regulación lo impide.

-¿Qué opinan del artículo 8 del proyecto, que permite la reversibilidad?

-Es otro de los artículos en los que estamos de acuerdo en el qué, pero no en el cómo. Porque a priori parece tener sentido común que alguien que teletrabaja pueda volver a la forma presencial si no le resulta hacerlo a distancia, en la medida en que sea aplicable. Pero la reversibilidad está planteada de manera unilateral, sólo lo puede decidir el trabajador sin consentimiento del empleador y sin plazo de adecuación. Y, además, sólo se aplica este beneficio a los que hoy son presenciales y van a teletrabajar. Entonces, algunas empresas podrían decidir que nadie haga teletrabajo para no arriesgarse a que se aplique este artículo y contratar directamente teletrabajadores. Ni hablar de lo que representará para una pyme que para poder subsistir tenga que achicar su oficina y la solución sea que ocho de sus 15 empleados hagan teletrabajo. Si los los ocho quieren volver a la oficina y no tienen espacio se pueden considerar despedidos, y con ocho juicios laborales mandás a la quiebra a una pyme.

Para Puig, el teletrabajo "es algo tan dinámico que cuando lo pretendés encorsetar, lo transformás en algo rígido"
Para Puig, el teletrabajo "es algo tan dinámico que cuando lo pretendés encorsetar, lo transformás en algo rígido"

-¿Cuáles son los otros puntos del proyecto que cuestionan?

-El artículo 2 dice que se aplicarán las regulaciones al que teletrabaje en forma total o parcial, pero no pone ningún límite. Una cosa es aquel que teletrabaja el 100% de su horario, pero cuando la ley dice parcialmente puede ser un día en el año o una vez por mes. Sugerimos que en lugar de decir “total o parcialmente” figure “total y mayoritariamente”. No sé si el trabajador presencial que cumple sus tareas en su casa un solo día puede ser considerado teletrabajador. Sería bueno discriminar esto.

-¿Y el artículo que contempla a quienes hacen tareas de cuidado?

-Es otro punto muy cuestionable: por proteger tanto, la ley va a terminar destruyendo el sistema de teletrabajo. El proyecto dice que si hay un teletrabajador que tiene personas a su cargo como menores, discapacitados o adultos mayores, el empleador tiene que acomodarse a los horarios que aquel necesite para ejercer las tareas de cuidado. La forma de regular no es la mejor porque se discrimina a los trabajadores esenciales, que también tienen hijos y necesitan acomodar los horarios. ¿Por qué si esta es una modalidad de las tantas que existen en la Ley de Contrato de Trabajo le daríamos este beneficio sólo al teletrabajador? Además, operativamente, la empresa no puede acomodarse a los horarios de cierta cantidad de personas. Que trate de hacerlo está muy bien, pero que sea mandatorio puede determinar que cuando una empresa tenga que cubrir una posición de un teletrabajador y tenga dos candidatos igualmente calificados, uno con gente para cuidar y el otro no, tal vez sea se vea tentado de contratar al que no tiene a nadie a cargo. Es lo mismo que pasaba con las madres porque algunas empresas se preguntaban para qué a contratar a una mujer si se embaraza y tiene licencias, protección. Esto es lo mismo. Querés proteger tanto que los sacás del sistema.

-¿Qué piensan del artículo que contempla que el empleador se haga cargo de algunos gastos y herramientas de trabajo de quien cumple tareas en forma remota?

-Es del más puro sentido común que se brinden las herramientas para hacer el trabajo. Si voy a una fabrica y me dan el casco y los zapatos de seguridad que corresponden, ¿por qué no me van a dar la computadora si es mi herramienta para trabajar desde mi casa? Nadie cuestiona eso, pero sí decimos que, para evitar el fantasma de contingencias que pueda desalentar a las empresas para instrumentar el teletrabajo, es importante que la ley aclare que esto es no remunerativo. No es parte del sueldo, es una herramienta de trabajo. Tal como está, no va faltar una interpretación judicial que considere que es parte del salario y se incluya en la base de cálculo para indemnizaciones o vacaciones.

"Si el teletrabajo funciona, no lo matemos con excesivas regulaciones. Hay que tener visión de futuro y sentido común", dijo Puig
"Si el teletrabajo funciona, no lo matemos con excesivas regulaciones. Hay que tener visión de futuro y sentido común", dijo Puig

-Entidades empresariales y legisladores cuestionaron que el proyecto no contemple la situación de las pymes, con algún incentivo fiscal para que apliquen el teletrabajo sin mayores costos.

-Si está bien pensada, la ley es una herramienta para potenciar a las pymes. Mal pensada, las pymes no se van a animar a usar el teletrabajo. O correremos el riesgo de matar algo que funciona, como sucedió con la ley de pasantías de hace muchos años que, con sus virtudes y defectos, era algo muy valorado por los jóvenes profesionales, los estudiantes y las propias empresas. Pero por proteger al pasante se empezó a regular y hoy la cantidad de pasantías que hay es insignificante comparada con la que había en aquel momento. Al final, terminaron perdiendo todos. Se empezó a regular y a querer proteger tanto que un montón de empresas perdieron ese semillero de talentos y los pasantes perdieron la oportunidad de una primera experiencia laboral interesante. Hoy, el pasante está más protegido que antes, pero hay muy pocos frente a la gran cantidad que había. ¿Quién ganó? Esto es parecido. Si el teletrabajo funciona, no lo matemos con excesivas regulaciones. Hay que tener visión de futuro y sentido común. Que se escuche en primer lugar a los trabajadores, porque no lo están haciendo. En Diputados no hubo debate y en el Senado estamos tratando de llevar la voz de las entidades empresariales, pero tiene que discutirse porque le importa a muchísima gente.

-¿Ya tomaron contacto con la Comisión de Trabajo del Senado?

-Sí, le hicimos llegar nuestra visión y nuestra experiencia con una visión constructiva. No estamos pidiendo que no salga la ley, sino que queremos que salga mejor. Las cámaras representamos a muchas empresas que tienen muchísimos empleados. En el caso de IDEA, tenemos más de 500 empresas socias. Hay que regular sobre lo que existe y funciona. No inventemos la rueda.

-La CGT, curiosamente, tampoco quiere regular el teletrabajo mediante una ley.

-Porque esta ley le quita poder a la negociación colectiva cuando, de acuerdo con nuestro sistema laboral, las leyes son muy generales para que los convenios tengan fuerza. La negociación por sector debe tenerla, y en el teletrabajo especialmente porque cambia según las industrias.

-Los diputados oficialistas dijeron que este proyecto procura establecer un piso de protección para los teletrabajadores y así después se pueda negociar en los convenios colectivos.

-Coincidimos con eso, y es lo que afirma el primer artículo, pero después el proyecto se mete en cuestiones llenas de detalles y ahí discrepamos con las formas elegidas. Siempre se confió mucho en los sindicatos, que tienen mucho poder y capacidad de negociación. ¿Por qué no los dejamos en condiciones de regular el teletrabajo como hasta ahora? No nos podemos dar el lujo de arruinar algo que anda, que se puede mejorar y que puede ser una herramienta de generación de empleo.

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