En Washington, Patricia Bullrich anunció que la agencia antidrogas de Estados Unidos aumentará su presencia en la Argentina

La poderosa DEA instalará un nuevo grupo de trabajo en la frontera norte del país

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La poderosa DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, incrementará su presencia en la Argentina, con una mayor dotación de personal en el país y la instalación de un nuevo grupo de trabajo (task force) en la frontera norte, según anticipó Patricia Bullrich a Infobae durante un encuentro con periodistas argentinos en la capital estadounidense.

Ese es el avance más concreto en la cooperación bilateral en la lucha contra las drogas que obtuvo la ministra de Seguridad, quien llegó a Washington el miércoles pasado para mantener reuniones con responsables de la DEA, el FBI y la agencia de seguridad interior estadounidense (Homeland Security). La acompañan el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, y Gastón Schulmeister, director de Cooperación Regional e Internacional.

La charla con los periodistas fue en la embajada argentina y estuvo presente el nuevo embajador, Fernando Oris de Roa.

En la agenda de Bullrich con los funcionarios norteamericanos había tres ejes principales, que tienen que ver con la colaboración de Estados Unidos en el combate a las drogas, la lucha antiterrorista y los preparativos de seguridad durante la cumbre del G-20 que la Argentina albergará en noviembre de este año. Los presidentes de los países más poderosos desembarcarán en el país durante ese encuentro y la Argentina estará en la vidriera mundial.

Bullrich detalló que la nueva task force en colaboración con la DEA estará basada en la ciudad de Posadas, en Misiones, y estará dirigida a "reunir y analizar información y preparar acciones" policiales en todo el NEA, según informó. Esta oficina se sumará así a otro centro similar que ya está operativo en noroeste del país, para las provincias de Salta y Jujuy, donde los agentes norteamericanos colaboran con las fuerzas federales en la lucha contra el narcotráfico.

"Por el NEA es más común el ingreso de marihuana", destacó Bullrich, mientras que por la zona de frontera en Salta y Jujuy ingresa la cocaína, en distintas modalidades. Pero la ubicación de la nueva oficina en la zona de la Triple Frontera, que la Argentina comparte con Brasil y Paraguay, tendrá también el sentido de atender la inquietud que desde hace años y de manera reiterada expresa el gobierno norteamericano respecto de presuntas actividades del grupo pro iraní Hezbollah en la zona.

La creación de una nueva task force junto con la DEA significa que la agencia estadounidense incrementará su dotación de agentes en el país, muy reducida desde que Estados Unidos retiró a parte del personal durante el kirchnerismo. "Van a tener en el país 5 o 6 personas destinadas a tareas de investigación y análisis, es decir 2 o 3 por cada centro, y otros 4 analistas", dijo la ministra de Seguridad.

El número de agentes norteamericanos podría ser más amplio en el futuro, y no sólo de la DEA. "Ellos todavía tienen preocupaciones en la zona, de modo que les propusimos instalarse allí y hacer un trabajo conjunto, que nos permita también tener presencia de otras agencias norteamericanas", afirmó Milman.

Esta idea le llevaron a los responsables de Homeland Security y obtuvo antes un primer visto bueno del Departamento de Estado, donde la delegación argentina se reunió con el embajador Michael Fitzpatrick, a cargo de los asuntos de América latina, y el embajador Nathan Sales, responsable de la coordinación internacional en materia de antiterrorismo.

"Tenemos que determinar quiénes son, qué hacen y cómo operan", dijo el secretario de Seguridad Interior sobre la presencia de Hezbollah en el país. "Tenemos que poder bajar toda esa información a una operación más concreta", enfatizó.

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Con respecto a la cumbre del G-20, la ministra de Seguridad afirmó que la mayor preocupación es el control del espacio aéreo. "Ahí es donde estamos más débiles", dijo Bullrich, aunque sostuvo que la Argentina "está preparada" para el desafío de seguridad que representa el encuentro. El tema volverá a ser uno de los ejes en la próxima escala de la ministra en Estados Unidos. Hoy mismo parte hacia Miami, donde se le sumará el ministro de Defensa, Oscar Aguar, y juntos mantendrán reuniones con responsables militares en la sede del Comando Sur norteamericano.

"Tenemos una lista de necesidades y cada país aportará algo", indicó Bullrich. Enumeró entre esas necesidades equipos de contingencia química, como detectores de gases, kits de análisis de agua y máscaras. También harán falta equipos para la detección de explosivos y robots para su desarme, y sistemas de comunicación, handies, drones y software especial.

Según confió Bullrich, en la visita a la academia del FBI en Quantico, ayer en Virginia, se conversó sobre los protocolos en materia de seguridad y el accionar policial. En ese diálogo estuvo presente la polémica generada en el país por caso del detenido agente Luis Chocobar, que mató por la espalda a un delincuente que previamente había acuchillado a un turista estadounidense en el barrio de La Boca.

"Tenemos que volver a la presunción de que un policía actúa a partir de su evaluación de la situación, hay que generarle garantías de que puede actuar contra el delito sin que por hacerlo vaya a terminar preso", dijo la ministra, quien hizo una cerrada defensa de la línea adoptada por el Gobierno.

Milman agregó que para las fuerzas policiales norteamericanas un arma blanca es tanto o más peligrosa que un arma de fuego en ciertas situaciones. "Esto no significa tolerar abusos ni excesos", afirmó.