Ejecutivo anuncia medidas ante terremoto de 8.8 en Lima: ¿qué harán y cuántos años de silencio sísmico hay?

Lima es la zona en el país con mayor acumulación de energía sísmica, la cual sigue incrementando ante la ausencia de terremotos. Si bien en las últimas semanas se han sentido pequeños movimientos de magnitud de 4 o 5, de acuerdo al Instituto Geofísico del Perú (IGP), estos no impedirán que se desarrolle un sismo de 8.8 grados en la capital.

Es decir, se espera uno mucho más fuerte que el ocurrido en 2001 en el sur del Perú, el cual fue de magnitud 6.9 y dejó un saldo de 74 muertos, 2.689 heridos, más de 21 mil damnificados, 64 desaparecidos, 35.601 viviendas afectadas y 17.584 casas destruidas.

Al respecto, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, anunció que un grupo de ministros se enfocará en impulsar las acciones y políticas públicas de prevención ante la llegada de este evento.

“Es decir, se va a asignar un presupuesto especial para preparar y trabajar con la población, especialmente con los gobiernos regionales frente a la llegada de un gran sismo que podría arribar al Perú”, aclaró.

El jefe del IGP, Hernando Tavera, precisó que el silencio sísmico en Lima es de más de 275 años, ya que el último movimiento reportado con magnitud elevada data de 1746. Asimismo, indicó que si bien no se puede precisar los distritos que terminarían siendo los más afectados, se estima que serían aquellos que cuenten con edificaciones realizadas con materiales inadecuados y sin supervisión.

“Son las zonas populares que tienen el mayor porcentaje de viviendas autoconstruidas y ocupando suelos que no son los adecuados”, precisó en diálogo con Andina.

Aunque son muchas las personas que aseguran que los temblores pueden ayudar a que la energía se libere y así evitar un terremoto, el representante del IGP lo descartó.

“Los sismos de magnitud 4 solamente producen rupturas de milímetros, mientras que los sismos de magnitud elevada producen una ruptura de 200 o 300 km de longitud. Entonces, no hay nivel de comparación”, mencionó.

“Cuando las placas tectónicas tienen dificultades en su desplazamiento y empiezan a deformarse y retroceder, ocurre un acoplamiento y allí se forman protuberancias. Entonces, tiene que existir un mayor esfuerzo para vencer esas resistencias y es allí cuando se producirían los próximos sismos de magnitud”, agregó.

Frente ello, instó a la población a tomar en serio los simulacros y tomar las medidas preventivas del caso, como el tener una mochila de emergencia a la mano. Asimismo, advirtió que también están en riesgo Áncash, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna.

“Somos un país altamente sísmico, y tenemos que entender que los sismos no entienden de pandemia, simplemente ocurre cuando tienen que ocurrir, y tenemos que estar siempre preparados”, manifestó y recomendó que, “si no podemos agacharnos durante un movimiento telúrico, bajemos lo más que podamos y mantengámonos lejos de ventanas u objetos que nos puedan caer encima”.

El titular del IGP mencionó que el país tiene en marcha el proyecto de Sistema de Alerta Sísmica, el cual ayudará a que las personas puedan ser alertadas en caso de sismo. Si bien este sistema entró en funcionamiento en el 2020, estaría terminado en mayo del 2024, luego de las pruebas y evaluaciones respectivas.

“Estamos colocando 106 sensores a lo largo de la zona costera. Cuando ocurra el sismo, vamos a poder dar una alerta inmediata a las zonas urbanas. Las ondas de comunicación viajan a velocidades mayores a 300 kilómetros por segundo y las ondas de los sismos viajan a 6 kilómetros por segundo. Esa diferencia de velocidad es la que estamos utilizando para alertar a la población, es decir, nos da una ventaja de unos 10 segundos para que la gente se proteja”, manifestó.

“Si el sistema de alerta hubiera funcionado en el terremoto de Pisco del 2007, la alerta para Lima hubiera llegado 40 segundos antes. Es como un aviso de que están en camino ondas sísmicas que sacudirán el suelo y eso ayuda a que la gente se ponga a buen recaudo”, agregó.