De los delitos de James Dean a los maridos gays de Elizabeth Taylor y el sexo de Marlon Brando: un libro de James Ellroy donde todo es verdad

Con “Pánico” vuelve el gran escritor de novela negra. Esta vez se mete con historias reales de Hollywood de la mano de Freddy Otash, un policía que reinó en un mundo de extorsión, violencia y espionaje.

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James Ellroy y su novela "Pánico".
James Ellroy y su novela "Pánico".

Pánico, la nueva novela de James Ellroy, despliega toda la intensidad de su estilo noir para adentrarse en Hollywood y convertir a ese centro arquetípico del American Way of Life en un muestrario de la mugre y el delito.

En esta oportunidad, Ellroy le da vida y voz literaria a Freddy Otash, un ex policía que reina en el inframundo del espionaje, la extorsión, la violencia y el periodismo sensacionalista tal cual el Freddy Otash en el que está basado: un ex policía de la vida real que en la década del cincuenta del siglo pasado reinaba en el inframundo del espionaje, la extorsión, la violencia y el periodismo sensacionalista de la revista amarilla Confidential.

Si bien Otash (uno de esos seres abominables y extraordinarios, cuya tarjeta de presentación también indicaba centimetrajes físicos con precisión) ya había sido un personaje en anteriores libros de Ellroy, en esta oportunidad acapara todo el protagonismo desde el momento en que en 2020, y después de 28 años de flotación en una especie de purgatorio (había muerto en 1992), Ellroy decide ponerse a contar su vida y lo hace año por año desde 1949. Se trata del aventurero ascenso y caída de un extorsionador profesional en Hollywood, la tierra donde los sueños se hacen realidad. Se debe señalar que el Otash de la novela, como todo el mundo, también posee una cavidad donde late un corazón.

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En una Los Ángeles de turbulencias diurnas y nocturnas, en una policía corrupta y rodeado de miembros del mundo del cine adeptos a bares de lujo, drogas caras y costumbres sexuales inquietas, un agente de la ley (a la que presta poca atención) con habilidad para las relaciones sociales e ideas oscuras sobre cómo convertir la decadencia en dinero sólo está listo para crecer profesionalmente.

Es el caso de Otash que, para más INRI, es un rabioso anticomunista. Con un asesinato al principio de los tiempos, cuando aún prestaba funciones menores en la comisaría y que cargaría como culpa por un largo período, Freddy O., como gusta que le llamen, inicia un derrotero que lo lleva a las cimas de la perfidia, el alcohol, las drogas, la violencia y las mujeres hermosas: tanto starlets como estrellas consagradas.

Y es que en el desarrollo de sus aventuras aparecen personajes de la vida real en un marco de historias tan sucias como increíbles, pero que están basados en situaciones de verdad. Desde los maridos gays de Elizabeth Taylor o la foto prohibida de Marlon Brando satisfaciendo a un amigo al apetito sexual voraz –pero veloz– de John Fitzgerald Kennedy o los contratos matrimoniales con mujeres (que incluyen exhibición en la prensa) por parte de Rock Hudson para permanecer en el clóset. Todo lo que se cuenta como parte del desarrollo de la trama de Pánico supo ser cierto alguna vez en Hollywood –y publicable o no en la revista Confidencial de acuerdo a la aceptación de una paga por la no difusión de las noticias–.

Freddy Otash, el policía corrupto que retrata James Ellroy.
Freddy Otash, el policía corrupto que retrata James Ellroy.

Un personaje aparte es James Dean, que se convierte en un socio en el delito y amigo de Freddy Otash mientras tiene aventuras sobre todo con chicos, pero también con chicas. En esa geografía se desarrolla una novela del noir más sucio, con una sucesión frenética de acontecimientos y un viaje al otro lado del espejo de las pantallas en Cinemascope. Todo con el estilo incendiario de Ellroy. ¿Pero cómo es ese estilo?

