El gobernador de Santa Fe estará presente en la reunión que Alberto Fernández mantendrá con los dueños de Vicentin

Omar Perotti se sumará al encuentro que aún no se definió si se hará en Olivos o en Casa Rosada. Expectativa en el peronismo por las consecuencias en la interna del Frente de Todos

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El presidente Alberto Fernández con Omar Perotti, gobernador de Santa Fe
El presidente Alberto Fernández con Omar Perotti, gobernador de Santa Fe

Omar Perotti cambió su agenda del día y decidió viajar a Buenos Aires para participar en forma presencial del encuentro que tendrá Alberto Fernández con los directivos de la empresa Vicentin, la más importante de Santa Fe. La reunión será a las 18, se supone que en la Residencia de Olivos, aunque el Presidente no definió si se concretará en Casa Rosada o en la Quinta, según transmitieron a Infobae fuentes oficiales.

La política santafesina se conmovió especialmente con el anuncio presidencial del lunes por la tarde, sin participación ni mención de la provincia y, encima, con una senadora que es mano derecha de Cristina Fernández de Kirchner sentada a la izquierda del Presidente y representante en la Cámara alta de Mendoza. “Es todo pérdida para Alberto, la única que gana es Cristina”, fue la conclusión que se instaló en la Casa Gris, la sede del gobierno de Santa Fe, muy preocupados porque se hizo evidente la vocación de los sectores más radicalizados del Frente de Todos por “el control de un sector estratégico de cara a la etapa que viene, que es el alimenticio”.

Cerca de Perotti, incluso, se insiste que el lunes por la noche, después del anuncio presidencial, el Gobernador no mencionó en ningún momento la palabra expropiación y -por el contrario- destacó el rol del designado interventor Gabriel Delgado en resguardo de los intereses de los santafesinos, un profesional que -en su visión- tendría el rol de vincular Vicentin con la división YPF Agro, para potenciarla.

Desde que asumió, el gobierno del Frente de Todos en Santa Fe está involucrado en una salida consensuada para las acreencias de la compañía de Avellaneda, contemplando el interés provincial y también cooperativo, un modelo de negocios exitoso en esa provincia, con importantes jugadores como acopiadores y exportadores.

Por eso es que Daniel Costamagna, ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia y todo su equipo, renunciaron de plano cuando comprendieron que se venían puebladas en toda la provincia por la improvisación del anuncio, pensado para agradar al Instituto Patria. “Yo juré por los santafesinos”, dijo el funcionario peronista para explicar su postura. Y agregó que “si los empresarios (la famiia Nardelli-Padoán) cometieron errores que los juzgue la justicia, pero la empresa está en Santa Fe y como tal debemos intentar preservarla por el grado de integración que tiene” en innovación tecnológica, generación de empleo y transformación de alimentos.

Banderazo frente a Vicentín, en Avellaneda, Santa Fe.
Banderazo frente a Vicentín, en Avellaneda, Santa Fe.

En declaraciones al diario El Litoral, Costamagna -que es productor agrícola en Esperanza- aportó un dato clave: la deuda estimada de Vicentín es de 1350 millones de dólares, equivalentes al aporte anual de retenciones por ventas al exterior desde Santa Fe, lo que habla del peso de la compañía en la economía provincial y de sus consecuencias políticas.

Es que los diputados santafesinos, aun la mayoría de los que pertenecen al Frente de Todos, difícilmente puedan acompañar en el Congreso una maniobra de las características que anticipó el Presidente. Tampoco los diputados cordobeses, una provincia con otras empresas agrícolas de punta como el caso de Aceitera General Deheza, por nombrar a la más importante. Y fueron varios los legisladores peronistas de todo el país que se agarraron la cabeza. “Hay que ver cómo Alberto sale de esta encrucijada, no veo a Cristina retrocediendo, tenemos un problemón", comentaron.

¿Se apresta el Gobierno a una nueva derrota parlamentaria, similar a lo que sucedió con la Resolución 125, si insiste con la intervención y expropiación de una empresa que está tan arraigada en la vida cotidiana de los santafesinos, desarrollada en el norte de la provincia, lejos de los centros urbanos? Es una pregunta que se hacen los peronistas no K por estas horas.

Y es una preocupación que empezó a dar vueltas por los círculos presidenciales, por eso Fernández aceptó un encuentro con Sergio Nardelli, a quien supone gran amigo de su archienemigo Mauricio Macri, transitivamente --entonces- también su enemigo.

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