
La salud de Julissa, reconocida actriz, cantante y productora mexicana de 81 años, ha enfrentado complicaciones en los últimos meses. Debido a problemas de movilidad, ha optado por alejarse del ojo público y mantenerse en privado mientras recibe cuidados especiales por parte de su círculo más cercano.
Una de las mayores sorpresas provino de su exesposo, el también cantante Benny Ibarra, quien reveló que tanto él como su actual esposa, Lilia Blanco, se encargan del bienestar de Julissa. En una declaración reciente, explicó: “Mi esposa y yo vivimos con mi hijo Alejandro, sus hijos y Julissa. La casa que tenemos es enorme y la dividimos. De un lado ella, del otro nosotros y arriba mi hijo. Ahorita están remodelando la casa. Juli se fue a San Miguel de Allende mientras le arreglan su cuarto, sala y comedor”.

La convivencia se ha organizado de forma práctica y armoniosa. Benny detalló que, ante cualquier emergencia, Julissa puede llamarlos de inmediato. “Nosotros somos quienes la llevamos al doctor cuando tiene necesidad. Nada más cruzamos el patio y estamos con ella todo el tiempo que sea necesario. Tiene un timbre especial para llamarnos si necesita algo. Estamos ahí para ayudarla y cuidarla”.
Lilia Blanco, su esposa, reforzó la cercanía familiar que han construido: “Yo fui quien le compró el timbre con mucho cariño. Julissa tiene problemas de movilidad. A veces le cuesta trabajo caminar, pero está súper bien de su cabeza. Yo la quiero mucho. Es una persona extraordinaria. Tiene un corazón maravilloso. Es un gusto poder estar por si algo se le ofrece. Somos familia, a final de cuentas”.
Cuando se les preguntó cómo lograron establecer una convivencia tan cercana, Lilia fue directa: “Se llama ‘amor’ de parte de todos. Mi esposo y Juli trabajaron mucho tiempo juntos. No era nada más una relación de pareja, sino también de amigos y de trabajo. Todo se dio de una manera muy natural”.
La colaboración se extiende a otras áreas de la familia. Benny también ayuda a su hijo Alejandro, quien está al cuidado de los dos hijos que tuvo con Mar Milla. “Es un paquete bastante grande el que se echó, porque es levantarse a las 6 de la mañana para llevarlos a la escuela, y después a las 12 ir por ellos. Cuando nosotros podemos le echamos la mano y también los recogemos en la escuela”.
Lilia, por su parte, también apoya como figura materna: “De repente, su hija necesita una trenza que no es lo de él y yo le ayudo. O llega su hijo y le dice a su abuelo: ‘Aliméntame’. Somos una familia excelente”.
Así, Benny Ibarra, su esposa y su hijo conforman un entorno familiar sólido, donde el cuidado y el afecto trascienden los vínculos tradicionales.

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