Asumir una visita a Ecuador suele traer muy buenos recuerdos para Perú, dado que en los dos últimos partidos válidos por Eliminatorias Sudamericanas, se consiguió asaltar los recintos para hacerse de unidades claves que encarrilaron una clasificación a la Copa del Mundo así como también reavivaron el sueño mundialista.
La primera expedición triunfal de la Blanquirroja se dio el 5 de septiembre del 2017 cuando la obligación máxima era ganar, una situación que todos los connacionales veían con escepticismo, ya que jamás había sido posible imponerse en la casa de los ‘tricolores’.
Aun así, el plantel de Ricardo Gareca demostró que se podía derribar lo establecido con fuerza, astucia y fútbol. De manera que aquel cotejo, desarrollado en la altura del estadio Olímpico de Atahualpa, se afrontó como si fuese una final: con el cuchillo entre los dientes durante 90′ minutos más angustiantes del proceso a Rusia 2018.
No fue fácil soportar el asedio de los ecuatorianos, quienes se lanzaron al ataque por todos las vías posibles. Aunque no contaron que la férrea defensa de Perú -sostenida con la brillante exhibición del relevo Carlos Cáceda- cumpliría un papel destacado neutralizando cualquier embestida.
Una vez cumplido el ejercicio de resistencia con éxito, la Blanquirroja empezó a animarse con aproximaciones peligrosas hasta que a los 73′ minutos llegó la primera campanada a través de un golazo de zurda -de media distancia- realizado por Edison Flores. La alegría se instauró en toda la nación y se prolongó a los 76′ al momento que Paolo Hurtado, con una finísima definición, amplió la diferencia.
De ese momento quedan muchos recuerdos: el abrazo emotivo al Caballito en medio de la apoteosis peruana en la tribunas, la profecía del 2018 con los dorsales de Edison Flores y André Carrillo, y el gesto del técnico Ricardo Gareca llevándose los dedos índices a la sien para lanzar el famoso ‘pensá’. Triunfo histórico (2-1) que permitió seguir en carrera al Mundial 2018.
Cuatro años más tarde, la ciudad de Quito volvió a ser una plaza favorable para la selección peruana en las Eliminatorias Sudamericanas. Contra todo pronóstico, los de Gareca volvieron a ganar cuando arrastraban una mala racha que ponía en tela de juicio la continuidad del CT del Tigre.
El salvador de esa tarde inolvidable, en un estadio Rodrigo Paz Delgado completamente vacío por la pandemia del nuevo coronavirus, fue el delantero Gianluca Lapadula, a quien por primera vez se le había asignado la titularidad en el proceso.
Su respuesta, a pesar de la altitud del escenario, fue notable firmando una jornada épica gracias a su contribución en los dos goles rubricados por Christian Cueva y Luis Advíncula. Si bien Ecuador descontó en tiempo de descuento, fue insuficiente para nivelar la balanza. El luminoso no se movió más y dictó una nueva victoria pírrica para Perú.
Lo que viene ahora para la Bicolor es un nuevo examinatorio que puede entenderse como un punto de inflexión siempre se consiga un resultado bisagra. Todo está en manos del técnico Jorge Fossati y compañía.