Cómo fueron los últimos años de vida de Pedro Suárez Vértiz, contado por Edward Málaga

La muerte de Pedro Suárez Vértiz conmocionó a sus miles de fans y amigos más cercanos. Edward Málaga, actual congresista de la República por el Partido Morado, compartió varios años de su infancia al lado del músico, con quien estudió en un colegio de Lima.

Por este motivo, el parlamentario, que es neurobiólogo de profesión, siempre estuvo cerca al compositor. En una entrevista con RPP, dio detalles de los últimos años de vida del exlíder de Arena Hash. Además, confesó que fue él la persona que le recomendó que vaya a ver al neurólogo cuando le aparecieron los primeros síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica.

“Uno o dos años antes que se le diagnosticara (su enfermedad), yo había venido de visita, porque yo vivía fuera, pero le sentí una pequeña molestia al hablar, entonces le dije que parecía que era un trastorno motor, por lo que le recomendé que se vaya a ver al neurólogo”, señaló.

Al inicio, Pedro Suárez Vértiz solo perdió la movilidad de algunos músculos de la cabeza, algo que me impidió seguir ejerciendo su carrera como músico. Sin embargo, él sabía que con el tiempo iba a ir perdiendo varias funciones motoras de su cuerpo. Fue así que con el transcurrir de los años, unos ocho, sus extremidades le empezaron a fallar.

“Con el tiempo se fue extendiendo a sus extremidades, con el tiempo me refiero a unos ocho o siete años, ya han pasado casi 15 desde que le diagnosticaron ELA. Ha sido un proceso paulatino que nos ha permitido, a los que estábamos cerca, acostumbrarnos. Pedro perdió paulatinamente el habla, pero luego de perder el habla, todavía seguía haciendo sus cosas, manejaba y escribía por el teléfono”, precisó.

Lamentablemente, la enfermedad siguió avanzando, por lo que en el último año y medio solo estuvo recostado en una cama, cumpliendo con diferentes actividades pese a la condición en la que se encontraba.

Edward Málaga reveló que Pedro Suárez Vértiz jamás se dio por vencido, ya que al ser una persona que creía en Dios, aceptó por completo que ese sería su destino y que viviría de esa manera hasta su último día de vida, por ello, nunca se dio por vencido y siguió haciendo sus actividades a través de una tablet que tenía reconocimiento ocular.

“Su manera de escribir era a través de una tablet de reconocimiento ocular, que lo que hacía era fijar la palabra en una letra y así empezaba a escribir. Vivía en un mundo especial, él estaba aislado en un cuerpo que ya no le respondía. Aquí lo que hay que destacar la humanidad y la valentía, porque una persona que se encuentra en esa situación es presa del pánico, la angustia, la ansiedad”, indicó.

“A pesar de su dificultad para comunicarse, Pedro siempre te hacía bromas, no había perdido su esencia. Él era muy creyente en Dios, en su familia, él creía que había que aceptar su destino y esa fe le permitió prevalecer”, sentenció.