Cuatro lecciones de Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, para empezar con la cabeza y no con el trasero

Cómo dejar el egocentrismo y transformarse, cómo contribuir a un país mejor y a un mundo mejor, cómo hacer que los pensamientos sean quienes nos guíen son algunas de las preguntas que se formulan, y responden, en la festividad, más allá de las creencias de cada uno.

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Por un año dulce. La tradición de comer manzana con miel.
Por un año dulce. La tradición de comer manzana con miel.

La festividad de Rosh Hashana -que, en hebreo, significa “Cabeza de año”- se inicia en la noche de este domingo con la caída de la primera estrella. Mientras que para el calendario gregoriano estamos en el año 2022, para los judíos se conmemora la llegada del año 5783. Con esta fiesta, los judíos celebramos en todo el mundo, la creación del mundo y del ser humano. Festejamos el inicio de un nuevo año y para ello, solemos reunirnos en familia para brindar, disfrutar de una rica cena tradicional y decirnos Shaná Tová Umetuka, lo cual significa “Buen y dulce año” (esto puedes decirlo a tus amistades, colegas o clientes judíos).

Rosh Hashana es una hermosa celebración que nos invita a reflexionar profundamente para poder revisarnos, replantearnos y cambiar nuestra vida para poder renacer y tener un año gratificante, armónico y abundante. No importa si eres judío, cristiano, musulmán o simplemente ateo, porque esta festividad como toda celebración milenaria nos trae un mensaje universal que todos podemos aprehender, meditar y aplicar a nuestra vida a fin de transformarla y promover cambios positivos para nuestro entorno. Por ello he aquí 4 reflexiones que todos podemos procesar y aplicar:

1) Shaná Tová no significa “Feliz año” sino “Buen año”

Esta simple traducción literal del hebreo al castellano, nos transmite un mensaje muy interesante que resulta clave para experimentar un año pleno y abundante. A todos nos ocurre, arquetípicamente, que al llegar al cierre e inicio de año, reflexionamos acerca de lo que hemos hecho, lo que no y lo que nos gustaría experimentar en un nuevo año para disfrutar de mayor felicidad, salud, abundancia y bienestar.

Nadie que esté en su sano juicio, desearía tener un nuevo mal año lleno amargura, insatisfacción y frustraciones. Los judíos decimos Shaná Tova, que significa literalmente “buen año” porque, desde la mirada cabalística, se enfatiza el término “buen” que nos lleva a la bondad. Explican los sabios que es mas importante enfocarnos en actos de bondad y generosidad que en la propia felicidad.

Desde una mirada psicológica resulta muy interesante esta discriminación entre bondad y felicidad. Si quiero tener un buen año, es muy importante preguntarme cómo puedo contribuir al mundo, desde algún acto de bondad y generosidad que sostenga en el tiempo. No se trata de comprometerme en dar una moneda o billete a alguien que vea necesitado en la calle sino de preguntarme cómo puedo comprometerme en ayudar de manera sostenida a alguna persona necesitada, institución de bien, ONG, que realmente precise de ayuda.

El toque del "Shofar", anuncia la llegada del nuevo año. (Shutterstock)
El toque del "Shofar", anuncia la llegada del nuevo año. (Shutterstock)

Desde la mirada psicológica espiritual, cuando una persona se compromete en tiempo, energía, atención y dinero a una causa de bien público, así sea con una sola persona, se involucra en un proceso de transformación que la lleva a experimentar mayor plenitud, alegría, satisfacción y desarrollo en su vida. Esto implica que sale de su propio ombligo y egocentrismo a fin de conectarse con otros y contribuir a un mejor mundo.

Como parejas, padres, profesionales, ciudadanos o vecinos, cuando enfocamos parte de nuestra atención en contribuir a la salud y bienestar del otro, sin descuidar nuestra propia vida, desarrollamos una actitud que puede transformarnos. Y esto no es una afirmación esotérica sino una realidad palpable.

He conversado con cientos de profesionales y empresarios que se encuentran involucrados en ayudar a alguien de manera comprometida y sus niveles de placer, bienestar y felicidad se han incrementado de manera exponencial.

En relación al amor, como terapeuta de parejas, he comprobado en estos 20 años de experiencia clínica que aquellas parejas constituidas por personas que se cuidan mutuamente de manera amorosa, logran desarrollar niveles altos de placer, crecimiento y felicidad.

Por ende, la pregunta existencial para este nuevo año es: ¿cómo puedes contribuir a la felicidad y bienestar de otros de manera sostenida en vez de enfocarte en ti mismo únicamente?

2) El balance retrospectivo con su consecuente acción es fundamental para un BUEN año

En numerosos articulo escritos en este portal he explicado que la inteligencia emocional es una condición necesaria e indispensable para cambiar nuestro destino. Sin esta competencia que podemos desarrollar a nivel personal, familiar, de pareja o como país, se hace imposible reflexionar, realizar autocríticas realistas y realizar cambios.

Pensemos en la Argentina como país, que tiene todos los recursos naturales y humanos para que los argentinos podamos tener una muy buena calidad de vida, y sin embargo, con el correr de los años, lamentablemente, no ha habido reflexión ni autocrítica profunda por parte de la clase política ni de la ciudadanía y ello conlleva a una crisis ininterrumpida de mas de 20 años con sus resultados nocivos para todos nosotros.

