Sergio Bergman: "Es lógico que la clase media no vea los cambios porque se atendió prioritariamente a los que menos tienen"

En diálogo con Infobae, el ministro de Medio Ambiente dijo que el gobierno apuntará al "voto gris", que es obra pública

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"Apuntamos al voto gris. Aquel que se corresponde con la gente que está viendo infraestructura y obra pública en todo el país". Bajo esta premisa, el ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, alentó su firme convicción de que la receta de Cambiemos para las elecciones del 2019 será la de imponer las reelecciones de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.

Bergman cree que entre los principales desafíos que tiene el Gobierno por delante está "el hecho central de explicar a la clase media por qué el gradualismo no da aun los resultados que están esperando y por qué hubo una prioridad por cubrir a los que menos tienen". También destacó que "el gradualismo es una visión de extrema responsabilidad y sustentabilidad en las reglas de juego".

El ministro de Medio Ambiente dialogó con Infobae en su despacho  de la calle San Martín y analizó la gestión del gobierno, el futuro de Cambiemos, las elecciones del 2019, el peronismo que se viene y los problemas para salir adelante en la Argentina.

-¿Cuáles son los desafíos que tiene el gobierno por delante?

-Poner en valor lo que significa que ahora haya un gobierno con una política de medio ambiente con desarrollo sustentable. Valoramos la decisión del presidente de haber creado un ministerio de Medio Ambiente y en este aprendizaje hemos proyectado lo que se debe hacer como política de Estado. Esperemos que muchas de estas políticas no solo se puedan consolidar en un segundo mandato de Macri sino que continúen en el tiempo y para que se tomen estas bases no solo como evaluación de una gestión. Esto tiene que ver también con la decisión del Presidente de inserción inteligente de Argentina en el mundo. Ahí es donde debemos trabajar como ministerio transversal con articulación con otros ministerios y con una visión muy federal. Esto va desde la creación de un gabinete nacional de cambio climático para bajar el acuerdo de París con acuerdos locales. Esto nos dio un posicionamiento en el mundo y una clara convicción transversal del lanzamiento de nuestro programa que es el Plan Forestar con el eje de que no hay idea más contundente para el cambio climático que la Argentina se llene de verde. A su vez, el concepto de cambio climático es un motivo de gestión y no apocalíptico. Ya es un escenario de cambios al que nos tenemos que acostumbrar y para ello enfrentar con obras de infraestructura.

-¿Por qué cuesta generar confianza de los empresarios extranjeros para invertir en la Argentina?

-Es parte de la reforma permanente y el gradualismo que impuso el presidente a su gobierno para proteger a los sectores vulnerables y a la sociedad argentina en su conjunto. Necesitamos mirar para adelante en cuanto a derechos adquiridos y lo que se viene. No vi un gobierno que haya asumido con tantos prejuicios de algunos sectores como el nuestro. Decían que todo se lo iban a sacar y nada de esto sucedió. Planteaban un gobierno de centro derecha cuando en verdad es progresista. Ampliamos la AUH, la cobertura social se extendió y se validó para evitar los intermediarios. Ahora hay un Estado presente. Y a nivel internacional se estaba esperando una validación de las elecciones intermedias. No hay que olvidar que había una idea general de que los comicios del 2015 no eran un verdadero cambio social. Sino más errores de los que perdieron y menos virtudes de los que ganamos. Ahora que se consolidó con el aval de las elecciones y con la decisión de reformismo permanente y gradualismo se cosecha una visión externa de responsabilidad y de sustentabilidad en el respeto de las reglas de juego.

-¿En este caso, el gradualismo jugó en contra de la Argentina hacia afuera?

-No, jugó a favor porque no se puso en riesgo la cohesión social. Ahora ya no se explica lo que heredamos sino que se hace de manera propositiva para que los inversores, que en medio de una situación de vulnerabilidad mundial, puedan venir a la Argentina viendo que lo que se prometió se cumple. Además que se dice la verdad. Hay reformas estructurales de tipo de responsabilidad fiscal que nunca se habían hecho.

