La promoción inteligente de exportaciones

Felipe Frydman

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El 5 de marzo el Gobierno aprobó por decreto 174 la nueva estructura de los ministerios con el propósito de recortar puestos, reducir gastos, evitar la superposición de tareas y dinamizar el funcionamiento de la organización. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto estuvo incluido en esta reestructuración, a pesar de que en los últimos dos años sufrió varios cambios principalmente en el área de negociaciones y promoción comercial con la supresión del aditamento "comercio internacional" y la creación de la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional. Con el propósito de adaptarse a los nuevos lineamientos, dictó la decisión 308/18 que describe las tareas de las áreas.

En el ámbito de la jefatura de gabinete se ratificó la Secretaría de Asuntos Estratégicos, cuya función es participar en el diseño y la ejecución de la estrategia de vinculación internacional del Presidente y el jefe de gabinete, y asistir al gabinete en el diseño de políticas públicas internacionales. Esta secretaría cumple respecto a Relaciones Exteriores un papel de definiciones políticas y de supervisión similar al de los vicejefes Mario Quintana y Gustavo Lopetegui respecto a los otros ministerios.

La creación de la Agencia originó en su momento una fuerte disputa entre la canciller Susana Malcorra y el ministro Francisco Cabrera por la coordinación de la política de promoción comercial y de inversiones. El Ministerio de Relaciones Exteriores desempeñó esa función desde 1991, cuando Domingo Cavallo incorporó el Servicio Económico y Comercial a la órbita diplomática para involucrar a los embajadores en el seguimiento del flujo comercial y los contactos con las empresas. La creación del Mercosur y la conclusión de la Ronda Uruguay constituyeron dos hitos notables en esos años que contribuyeron a fortalecer la diplomacia económica.

El organigrama incluye dos subsecretarías económicas. La primera estará dedicada a las negociaciones y la segunda elaborará las estrategias comercial y de promoción económica. El ministerio desempeñará, según está escrito, una tarea prioritaria en la participación en los grupos del Mercosur para profundizar el proceso de integración regional y la elaboración de estrategias de negociaciones comerciales, incluyendo la multilateral y bilateral.

Sin embargo, las funciones de las direcciones de Promoción Comercial e Inversiones y de Inteligencia (palabra de moda) Comercial son descritas en términos de participación y coordinación, y de acumulación de información, lo que subordina la formulación de los planes a otros ministerios y quizás la Agencia. El Ministerio de la Producción ha creado grupos sectoriales productivos con el fin de trabajar en conjunto con el sector privado para aumentar la competitividad dentro de los objetivos de promover la inserción, también inteligente, en las cadenas de valor global. La Subsecretaría de Estrategia Comercial debería cumplir un papel para encarar la difusión de esos objetivos y ampliar las perspectivas en diferentes mercados. Esta tarea consiste en los análisis del mercado, las condiciones arancelarias y no arancelarias de importación en terceros países, la detección de importadores para establecer contactos con las empresas argentinas.

La difusión de datos en línea elaborados por organismos internacionales contribuye a la preparación de estudios de mercado, pero habría que agregar que las representaciones diplomáticas deberían cumplir un papel importante para adicionar valor agregado en apoyo de los empresarios exportadores. La restricción impuesta a los funcionarios diplomáticos de evitar el contacto con las empresas limita las posibilidades de realizar un trabajo eficaz porque el conocimiento se origina en los actores productivos.

La reforma de la estructura hubiera sido una buena oportunidad para fusionar las actividades de la Agencia con las áreas competentes de la Cancillería, aprovechar sus recursos humanos y aunar esfuerzos en la promoción de las exportaciones argentinas en armonía con los objetivos de la reforma. La economía mundial está atravesando un buen momento, muestra también un crecimiento del comercio internacional. Este ciclo constituye una coyuntura favorable para coadyuvar a la inserción internacional y, por qué no, inteligente de la estructura productiva buscando un aumento de las cantidades pero también del número de empresas, para ganar experiencia y aprovechar las oportunidades.

El autor es diplomático.