Conciertos y partidos de fútbol. En ambas actividades, según múltiples denuncias, Pamela Cabanillas estafó a miles de personas en conciertos en el Perú.
Sin embargo, tras una largo seguimiento de varios días por la Policía de España, país a donde fugó hace unos meses, los efectivos españoles pudieron capturarla para su posterior extradición al suelo peruano.
La joven de 18 años es acusada de clonar entradas y venderlas a fanáticos de Daddy Yankee y Bad Bunny, meses atrás, para los eventuales conciertos de los artistas en el país. Ahora, deberá volver al territorio peruano a cumplir una prisión preventiva en un penal de Lima.
Las autoridades españolas creen que la muchacha de 18 años llegó a sentirse “intocable e impune” y que, como evidencia de ello, publicaba imágenes en sus redes sociales paseando por Europa, como si no estuviera procesada por ningún delito.
Llegó al punto de burlarse, incluso, de las acusaciones en su contra y el reclamo de los afectados, autodenominándose ‘Mommy Yankee’.
La forma en la que fue captura Cabanillas también es otra prueba de que no esperaba ser capturada, pues fue detenida paseando totalmente despreocupada por unas calles del distrito de Carabanchel, en España.
“No opuso resistencia. No deja de ser una chica de 18 años. La Policía en España no practica nunca detenciones a soles y no se les da opción a que tampoco pongan resistencia ni que sean violentos. Eso no quita que ella estuviera sorprendida, porque, al fin de cuentas, como ella misma ha manifestado en redes sociales en varias ocasiones, se consideraba huida en España e intocable”, contó la inspectora española Vanessa Arriet.
“Durante los meses que ha estado residiendo en España ha sido objeto de una detención previa por un delito de hurto, que es un delito menor contra la propiedad, pero al ser su primera vez fue liberada”, detalló la detective.
Sus delitos
El pasado 17 de de noviembre de 2022, Pamela Cabanillas fue detenida en España por robar ropa. La presunta timadora fue capturada cuando se encontraba hurtando prendas de vestir en la conocida tienda por departamento H&M, en Madrid.
Además, ella a más de 10 mil personas para los conciertos de Daddy Yankee y Bad Bunny. Era una estructura que, a partir de una entrada original, sacaban infinitas copias para la reventa.
Tuvo en su poder unos boletos originales y ante la desesperación de los seguidores de los cantantes por conseguir un ticket usó las redes sociales para empezar a ‘revender’. Ingresó a grupos de Facebook que buscaban entradas y así comenzó a timar a los fanáticos. No tuvo problemas en engañar a conocidos influencers para que la ayuden -sin saber- en su plan ilícito.
Gran vida
En sus redes sociales, que luego cerró, Cabanillas aceptó que con el dinero robado se estaba dando una vida de lujos, asistiendo a los mejores restaurantes y comprando ropa de marca.
“Soy una persona que le gustan mucho las zapatillas, vestirse bien, comprarse ropa cara, salir a comer a lugares caros, tomar buenos tragos, soy de esas personas”, manifestó en un video.
Agregó que no iba a devolver lo robado porque ya no tenía ni un sol. Prometió entregarse a las autoridades europeas, en una carta, pero esto no sucedió porque, según ella corría en peligro su integridad.
Su último mensaje
Lo que llamó mucho la atención es que a pocos minutos de ser capturada por las fuerzas del orden, la joven hizo uso de sus redes sociales para dejar un enigmático mensaje.
“No me hables de lealtad. Yo todavía sigo guardando secretos de gente que ahora mismo están ensuciando mi nombre”, se lee en la imagen que publicó Pamela Cabanillas, acompañado de la descripción: “Y muy bien guardados esos secretos, así que shhh (silencio)”, escribió en dicha plataforma digital.
No es la primera vez que la joven utiliza sus redes sociales, pues en varias ocasiones desafió a las autoridades y a su suerte, al compartir fotografías de su “vida de lujos” en el país europeo.
En un plazo de tres meses
Según la declaración del coronel, López Aedo, jefe de la Interpol, la sindicada estaría llegando a suelo peruano en el plazo máximo de tres meses, donde deberá cumplir en un penal de Lima una orden judicial de prisión preventiva por 18 meses.
“En un plazo de 2 a 3 meses estaría en Lima. Dos efectivos de Interpol irán por ella a Madrid. Se ha culminado con la intervención policial, luego será entregada a las autoridades judiciales. Posteriormente, se realizarán las diligencias preliminares como la toma de declaración”, precisó Aedo.