El estilo de James Ellroy

Bueno. Imaginen a un trompetista de jazz (más específicamente, de hard bop) en la cima de una montaña tocando su instrumento con una intensidad diabólica y que no cesa de hacer su música ni aún cuando salta elevándose a las alturas del vértigo. Algo así es Ellroy, para el lector que no lo conozca. Y como si utilizara todos los recursos de la primera novela negra del pulp estadounidense no abandona el ritmo voraz ni las historias, mientras destruye una historia oficial de Norteamérica para proponer una nueva fundación mítica basada en el crimen.

En su Diccionario apasionado de la novela negra, el escritor francés Pierre Lemaitre comenta su relación de amor-odio con el James Ellroy de carne y hueso que, según el francés, “en la foto familiar de Donald Trump se encuentra a la derecha de Clint Eastwood”.

Y agrega: “Este tipo me saca de quicio… y me da rabia, porque sus novelas… Ellroy nos ofrece una relectura de la historia de Estados Unidos, una contrahistoria del sueño americano cuyo principal protagonista sería el crimen”. Y luego se deshace en elogios de amor literario por Ellroy. El Diccionario de Lemaitre salió a imprenta antes de la aparición de Pánico. Seguramente el francés le dedicará una actualización elogiosa por la nueva novela, incluso aunque odie con toda el alma al derechista Ellroy, ese gran escritor.

Quién es James Ellroy

♦ Nació en Los Ángeles en 1948

♦ Cuando tenía 10 años su madre apareció asesinada en un descampado.

♦ Tuvo una adolescencia conflictiva yproblemas con las drogas. Estuvo preso.

♦ Leía novelas policiales obsesivamente. Un día empezó a escribir y cambió su vida.

♦ Escribió, entre otros, La dalia negra, Los Ángeles Confidencial, Jazz blanco, América, Perfidia y las autobiográficas Mis rincones oscuros (donde reconstruye el crimen de su madre) y A la caza de la mujer.

Pánico (Fragmento)

CELDA 2607

Penal Penitencia

Galería de los rompevidas irreflexivos

Purgatorio de los pervertidos

16/7/2020

He pasado veintiocho años en este puto rincón del infierno. Ahora me dicen que si rememoro mis malandanzas y las escribo, podré salir de aquí.

Resulta que todas esas gilipolleces de la religión que desdeñé y desobedecí son verdad. Hay Cielo para la buena gente, Infierno para los monstruosamente maaaaaalos. Hay Purgatorio para los individuos como yo: canallas cáusticos que capitalizaron un sistema sicótico y causaron catástrofes. He ardido en la pira de mis pecados durante dos décadas largas. He revivido mi vida terrena con distópico detalle. Ahora mis sagaces celadores tantean un trato:

Deja constancia de tus amargas andanzas. Vocea la verdad, victorioso. Cuélate en el Cielo, y coloca ese colofón.

Muchacho, es hora de CONFESAR.

El Purgatorio es un pedazo de mierda. Has de cargar con el cuerpo que tenías en la Tierra al morir. Te sirven solo comida de avión de clase turista. No hay prive, ni sabrosas intrigas, ni mujeres magnéticas. Las víctimas violadas se dejan caer por mi celda. Me recuerdan mis muchas maldades y me hincan atizadores al rojo vivo. Garbosos gays descienden en picado desde el Cielo y me reprochan que los sacara del armario en los homófobos años cincuenta. Era mi trabajo. Tendía trampas a famosos de reputación turbia y a políticos papanatas, y les daba por el culo en Confidential. Vendí mi alma a esa arrabalera revista. Ahora, me AVERGÜENZO abyectamente.

¿Y qué?

La vergüenza es para perdedores pichafloja. La confesión acalla la conciencia cerril y la arrastra hacia la rectitud de la redención. Escucha mi sentida súplica, oh, atento mundo mío:

¡¡¡¡¡Sacadme de aquí de una puta vez!!!!!

Mis celadores me han proveído de papel y pluma. Han recopilado una colección completa de Confidential. Mis sinapsis saltan ante un sinfín de retorcidos recuerdos. Freddy Otash, 1922-1992. Soy un poli corrupto, un detective privado, un chantajista chanchullero. Soy un deus ex machina demoníaco de mis trasegados tiempos. Soy el Cancerbero que tuvo cautivo a Hollywood. Soy el conocedor de tórridos secretos sexuales que vosotros los insufribles terrícolas queréis oír.

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