Shaná tová umetuká, el saludo de cada año. (Julieta Ferrario)
Shaná tová umetuká, el saludo de cada año. (Julieta Ferrario)

Uno de los pilares de la inteligencia emocional es la capacidad de realizar un balance retrospectivo, reconocer errores o actitudes inadecuadas con nosotros mismos y los demás, y enmendarlos desde el arrepentimiento profundo y sincero. Esto es lo que hacemos antes, durante y luego de Rosh Hashana: reflexionamos acerca del año que estamos cerrando, y cuales son las situaciones y conductas de las que nos arrepentimos desde la conciencia, y que queremos corregir. Tan solo pensemos… si no existiese este acto profundo de reflexión, ¿qué clase de año dulce podríamos tener en nuestras vidas?

Solo a partir de reconocer, arrepentirnos, y obrar en consecuencia, es posible tener un buen y dulce año como personas, parejas, familias y nación.

Por ende la pregunta a reflexionar es: ¿cuáles son las actitudes y conductas que reconocemos que han sido inadecuadas en relación a otras personas, de las cuales nos arrepentimos y queremos cambiar en este nuevo año para promover vínculos saludables, equilibrados y armónicos en nuestra vida?

3) Rosh Hashaná significa asumir un nuevo año con nuestra cabeza y no con nuestro trasero

Puede sonarte fuerte y un tanto rudo el titulo de esta reflexión pero proviene de la Torá, versículo 13, capítulo 28, del Deuteronomio que afirma: “Dios te pondrá a la cabeza y no a la cola”.

Resulta muy interesante ahondar en esto como una invitación a vivir un nuevo año desde otra perspectiva. Como dijimos, Rosh Hashaná significa literalmente “cabeza del año” en hebreo. Por lo que es tradicional comerse la cabeza de un pescado, que cocinamos con dedicación y amor, durante la cena de celebración.

La cabeza del pescado nos recuerda la importancia capital de asumir un nuevo año con conciencia, en vez de seguir dominados por impulsos, defectos y resentimientos.

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Bert Hellinger creador de las constelaciones familiares, solia enfatizar que solo a través de desarrollar nuestra conciencia nos acercamos a Dios en el más profundo sentido de la palabra. Esto implica que decidir iniciar un nuevo año estando más conscientes desde lo mental y emocional, en vez de guiarnos por impulsos, enojos y frustraciones, nos predispone a experimentar un año próspero.

Y, también, decidir hacernos responsables de nuestras acciones, nos coloca en una postura adulta y conciente de poder personal. Por ello cuando estés comiendo pescado en esta fiesta, o bien fuera de ella, sobre todo la cabeza del mismo, recuerda preguntarte… ¿Estoy disponible a comprometerme en afrontar un nuevo año con conciencia y hacerme cargo de mis conductas, en vez de continuar como victima o haciéndome el distraído de mis dificultades? Como ciudadano de una nación en problemas recurrentes desde hace décadas, ¿estoy dispuesto a tomar una actitud mas consciente y responsable para aportar mi granito en cambiar su destino o seguiré consintiendo actitudes propias del trasero de otros (sobre todo políticos) que tanto perjuicio han causado a mi país?

4) Comamos manzana con miel para endulzarnos el nuevo año

En Rosh Hashaná acostumbramos a comer manzana con miel. Toda cena tradicional del año nuevo judío dispone de trozos de manzana embadurnados con miel ya que implica el deseo consciente de tener un buen y dulce año.

El ritual de comer un pedazo de manzana con miel es tan significativo que se suele usar como símbolo representativo de esta festividad en todo el mundo. Por ello es interesante detenerse en este ritual y profundizarlo desde lo espiritual.

Desde la mirada de diversos rabinos estudiosos de la Torá, se explica que la manzana con miel representa una dulzura que proviene de dos fuentes: aquella que llega de manera natural y la otra a la que accedemos tras un trabajo personal arduo, no exento de sufrimiento e incomodidad.

Manzana con miel para todos.
Manzana con miel para todos.

Pensemos en aquellas situaciones dolorosas que hemos afrontado durante estos años, ¿Qué recursos nos han permitido desarrollar internamente? Existen momentos de felicidad, dicha y bienestar que pueden suceder de manera natural, y otras veces surgen porque venimos desarrollando un proceso de desarrollo personal- profesional- amoroso- familiar comprometido con nosotros mismos.

Esos momentos son estados de “dulzura” que nos conectan con el placer de vivir, trabajar y crecer. Ambas dulzuras, la natural y la trabajada, son parte del proceso de la vida. Cuando celebramos este nuevo año, nos conectamos con ambas dulzuras, y reflexionamos que clase de metas, actos y compromisos precisamos desarrollar para poder experimentar un año dulce y pleno. Por ende nos preguntamos: ¿cómo puedo abrirme a estar más receptivo y a la vez proactivo para crear mayor dulzura (felicidad, salud, abundancia, conexión, placer y otros sinónimos de dulzura) en mi vida? ¿Cómo puedo comprometerme en contribuir para que la vida de los demás sea mas dulce?

Estas son cuatro reflexiones universales que te invito a meditar en esta celebración del año nuevo judío, sin importar tu religión, orientación sexual o ideología política. Te deseo un buen y dulce año, que dependa de tu receptividad y tu proactividad.

Shana Tová Umetuká!

* Se puede seguir a Pablo Nachtigall en Instagram: https://www.instagram.com/nachtigallpablo/

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