-¿Cree que la clase media perdió en medio de las medidas tomadas por el gobierno?

-Creo que en Argentina hay una especial sensibilidad de la clase media que, en general, es la que se atendió siempre para que fuera favorable a los gobiernos, dado que teníamos un gran sector excluido que ya no tenían perspectivas. Y allí viene el gran sentido del cambio. Se buscó reforzar a los sectores que creían que el gobierno no les iba a dar nada. Y el Gobierno se ocupa de ellos y se preocupa.

-¿No piensa que hay una clase media que está cansada de hacer tantos esfuerzos y no ver resultados concretos?

-Justamente, siempre se atendió a la clase media y se terminó por desproteger a los que estaban excluidos y siempre estaban atrapados en un modo prebendiario. Este gobierno no atendió ni a la clase media ni a los ricos sino a los que menos tienen. Es lógico que la clase media no vea los cambios porque se atendió prioritariamente a los que menos tienen. Lo que sucede es que a fin de mes hay que pagar aumentos de tarifas y es obvio que eso cuesta. El gradualismo requirió de una expertise de alguien muy sólido como Aranguren que tiene mala imagen pero que hizo lo que había que hacer. Pero lo importante no pasa por la percepción de un ministro sino por el resultado de políticas de Estado para que estemos mejor. Y no tengo dudas de que hoy, aun con el costo que pagó la clase media y que tiene derecho a quejarse por no ver aun los resultados esperados, nos apoyan.

Fernando Calzada
Fernando Calzada

-¿Y esa clase media no la van a necesitar para las elecciones del 2019?

-La clase media en la Argentina es un gran abanico. Tiene por otra parte un criterio acertado con lo que va a venir. Y no tengo dudas de que puede quejarse de Cambiemos y estamos dispuestos a rectificar errores. Pero que a la hora de elegir nos va a apoyar porque en los temas estructurales ven que lo que hubo fue una ficción y lo que se hizo fueron medidas muy importantes de sinceramiento. El Estado es el primero que tenía que dar el ejemplo de austeridad. Combatir la inflación sin dejar de sincerar.

-¿No cree que hace falta más sinceridad de parte de algunos ministros que piden inversiones para la Argentina en el exterior y tienen cuentas afuera?

-Hay tres niveles para medir eso. Si es legal o no; si corresponde o no hacerlo políticamente; y tercero lo que llamo la desmemoria y la hipocresía de algunos. Este es un gobierno que está a disposición de la justicia. Es razonable que por estar en la función pública debamos estar en la crítica.

-A Caputo lo cuestionan por tener cuentas afuera. Y a usted lo cuestionaron por comprar un televisor más barato en Chile.

-No digo que no sea criticable. Al ser una cuestión legal porque está declarado y se puede hacer, pero es criticable. Hay que ver si esta crítica mella con lo que le aporta o no determinado funcionario al gobierno. Y no tengo dudas de que Caputo hace bien su trabajo. No hay una objeción a su gestión sino a su opinión personal. No digo que no sea motivo de crítica. Pero hay un alto grado de hipocresía. Viniendo de donde venimos.

-El Gobierno dice que es porque Cambiemos puso la vara alta de la lucha contra la corrupción y la defensa de la honestidad…

-La vara alta de Cambiemos se sostiene. No hay que enojarse con la gente porque te critica. Pero hay una sociedad hipócrita. Por ejemplo, hay un empresario que fue liberado y se le cambió la carátula del delito. Hay ex funcionarios que entran y salen ante una justicia casi indefendible. No se ve una relación simétrica en la crítica con nosotros. Una comparación injusta entre quienes se robaron el Estado y un funcionario que declaró sus fondos en el exterior sin objeción legal alguna y se lo critica. Es totalmente opinable cuándo tiene o no que traer su capital. Caputo hace lo que tiene que hacer: buscar que la economía externa vaya e invierta donde debe invertir que es en la Argentina. Y lo hace bien. A mi me preocupan los que no tienen nada que mostrar como gestión. Al final del día un ministro de Economía no rinde examen por ver dónde tiene sus fondos sino si le cierra o no la economía a la gente que no tiene nada. El Presidente nos llamó para que aportemos lo que pidió. Luego estaremos disponibles a la opinión pública.

