Él fue Juan Carlos Bonilla Sánchez: comerciante trabajador fallecido por explosión en puente La Concordia

La víctima tenía quemaduras en más del 90 por ciento de su cuerpo; su hijo, de 21 años, continúa hospitalizado

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El comerciante Juan Carlos Bonilla
El comerciante Juan Carlos Bonilla Sánchez perdió la vida después de la explosión de pipa de gas el pasado 10 de septiembre (FOTO: DANIEL AUGUSTO/ CUARTOSCURO.COM)

La tragedia en el Puente La Concordia, en Iztapalapa, sigue cobrando vidas. La Secretaría de Salud de la Ciudad de México informó que el número de personas fallecidas por el choque y posterior explosión de una pipa de gas aumentó a 13.

En su cuenta oficial de X, @SSaludCdMx, detalló que “al corte de las 10:00 horas, lamentamos el fallecimiento de dos personas, con lo que suman 13 en total; se reportan 40 hospitalizadas y 30 dadas de alta”.

Uno de los más recientes decesos es el de Juan Carlos Bonilla Sánchez, un comerciante de 41 años que se encontraba en terapia intensiva en el Hospital General de Especialidades Dr. Rubén Leñero.

Su estado era crítico: tenía más del 90% de su cuerpo con quemaduras. Durante horas, los médicos intentaron estabilizarlo, pero finalmente no resistió.

Padre e hijo regresaban de la Central de Abastos

Familiar narra que encontraron a
Familiar narra que encontraron a Juan Carlos Bonilla y su hijo gracias a que una mujer los apoyó y los llevó al hospital (captura)

Juan Carlos viajaba aquel día junto a su hijo, Juan Ángel Bonilla Ochoa, de 21 años, cuando la pipa explotó en el puente La Concordia.

Ambos regresaban de la Central de Abasto, uno de los puntos neurálgicos del comercio capitalino. El estallido los alcanzó de lleno.

Mientras el padre fue trasladado de emergencia del hospital de Iztapalapa al Rubén Leñero por la gravedad de sus lesiones, Juan Ángel permanece internado en el mismo nosocomio, con pronóstico reservado. La familia se aferra a la esperanza de que pueda sobrevivir.

Un familiar relató al Heraldo de México un episodio que muestra la desesperación que se vivió aquella mañana: una mujer, al verlos heridos, los auxilió y los trasladó por su cuenta hasta el Hospital Vocacional 7 de Iztapalapa. “No llegaban las ambulancias, ella nos hizo el favor de llevarlos”, contó entre la conmoción y la impotencia.

El nombre de Juan Carlos se suma a la lista de víctimas de esta tragedia que mantiene en duelo a decenas de familias. El accidente, ocurrido el pasado 10 de septiembre, ha dejado cicatrices no solo físicas, sino también emocionales entre los habitantes de la zona, quienes recuerdan con horror el estruendo y las llamaradas que iluminaron la madrugada.

La Secretaría de Salud mantiene la atención en los 40 pacientes que permanecen hospitalizados, algunos en estado crítico. Mientras tanto, en Iztapalapa, la comunidad comerciante y vecinos de Juan Carlos lloran su partida, aferrándose al deseo de que su hijo logre salir con vida.