Semana Santa: así se celebran estas fechas en Ayacucho, la ciudad más católica del Perú

Estas celebraciones católicas van más allá de lo religioso; es una manifestación cultural que refleja la identidad y la fe de su gente.

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La rica tradición de Ayacucho
La rica tradición de Ayacucho durante la Semana Santa resalta su designación como Patrimonio Cultural de la Nación, fusionando fe y cultura en una experiencia única. (Andina)

Uno de los países más católicos de toda Sudamérica es el Perú, país sin lugar a dudas. Y es que a pesar de ser una nación laica, por ley, lo cierto es que gran parte de su población profesa el cristianismo y celebra sus fiestas con mucho fervor.

Precisamente ahora que estamos ad portas de comenzar una nueva Semana Santa, hay un lugar en nuestro territorio en el que esta celebración religiosa parece encontrar un lugar especial entre sus ciudadanos.

Este sitio es Ayacucho y aquí la Semana Santa se convierte en una experiencia única que fusiona la fe religiosa con la riqueza cultural de la región. Y en reconocimiento a la importancia histórica y cultural de esta celebración, el Ministerio de Cultura, otorgó a esta ciudad el título de Patrimonio Cultural de la Nación en octubre de 2022.

Este merecido reconocimiento es un testimonio del profundo significado que la Semana Santa tiene para la población local y su importancia en el calendario festivo del país.

Y Huamanga más precisamente, conocida también como la ‘Ciudad de las 33 iglesias’, se convertirá en el epicentro de las actividades organizadas por el Arzobispado de Ayacucho, atrayendo a creyentes y turistas de todas partes.

Todo se inicia el Domingo de Ramos

Las misas y bendiciones marcan
Las misas y bendiciones marcan el comienzo de la Semana Santa en Ayacucho, destacándose el fervor religioso y la participación comunitaria en el Domingo de Ramos. (Andina)

La celebración comienza el Domingo de Ramos, marcado por misas y bendiciones de palmas y ramas de olivo en las iglesias locales. Por la tarde, la comunidad se reúne frente al monasterio de Santa Teresa, entonando cánticos en quechua mientras espera la procesión del Señor de Ramos.

El Miércoles Santo, conocido como el Miércoles del Encuentro, es testigo de la impresionante “Procesión del encuentro”. Esta representación teatral recorre las calles de Huamanga, escenificando el encuentro entre Jesús, la Virgen María, San Juan y La Verónica. Las alfombras florales decoran el camino, creando un espectáculo visual único.

Fin de semana santo

La representación del Miércoles Santo
La representación del Miércoles Santo captura el espíritu de Ayacucho, con la "Procesión del encuentro" que atrae a lugareños y turistas por su carga simbólica. (Andina)

El Jueves Santo se caracteriza por la ausencia de procesiones de imágenes veneradas, centrándose en la celebración de la misa de consagración de los santos óleos y la adoración eucarística en las parroquias y capellanías de la ciudad. El lavado de pies a doce mendigos y la visita a los siete templos son parte de las tradiciones de este día.

El Sábado de Gloria destaca por la peregrinación mariana al santuario de Quinuapata y la preparación para la procesión del Domingo de Pascua de Resurrección. Los mayordomos del Señor de Pascua de Resurrección recogen los adornos necesarios para la celebración.

Cristo resucitado

El clímax de la Semana Santa
El clímax de la Semana Santa se vive en Ayacucho con la procesión del Cristo resucitado, un momento de júbilo que congrega a miles. (Andina)

Finalmente, el Domingo de Pascua de Resurrección marca el clímax de la Semana Santa, con la procesión del Cristo resucitado, una estructura monumental que representa la resurrección de Jesús. Esta obra maestra de cera y eucalipto es el centro de atención de la festividad, atrayendo a miles de personas para presenciar su majestuosa aparición.

Con sus impresionantes procesiones, rituales sagrados y espectáculos teatrales, esta festividad continúa cautivando a quienes tienen el privilegio de presenciarla, año tras año. Es un testimonio vivo de la fe y la identidad de un pueblo que ha mantenido viva su tradición durante siglos, convirtiéndose en un símbolo de la esencia misma de la Semana Santa en el Perú.