En el distrito de Vegueta, los agentes de la comisaría hallaron tres cuerpos sin vida en el cerro de la playa Atahualpa, en el sector conocido como Tres Piedras, en Huacho. Las víctimas, identificadas como Ángel Pinto Penadillo y Jonathan Sánchez Espinoza, presentaban múltiples impactos de bala, mientras que el tercer cuerpo aún no ha sido identificado. Según las autoridades, el crimen podría estar vinculado a una disputa por terrenos en la zona, donde se han registrado frecuentes enfrentamientos.
Durante la investigación, el Departamento de Investigación Criminal encontró siete casquillos de bala calibre 380 en el lugar del crimen. Sin embargo, no se hallaron cámaras de seguridad que pudieran haber captado el incidente, lo que complica las labores de esclarecimiento de los hechos y la identificación de los responsables de este triple homicidio.
Las autoridades locales han señalado que las disputas por terrenos en el área han sido motivo de constantes conflictos, lo que refuerza la hipótesis de que el asesinato podría estar relacionado con estas conflictos. Los investigadores continúan realizando las diligencias necesarias para esclarecer el caso y llevar a los responsables.
La comunidad de Vegueta se encuentra conmocionada por el suceso, y las autoridades han intensificado la vigilancia en la zona para prevenir nuevos incidentes.
La Policía no descarta que este triple asesinato esté relacionado con los recientes hechos delictivos ocurridos en la zona de Medio Mundo, donde un ataque a balazos dejó dos heridos en plena vía pública.
En el Perú, durante los últimos meses, se ha observado una evolución preocupante en las modalidades de sicariato, criminalidad y extorsión. El sicariato, antes concentrado en ajustes de cuentas entre bandas, ahora se extiende a la población civil, incluyendo pequeños comerciantes y emprendedores que se niegan a pagar cupos de extorsión. Se ha reportado un incremento en el uso de motocicletas para perpetrar estos crímenes, dificultando la identificación y captura de los responsables.
La extorsión, por su parte, se ha diversificado. Además del cobro de cupos a negocios, se observa un aumento en las extorsiones a través de medios digitales, como llamadas telefónicas con amenazas o mensajes intimidatorios a través de redes sociales.
En cuanto a la criminalidad en general, se registra un aumento en los robos, asaltos y hurtos, tanto en la vía pública como en domicilios. La modalidad del “raqueteo”, que implica el robo bajo amenaza con armas blancas o de fuego, se ha vuelto frecuente en zonas urbanas. También se observa una mayor presencia de bandas organizadas que operan en diferentes distritos, dedicadas al tráfico de drogas, la trata de personas y el contrabando.
Según datos mostrados en el ‘Barómetro de Seguridad’ y apoyado en datos de la encuestadora Ipsos. Las estadísticas muestran que, a nivel nacional, el 76 % de ciudadanos consideran que no se sienten seguros en las calles, mientras que el 22 % sí se siente seguro.
Según el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), alarmantes números consolidan a 2024 como el año más sangriento en el país desde 2017, marcando un aumento significativo en los índices de criminalidad. Solo hasta noviembre, se han registrado 1.702 homicidios, lo que representa un incremento de 186 casos respecto a 2022 y un preocupante 14% más en comparación con los 1.487 homicidios reportados el año pasado.
Canales de ayuda
Las víctimas de exotrión podrán contactarse con los siguientes números para recibir ayuda de las autoridades:
- Línea 111: Servicio gratuito y confidencial para denunciar de manera inmediata cualquier acto de extorsión. Además, podrá recibir ayuda oportuna por parte de la Policía Nacional del Perú.
- 105: Línea de la Policía Nacional del Perú. El uso indebido de esta vía de comunicación supone el pago de una multa de hasta S/19.800 o la cancelación del servicio.