-¿Está bien parado el gobierno para las elecciones del 2019?

-Creo que estamos bien parados ante lo que decidió la gente que es cambiar. El mérito del cambio no es de un gobierno sino de la gente. Si no nos confundimos y estamos cerca del reclamo de la gente y logramos que la gente esté mejor vamos a andar muy bien. Si la gente vuelve a creer en que hay otra manera de hacer política no solo estaremos bien posicionados para el 2019 sino que seremos coherentes con lo que habíamos planteado. La gente puede que no vea brotes verdes de la soja pero ve brotes grises de la infraestructura, la obra pública.

La gente puede que no vea brotes verdes de la soja pero ve brotes grises de la infraestructura, la obra pública

-¿Para eso hace falta un segundo mandato de Macri?

-No solo eso. También en la provincia de Buenos Aires y en la ciudad de Buenos Aires. Cuando se piensa en una reelección en este caso Mauricio Macri es la síntesis de otras dos referencias: Horacio Rodríguez Larreta y Maria Eugenia Vidal. Larreta es un gestor que todos los días trabaja para que la Ciudad esté mejor.

-¿Entonces la idea del 2019 para Cambiemos debe ser la reelección de Macri, Larreta y Vidal?

-Eso es lo que va a suceder en mi opinión. Tenemos a Vidal que maneja una provincia que estaba sin gestión y saqueada. No trabaja para la clase media sino para los que no tenían nada. Garantiza el voto de aquellos sectores que no tenían nada. El voto gris. Son aquellos que en el conurbano observan obras. Ven una gobernadora que de la mano del Presidente está haciendo lo que nunca se hizo. Esos son votos. Las obras quedarán para siempre. Donde hasta hace cinco años había una inundación y no se hacia nada.

-¿Cree que Cambiemos está fortalecido porque el PJ está en decadencia?

-El peronismo es una fuerza necesaria para la Argentina. Hay que respetar su reorganización. Cambió la percepción de la gente de mirar la política. Durán Barba no se equivoca cuando dice que las premisas de antes cambiaron. Hoy hay mucho peronista clásico que nos vota. Córdoba fue un gran ejemplo de ello. Eso es darle crédito a la gente. Lo mismo pasó en la provincia de Buenos Aires. Eso no significa que ahora todos son de Cambiemos. Al contrario, la gobernadora dialoga con los intendentes peronistas y no tiene prejuicios en sumarlos a nuestro espacio. Creo que muchos gobernadores peronistas que vayan por la reelección entendieron que su futuro no está necesariamente adentro del peronismo.

El peronismo es una fuerza necesaria para la Argentina. Hay que respetar su reorganización

-El radicalismo pide más participación en Cambiemos y se queja porque el gobierno no le da lugar en la toma de decisiones…

-La UCR fue un gran aporte en la constitución de Cambiemos. Tiene una participación plena en el ámbito de Cambiemos por lo que veo que esos reclamos están arraigados en algunos dirigentes que tienen dudas de su futuro. Los radicales aportan en Cambiemos, sin dejar de mencionar la Coalición Civica que le dio mucho a la gestión.

-¿En 2019, Cambiemos será totalmente indiferente al peronismo?

-Será un espacio más plural y amplio de lo que fue antes. El peronismo está tomando del fenómeno de Cambiemos. Esta idea de que más que un líder carismático que los amalgame es una conducción con base electoral donde perdieron autoridad.

-¿No se hace ninguna autocritica desde la gestión del gobierno?

-Si, por supuesto. Por ejemplo, explicar por qué el gradualismo no da resultados aun a la clase media que está esperando resultados y por qué hay una prioridad de cubrir a los que menos tienen. Es ahí donde todavía hay que trabajar mas.