Liderazgo de servicio: ¿cómo puedo ayudar?

New Amsterdam cuenta la historia de un director médico que ingresa para promover cambios profundos en una cultura enquistada. La trama muestra su estilo de conducción, la construcción de un equipo de mandos medios y un modelo de mejora continua. Aquí, algunas ideas que pueden servir para las empresas

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La serie New Amsterdam cuenta la historia de un director médico que ingresa para promover cambios profundos en una cultura enquistada y, en algún sector, incluso corrupta.

La trama muestra su estilo de liderazgo, la construcción de un equipo de mandos medios y un modelo de mejora continua que merecen nuestra atención. Aquí desarrollo algunas ideas sobre su estilo de liderazgo, que bien pueden servir para tu organización o empresa.

Encontramos en la serie un líder con propósito claro, objetivos que marcan el norte de la organización y valores que orientan el rumbo. Un líder empático, ágil, colaborativo y vulnerable. Humilde al reconocer errores, que no todo lo sabe y que pregunta. Con debilidades explicitas y motivado por aprender y superarse. Se arriesga al cuestionar a las autoridades del hospital y al decano de la universidad, es decir sus jefes. Enfrenta la posibilidad de perder el trabajo porque no está dispuesto a ceder en sus valores y sus convicciones acerca de cómo se debe gestionar el hospital.

Promotor de equipos autónomos, que sean capaces de tomar decisiones solos y en equipo. Desafiando a quienes no tiene los valores requeridos por la organización y decidido a expulsarlos. Sólo los leales, orientados al paciente y con vocación de servicio ocuparán roles de jefatura para impulsar el nuevo modelo cultural. Pretende cambios radicales con resultados inmediatos y para eso necesita aliados, socios internos (cualquier semejanza con tu empresa es pura coincidencia). Es provocador y desafiante para generar cambios profundos que contagien a otros a abrazar el cambio. Camino difícil y solitario por momentos el del número uno de la organización, pero con un propósito claro: enfocarse en los pacientes, salvar vidas con un servicio de excelencia médica.

A través de su rol, se autohabilita a armar una estructura y un modelo de gestión centrado en la experiencia del paciente que le permita cumplir su sueño, asociando su propósito a la misión de la organización. Liderazgo de valores compartidos con su equipo, contagia su energía para sortear adversidades y hacer foco en lo importante. Alienta a su equipo a promover ideas y facilita su implementación, desde sacar la sala de espera en la guardia, hasta incluir dieta saludable para los trabajadores. Todas ideas de su equipo de mandos medios. Con coraje, capaz de tomar decisiones impopulares. Y sí... ¡Es un líder!

Su frase de cabecera: ¿cómo puedo ayudar?

El nuevo director no se estanca en la adversidad, no busca culpables en las crisis, promueve la acción y el pensamiento creativo e innovador con la gran pregunta que abre mentes, baja resistencias y cataliza el cambio: ¿cómo puedo ayudar? Se pone al servicio de su gente, invierte el modelo de la pirámide organizacional. No espera que trabajen para él, sino que él trabaja para la estructura. Un detalle: no anda en traje, sino en ambo médico y zapatillas (porque le permiten moverse más rápido). Su imagen de medico común, inspira al resto a orientar su trabajo al paciente. Gran estrategia de su parte para lograr resultados.

Como coach de CEOs encuentro que el coraje y la visión estratégica son la fuente para la toma de decisiones en momentos de incertidumbre. El trabajo continuo y consistente genera la confianza necesaria para ser apoyado en momentos de crisis y adversidad El rol del CEO es clave en términos de confianza. Es una tarea de evangelización y contagio positivo a través de sus valores e integridad, que deben demostrarse cada día de gestión. No es tarea sencilla, ya que deben danzar equilibradamente entre su propia humanidad y la templanza que requiere el rol. Asumir riesgos y transmitir seguridad, un delicado maridaje que me apasiona acompañar y acompasar.

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