Andrea Grobocopatel: "Cerrar la brecha de género podría aumentar un 7% el PBI mundial para el 2025"

Con la presencia de más de cuarenta expertas de organizaciones no gubernamentales que trabajan temáticas de género, se llevó a cabo en las oficinas de la compañía EY el primer “Encuentro sobre inclusión laboral de las mujeres y políticas de cuidado” en el marco del W20

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Andrea Grobocopatel, co-Chair W20, y Andrea Rey. socia de EY. (Foto: Santiago Lepera)
Andrea Grobocopatel, co-Chair W20, y Andrea Rey. socia de EY. (Foto: Santiago Lepera)

El evento forma parte del diálogo nacional que comenzó en el mes de enero y concluirá a fines de marzo, donde la sociedad civil trabajará temas vinculados con la inclusión de las mujeres en el mercado de trabajo, los factores que dificultan su ingreso y recomendaciones concretas para su implementación a través del intercambio de opiniones junto a personalidades vinculadas al ámbito empresario y académico.

"El objetivo del W20 para este año es facilitar el trabajo internacional para presentar políticas públicas a los líderes del G20 a través de cuatro ejes temáticos, la inclusión laboral, digital, financiera y rural de las mujeres", afirmó Andrea Grobocopatel, Co-Chair del W20.

El eje de inclusión laboral se propone mejorar la calidad de vida de la mujer urbana y rural

En particular, el eje de inclusión laboral se propone mejorar la calidad de vida de la mujer urbana y rural generando las condiciones para que aumente su participación en el mercado del trabajo en condiciones de equidad.

"Existe una enorme oportunidad para mejorar, ya que algunos de los indicadores mundiales demuestra que sólo una de cada dos mujeres tiene actualmente un ingreso propio, y sólo una de cada tres forma parte de la fuerza laboral mundial", señaló Andrea Rey, socia de EY Argentina.

En este contexto "cerrar la brecha de género en la participación económica podría aumentar en un 7% el PBI mundial para el 2025", agregó Andrea Grobocopatel.

Sólo una de cada dos mujeres tiene actualmente un ingreso propio, y sólo una de cada tres forma parte de la fuerza laboral mundial

El propósito del W20 es reunir a mujeres de diferentes organizaciones sociales, países y gobiernos, para debatir acerca de la mejor manera de crear condiciones que permitan que las mujeres puedan alcanzar la autonomía económica.

Andrea Grobocopatel, co-Chair W20, y Andrea Rey. socia de EY, y referentes de ONGS (Foto: Santiago Lepera)
Andrea Grobocopatel, co-Chair W20, y Andrea Rey. socia de EY, y referentes de ONGS (Foto: Santiago Lepera)

Actualmente, ningún país del G20 ha logrado cerrar la brecha entre varones y mujeres, en materia de participación económica. Por esta razón, el W20 Argentina trabajará especialmente sobre cuatro temas, en línea con las propuestas del foro que se realizó en Alemania, el año pasado:

1-Inclusión laboral

A nivel mundial, casi la mitad de las mujeres del mundo no tiene un ingreso propio, y en promedio gana un 30% menos que sus homólogos masculinos. Aunque representan el 60% de los graduados universitarios, las mujeres siguen estando en desventaja en términos de participación en el mercado laboral. Representan solo un tercio de la fuerza de trabajo total.

2-Inclusión financiera

Solo el 40% de las mujeres en los países del G20 tiene acceso a cuentas bancarias. Aunque poseen un tercio de las pequeñas y medianas empresas, reciben el 10% de los préstamos otorgados por los bancos.

3-Inclusión digital

En todo el mundo, 200 millones menos mujeres que hombres poseen un teléfono móvil y 250 millones menos pueden usar Internet. Esta brecha refleja las desigualdades existentes en el acceso a oportunidades para las mujeres, obstaculizando su desarrollo económico, la escalabilidad de sus negocios y la generación de riqueza.

4- Mujer rural

Como primer país latinoamericano que preside el W20, se decidió agregar un cuarto tema, el enfoque de desarrollo de las mujeres rurales. El 30% de las mujeres que trabajan desarrollan actividades agrícolas, pero solo el 4% recibe un ingreso propio. Ellas producen el 50% de los alimentos del mundo. Las mujeres que viven en las zonas rurales tienen menos acceso a los recursos productivos, como la tierra y el ganado. También tienen menos acceso a servicios financieros y tecnología. Esto reduce sus posibilidades de autonomía económica y desarrollo económico y aumenta su vulnerabilidad.

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