Red eléctrica al borde del colapso: 70% de incendios en hogares son de origen eléctrico, pero se requieren US$31.000 millones para solucionarlo

Bomba de tiempo en los hogares peruanos. El país enfrenta una crisis silenciosa en su infraestructura energética, mientras el envejecimiento de sistemas y la informalidad en instalaciones crean un escenario de peligro latente en toda regla

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El 71% de las viviendas
El 71% de las viviendas peruanas fue construido sin asesoría técnica, lo que incrementa el riesgo eléctrico.

La infraestructura eléctrica en el Perú enfrenta hoy desafíos urgentes y complejos. Un análisis de la realidad urbana revela que el 71% de las viviendas ha sido construido a través de procesos de autoconstrucción progresiva, es decir, por los propios ciudadanos y sin asesoría técnica ni planificación profesional.

Este panorama estructura una base vulnerable: las instalaciones eléctricas presentes en la mayoría de los hogares no sólo carecen de criterios técnicos, sino que además presentan un envejecimiento acelerado. Según la Asociación de Empresas de Productos Eléctricos del Perú (EPEI Perú), para 2025 más del 70% de los sistemas eléctricos domiciliarios tendrá más de 20 años de antigüedad.

Perú enfrenta crisis eléctrica por infraestructura obsoleta

La preocupación aumenta al considerar los cambios en el estilo de vida y el crecimiento exponencial del consumo eléctrico. Hace varias décadas, un hogar promedio utilizaba apenas un puñado de artefactos eléctricos. Hoy, ese número supera los 50 dispositivos, muy por encima de los 7 electrodomésticos habituales en los años noventa.

Los sistemas eléctricos internos, diseñados para demandas mucho menores, no han evolucionado al mismo ritmo, provocando sobrecargas, deterioro de componentes y, en muchos casos, el uso masivo de productos de baja calidad adquiridos en canales informales, según explica Alex García, Gerente General de INDECO by Nexans.

La consecuencia directa es el incremento del riesgo y la siniestralidad. El 70% de los incendios urbanos en el país tiene origen eléctrico, según datos de Osinergmin. Las causas son principalmente instalaciones antiguas, materiales poco adecuados y soluciones informales que representan, en apariencia, un ahorro a corto plazo, pero significan un peligro permanente, tanto en daños materiales como en potencial de tragedias humanas.

El consumo eléctrico en hogares
El consumo eléctrico en hogares peruanos se multiplicó, pero las instalaciones siguen obsoletas y sobrecargadas.

Osinergmin alerta sobre urgencia de modernizar red eléctrica en Perú

García señala que la necesidad de modernizar la infraestructura eléctrica es hoy una prioridad impostergable. Mientras la demanda de electricidad avanza aceleradamente, una parte importante de la red interna y externa se sostiene en materiales y prácticas que están lejos de los estándares modernos de seguridad y eficiencia.

Así, el retraso tecnológico y el bajo recambio de elementos esenciales, como tableros de distribución, protecciones, conductores y tomacorrientes, eleva la exposición de las familias a accidentes y fallas críticas.

El desafío no se resume únicamente a una mejora en la seguridad. La modernización significa también preparar al país para el futuro, en un contexto donde el consumo eléctrico continuará creciendo y la introducción de nuevas tecnologías será cada vez más habitual. Invertir en esta actualización profunda es una acción estratégica, asevera el experto.

La falta de recambio de
La falta de recambio de componentes eléctricos esenciales agrava la vulnerabilidad de la infraestructura nacional.

El 70% de incendios urbanos en Perú tiene origen eléctrico

Osinergmin estima que serán necesarios alrededor de 31.000 millones de dólares para subsanar y mantener en óptimas condiciones la cadena de valor de la red eléctrica peruana. Este monto, si bien significativo, se traduce en una infraestructura más resiliente y eficiente, capaz de soportar la creciente exigencia de usuarios residenciales, comerciales e industriales.

Urge, entonces, abrir el debate sobre el estado actual de las instalaciones eléctricas y actuar para asegurar que el suministro sea seguro y confiable en todo el territorio, advierte García. Modernizar no solo reduce los riesgos y salva vidas, sino que forma parte esencial del desarrollo nacional.

Finalmente, el reporte de INDECO precisa que electricidad impulsa el día a día de las familias y la actividad empresarial, pero solo podrá ser un aliado real si se apoya en redes y sistemas renovados, competentes y a la altura de las necesidades contemporáneas. El momento para avanzar es ahora.