La cocina Nikkei transformó su vida: Jason Yamaguchi viajó al Perú y descubrió una historia que también era la suya

Criado entre diversas culturas, sabores y memorias, el chef convirtió su historia familiar en un menú de comida rápida con alma: wraps, tazones y fusiones Nikkei que cuentan más de lo que parece

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Su viaje a Perú le
Su viaje a Perú le permitió conectar con la cocina Nikkei, una fusión natural para él por sus raíces japonesas. (Composición: Infobae /captura de pantalla)

En la calle principal de Corona del Mar, en Estados Unidos, entre la brisa del Pacífico y el paso de turistas, un ventanal ofrece más que comida para llevar. Desde allí, el chef Jason Yamaguchi entrega tazones, wraps y sabores que cruzan continentes. Su historia, sin embargo, no comenzó en una cocina de California, sino con un plato mexicano en un hogar del condado de Orange.

“Al crecer en el condado de Orange, estuve rodeado de la cultura latina toda mi vida”, contó Yamaguchi. Ese primer acercamiento a la cocina, a través de unos chilaquiles, marcó el inicio de una búsqueda que lo llevaría a explorar sus propias raíces. Su herencia japonesa no quedó relegada, sino que se amplió con cada viaje, especialmente en Perú, donde descubrió una tradición gastronómica en la que se reconoció de inmediato. “Al tener herencia japonesa y vivir aquí, la combinación de ambos sabores me pareció muy natural”, explicó.

La cocina Nikkei nació del encuentro entre inmigrantes japoneses y la despensa peruana. Esa relación comenzó a finales del siglo XIX con la llegada de los primeros migrantes al Callao, en un contexto diplomático que permitió el asentamiento de comunidades enteras. Lo que surgió en los mercados limeños no fue solo un intercambio de ingredientes, sino una nueva manera de cocinar: soja sobre ceviche, jengibre con ajíes, cortes precisos de pescado sobre arroz con quinua. Yamaguchi encontró ahí una inspiración profunda y la tradujo en Konpa Nikkei, un restaurante que se presenta como comida rápida, pero en el que cada plato tiene una historia.

Un nombre que invita a comer juntos

La tradición Nikkei peruana le
La tradición Nikkei peruana le ofreció un modelo profundo y sofisticado de fusión gastronómica. (Composición: Infobae / captura de pantalla Konpa Nikkei)

El nombre Konpa Nikkei no fue una elección casual. Nació de una frase que escuchó muchas veces en su infancia. “Konpa-Konpa”, decía su abuela, como una invitación informal para sentarse a la mesa. En esa palabra hay memoria, idioma y calidez familiar. Yamaguchi quiso traer todo eso a su nuevo local en la East Coast Highway.

“La comida inspiradora debe contar historias. Konpa es mi historia de familia, de cultura y de viajes”, explicó. En el pequeño espacio del restaurante, un mostrador largo permite a los comensales ver de cerca cómo se prepara cada tazón. La cocina está abierta, sin barreras, como los sabores que propone. La oferta del menú combina influencias peruanas, japonesas, argentinas y hawaianas, todo desde un enfoque práctico y accesible.

Cada plato en Konpa Nikkei parte de una base. El cliente elige entre arroz de sushi, quinua peruana o ensalada mixta. A partir de ahí, el chef propone combinaciones pensadas como relatos gastronómicos. Uno de los más pedidos es el maki bowl, preparado con salmón, pepino, aguacate, sésamo, repollo encurtido, crema de yuzu y shio shoyu. Otra opción destacada es el Nikkei bowl, con kanpachi, aguacate, tomate, hojuelas de tempura, escabeche y lilikoi amarillo.

Los wraps, o makinui, se presentan como una alternativa práctica, con ingredientes frescos envueltos en arroz y alga nori. El makinui citron contiene sashimi de salmón, repollo encurtido, aguacate y maracuyá, generando un contraste de sabores entre lo ácido y lo dulce. Los precios de los tazones y wraps oscilan entre $15 y $20, mientras que los acompañamientos se ofrecen desde $4.

Sabores de Hawai y del Perú

La migración japonesa a Perú
La migración japonesa a Perú en 1899 trajo consigo una adaptación culinaria que evolucionó hasta convertirse en la cocina nikkei. (Composición: Infobae)

Parte del menú también refleja la experiencia que Yamaguchi adquirió en O’ahu, trabajando junto a su tío Roy Yamaguchi, una figura destacada en la cocina de fusión hawaiana. De esa etapa surgieron propuestas como el spam musubi o la ensalada de macarrones con zanahoria rallada y mayonesa kewpie. Pero también incluyó un guiño al Perú: el lomo saltado musubi. Este platillo, que envuelve costillas de res con papas y salsa de tomate en arroz y nori, reúne dos tradiciones culinarias lejanas en geografía pero cercanas en ingenio.

“Queríamos mejorar la experiencia de comida para llevar para que la gente pueda obtener pescado increíblemente fresco, procesado cada mañana, por $20 o menos”, indicó Drew Sciarra, gerente general de Konpa Nikkei. Esa apuesta por calidad accesible y rapidez busca posicionarse en una zona donde la competencia exige innovación y constancia

Más allá de la cocina, Konpa Nikkei funciona como un espacio íntimo, casi autobiográfico. “Creé este espacio basándome en mis experiencias”, aseguró Yamaguchi. Cada plato es resultado de una vivencia concreta: un viaje a Perú, una conversación con su abuela, una tarde en la cocina de O’ahu. El local atrae a una clientela diversa, pero muchos de los que llegan lo hacen por segunda o tercera vez. Durante una tarde reciente, varios clientes habituales se acercaron a la ventanilla para recoger su plato favorito.

Yamaguchi observa esa conexión con atención y gratitud. Sabe que cada combinación que propone en el menú tiene resonancia no solo en su historia, sino también en la de quienes reconocen en los sabores algo familiar, aunque venga de muy lejos. Perú, en ese mapa personal, no aparece como una influencia más, sino como un cruce de caminos donde la cocina japonesa encontró una nueva manera de expresarse.