“El niño viejo”: la leyenda del bebé que habló a los cuatro días de nacido en Durango

Existe una leyenda que narra la historia de un bebé que hablaba como un adulto, desarrollada en el poblado de Santiago Papasquiaro

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El bebé que supuestamente habló, tenía apenas cuatro días de haber nacido. 
Foto: FREEPIK
El bebé que supuestamente habló, tenía apenas cuatro días de haber nacido. Foto: FREEPIK

En México, es muy común escuchar todo tipo de leyendas que, a pesar de los años, siguen contándose de boca en boca. Un ejemplo de esto es la leyenda de la llorona, una de las más conocidas entre los mexicanos que se remonta a la época prehispánica.

Esto demuestra que las historias y leyendas pueden trascender con el paso de los siglos. Otro ejemplo de esto, es la leyenda del “niño viejo”, un bebé que a los cuatro días de nacido, habló como si de un adulto se tratara.

La leyenda cuenta que el bebé, nacido en el poblado de Santiago Papasquiaro, en el norteño estado de Durango, habló cuando apenas tenía cuatro días en el mundo. Corría el año de 1813 cuando una niña de apenas siete años, hermana mayor del mencionado niño, gritó asustada, luego de escuchar al bebé hablar de manera clara y con las palabras bien hiladas.

Las palabras que escuchó la menor de siete años, que salieron de la boca del bebé, fueron: “no des tan recio a la cuna que me duele la cabeza”, lo que provocó que la niña se asustara, pues le parecía increíble y hasta tenebroso que su hermano, que apenas era un bebé, pudiera hablar de esa manera. Espantada, la menor corrió con su madre, pidiendo auxilio.

El año en el que se dio el supuesto suceso fue en 1813. (AP Foto/Ghaith Alsayed)
El año en el que se dio el supuesto suceso fue en 1813. (AP Foto/Ghaith Alsayed)

Al escuchar la historia, la madre, sin creerlo, fue al cuarto con la niña con la intención de demostrarle que lo que había escuchado era solo producto de su imaginación. Al entrar al cuarto, y ver al bebé, meció la cuna, para, enseguida, escuchar ella misma las mismas palabras que había escuchado su pequeña hija de siete años: “no des tan recio a la cuna porque me duele la cabeza”.

Al darse cuenta que la pequeña no mentía, y al no estar preparada para tal impresión, fue corriendo por el cura del pueblo para que le ayudara a comprender el extraño comportamiento del bebé de cuatro días. El religioso, al escuchar hablar al bebé, también se espantó. A él, el bebé le dijo: “señor cura me duele la cabeza, no mezca la cuna, ni tampoco que la mezca el alcalde ni nadie”.

Al enterarse del suceso, el alcalde de Santiago Papasquiaro y el juez de la región, acudieron a la casa donde estaba ocurriendo este insólito hecho, sacaron al bebé de su cuna para comprobar su verdadera edad o descubrir cualquier truco debajo de su ropa, sin embargo, no encontraron nada.

Frente al bebé, al que consideraron un ser maligno, determinaron degollarlo para que por su conducto no ocurriera ninguna desgracia en el pueblo. Al escuchar esto, el bebé les respondió que “degollaron al cura Hidalgo que era más inocente que yo, y no será mucho que conmigo hagan lo mismo”, lo que provocó que los presentes se asustaran aún más de lo que ya estaban.

El poblado en el que sucedieron los hechos fue Santiago Papasquiaro, en Durango.
El poblado en el que sucedieron los hechos fue Santiago Papasquiaro, en Durango.

Luego de esto, el alcalde de Santiago Papasquiaro y el juez hicieron saber el caso al gobernador del estado de Durango, quedando esto en un expediente que firmaron unos hombres de nombres José Antonio Berúmen y José del Clemente Díaz, de acuerdo con el cronista finado Everardo Gamiz Olivas.

La historia se perdió con los años, aunque se cree que ese bebé de días de nacido que pudo hablar como si de un adulto se tratara, también platicó algunos pasajes de la Independencia de México, haciendo creer a las personas que se trataba de una alma reencarnada, sin embargo, también existe la versión que afirma que, luego de un tiempo, fue mandado a asesinar por órdenes de las mismas autoridades del poblado en el que había nacido.