Juan José Santiváñez acusado de presunta corrupción y sobornos para favorecer a clientes

El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, está en el centro de una fuerte controversia tras ser acusado de sobornos a jueces para favorecer a sus clientes. Las acusaciones provienen de dos testigos protegidos que lo señalan directamente por presuntamente haber pagado grandes sumas de dinero para influir en las decisiones judiciales.

Según el programa Cuarto Poder, los testigos proporcionaron detalles precisos, incluyendo audios, videos y documentos que implican al ministro en estas supuestas irregularidades ocurridas mientras desempeñaba su labor como abogado litigante.

Uno de los casos más destacados en las denuncias incluye una presunta reunión entre Santiváñez y el general de la Policía Nacional, Héctor Javier Petit Amesquita, en 2020.

Según los testimonios, el ministro solicitó la suma de S/ 64,000 para evitar medidas coercitivas contra el general en un proceso judicial relacionado con compras irregulares de material durante la pandemia.

Los testigos han presentado evidencia de que el dinero fue entregado en efectivo durante una reunión en la oficina de Santiváñez, lo que añade credibilidad a las acusaciones. Además, el caso del capitán Francisco Johnny Arévalo Quispe, vinculado al caso “El Escuadrón de la Muerte” y recluido en prisión preventiva, también está involucrado en las denuncias.

Un testigo asegura haber escuchado conversaciones telefónicas entre Santiváñez y una persona identificada como Dra. Enma Benavides, supuestamente relacionada con la familia de la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides. Según el testigo, el Ministro del Interior solicitó ayuda para influir en los jueces a cambio de dinero, mencionando incluso que la jueza Benavides sería la intermediaria en estos acuerdos.

Las acusaciones también apuntan a Yessenia Stefany de la Cruz Rivas, administradora en el estudio de abogados de Santiváñez, quien presuntamente participó en las gestiones para sobornar a jueces del Ministerio Público y el Poder Judicial.

Además, se reveló que Santiváñez habría solicitado a De la Cruz Rivas que ocultara su computadora y dispositivos electrónicos, ya que contenían información que podría perjudicarlo.

En respuesta a estas acusaciones, el Ministro del Interior, Juan José Santiváñez negó categóricamente las imputaciones y las calificó de falsas. Pero lo que llamó la atención fue la revelación sobre cómo obtuvo el contenido del reportaje antes de su emisión.

Sol Carreño, la periodista que condujo la entrevista, inició el cuestionamiento señalando que el reportaje incluía testimonios de testigos protegidos que lo acusaban de solicitar dinero para influir en decisiones judiciales. “¿Usted ha pedido alguna vez dinero a sus clientes para algo distinto a lo que es su labor?”, preguntó Carreño al principio.

Santiváñez, visiblemente incómodo, comenzó su respuesta asegurando que las acusaciones eran infundadas. “Quiero hacer una corrección”, dijo, Santiváñez aclarando que, aunque había visto los reportajes en los medios, las acusaciones eran totalmente falsas. Sin embargo, cuando Carreño le preguntó sobre la filtración de información antes de que fuera emitida, las cosas tomaron otro rumbo.

La comunicadora insistió: “¿Cómo sabe usted de los detalles del reportaje si no lo ha visto?”, cuestionando cómo el ministro había obtenido detalles sobre el contenido de un reportaje que aún no se había transmitido. Santiváñez respondió que había hablado con su equipo de prensa, quien le había informado sobre lo que incluiría el reportaje.

Sol rápidamente le exigió claridad: “¿Puede mostrarnos el chat de quién le compartió el texto? ¿Quién le pasó esta información?”, algo que Santiváñez no pudo justificar completamente. “Lo que me compartieron fue información de lo que ustedes iban a pasar”, afirmó el ministro, pero Carreño dejó claro que esto no justificaba el acceso anticipado a un documento privado de un medio de comunicación.

“Eso significa que alguien está interviniendo la computadora de Cuarto Poder para pasárselo”, replicó Carreño, quien insistió que lo que Santiváñez decía no era plausible. Al no obtener una respuesta clara de su parte, la comunicadora preguntó nuevamente: “¿Quién le pasó el texto, ministro?”.

Santiváñez se defendió diciendo que no sabía exactamente quién lo había compartido, pero insistió en que la información le había llegado a través de su jefa de comunicaciones. Sin embargo, esta última desmintió que fuera ella quien se lo hubiera enviado. “Mi directora de comunicaciones nos acaba de decir que no le ha mandado el texto”, aseguró Carreño.

Este intercambio dejó más preguntas sin respuestas claras y aumentó la desconfianza. Santiváñez, por su parte, insistió en que no hubo filtración ilegal, pero Carreño continuó destacando lo grave de la situación: “Un ministro del Interior tiene en su poder un texto de un reportaje de un medio, que aún no ha sido emitido, ¿y usted no cree que eso sea grave?”, cuestionó.

Santiváñez, visiblemente irritado por las interrogantes, mantuvo su postura: “Yo he ejercido mis derechos. Si me están acusando injustamente, tengo todo el derecho de defenderme”. Luego, Carreño lo confrontó con una serie de acusaciones adicionales, entre ellas las de haber solicitado sobornos a cambio de favores judiciales. Santiváñez negó rotundamente cada uno de los puntos mencionados.

Carreño, en su última intervención, le recordó al ministro que su trabajo como funcionario público debería ser un ejemplo de transparencia y legalidad, y que si las acusaciones eran falsas, lo correcto sería una desmentida clara. Santiváñez, por su parte, insistió en que todo lo que se decía en su contra era una campaña para desprestigiarlo.

El ministro terminó la entrevista reafirmando que no tiene nada que ocultar y que está dispuesto a defender su honor a través de los canales legales correspondientes. Mientras tanto, la polémica sobre la filtración de información sigue generando dudas y cuestionamientos sobre la transparencia de la gestión de Santiváñez en el Ministerio del Interior.