Importancia del Plan de Acción de Belém (BHAP) en la COP30: una mirada desde Centro Clima y Lancet Countdown Latinoamérica

El Plan de Acción de Belém introduce un marco inédito para integrar la salud en la adaptación climática, con respaldo financiero internacional y enfoque regional para América Latina

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La COP30 en Brasil concluyó
La COP30 en Brasil concluyó con acuerdos insuficientes, pero con avances clave en salud.

La COP30 (la 30.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), realizada hace unas semanas en la ciudad amazónica de Belém, Brasil, llegó a su fin con resultados que, en muchos aspectos, quedaron por debajo de lo esperado. Aun así, dejó avances importantes en salud que no podemos ignorar. Entre ellos, destaca el lanzamiento del Plan de Acción de Belém (BHAP).

Para el Centro Climay el Lancet Countdown Latinoamérica, este es un avance muy relevante, ya que este plan ofrece un marco global de adaptación climática centrado exclusivamente en la salud. Asimismo, el BHAP llegó acompañado de una Action Library, un repositorio de estudios de caso y ejemplos de intervenciones de adaptación en salud de distintas regiones del mundo. No es una solución definitiva, pero sí un paso necesario para ordenar la conversación global y dar mayor visibilidad a la relación entre clima y salud.

El Plan de Acción de
El Plan de Acción de Belém impulsa la adaptación climática con énfasis en sistemas sanitarios. REUTERS/Raquel Cunha/Foto de archivo

El BHAP llega en un momento crítico para nuestra región. La evidencia científica muestra que la crisis climática ya está afectando profundamente a los sistemas de salud: olas de calor más intensas, epidemias de dengue sin precedentes, sequías que alimentan incendios y aumentan las enfermedades respiratorias, huracanes devastadores y pérdidas económicas que superaron los 19 mil millones de dólares en 2024. Todo ello confirma lo que venimos documentando desde LancetCountdown Latinoamérica: sin salud, no hay acción climática posible.

El plan propone tres áreas prioritarias para fortalecer la resiliencia de los sistemas de salud:

  • vigilancia y monitoreo sanitario con enfoque climático,
  • políticas, estrategias y capacitación para el personal de salud,
  • innovación, producción local y salud digital.

Estas prioridades coinciden con los desafíos identificados en nuestros indicadores regionales, particularmente en preparación ante eventos extremos, gobernanza, inequidades y la urgente necesidad de integrar la salud en las políticas climáticas nacionales.

El BHAP enfoca la resiliencia
El BHAP enfoca la resiliencia del sector salud ante olas de calor, epidemias y fenómenos extremos. REUTERS/Nacho Doce/File Photo

Un componente clave del BHAP es el impulso financiero destinado a su implementación. Un grupo de fundaciones filantrópicas anunció la creación de la Climate and Health Funders Coalition, con un compromiso inicial de 300 millones de dólares. Este financiamiento abre oportunidades concretas para América Latina, especialmente en adaptación, investigación aplicada y fortalecimiento de capacidades.

Sin embargo, este avance contrasta con algo preocupante: la ausencia de representantes del Ministerio de Salud de Perú en la COP30. Esta ausencia debilita nuestra capacidad para defender prioridades sanitarias en espacios donde se toman decisiones que afectarán directamente a la población. Lo venimos diciendo desde hace ya algunos años: la participación de los representantes del Ministerio de Salud es indispensable y no puede seguir quedando relegada.

El financiamiento internacional abre oportunidades
El financiamiento internacional abre oportunidades para investigación e innovación en salud ante el cambio climático. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lamentablemente, la COP30 no cerró con los acuerdos que la urgencia climática demanda. No hubo un compromiso claro para reducir y eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles, la principal causa del calentamiento global. Debemos ser claros: la adaptación es esencial, pero no será suficiente si no avanzamos con firmeza en mitigación. Adaptar sin mitigar es intentar apagar un incendio con un vaso de agua. Aun así, el BHAP ofrece tres aportes fundamentales para la región: valida la evidencia que hemos construido durante años, abre oportunidades para integrar la salud en las estrategias climáticas nacionales y proporciona un impulso político y financiero para acelerar la transformación hacia sistemas de salud más preparados, equitativos y resilientes.

En medio de una crisis climática que se acelera, el BHAP marca un punto de inflexión. Es una oportunidad real para convertir recomendaciones en acciones concretas y garantizar que América Latina esté mejor protegida frente a los impactos del cambio climático en la salud.