Luisana Lopilato: “Mi secreto para este embarazo fue no estar pendiente de la balanza”

La actriz –que tendrá a su tercer hijo y atraviesa el sexto mes de embarazo– llegó al país para promocionar su nuevo filme, Perdida. La esposa de Michael Bublé habla del del duro entrenamiento para encarnar un papel que supone un giro en su carrera, y de sus secretos para ser una madre relajada y feliz.

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Luisana Lopilato embarazada de casi 7 meses. (Foto Fabián Uset/GENTE)
Luisana Lopilato embarazada de casi 7 meses. (Foto Fabián Uset/GENTE)

Su nueva película marca su último trabajo antes del nacimiento –programado para julio– de su primera hija, a quien los pequeños Noah (4) y Elías (2) y su marido, el canadiense Michael Bublé (42), esperan con mucha ansiedad.

En Perdida, el thriller basado en Cornelia, novela policial de Florencia Etcheves, que se estrena el 19, Luisana Lopilato (30) compone a Pipa, una mujer policía que investiga la trata de personas.

Luisana Lopilato embarazada de casi 7 meses. (Foto Fabián Uset/GENTE)
Luisana Lopilato embarazada de casi 7 meses. (Foto Fabián Uset/GENTE)

En esta charla, la también embajadora de L'Oréal París detalla su transformación, el duro entrenamiento que hizo para las escenas de riesgo, su interés por el feminismo y su secreto mejor guardado para abordar el embarazo siendo feliz: "No quiero saber cuánto peso, porque quiero disfrutar todo".

–Un papel muy fuerte el de Pipa… ¿Cómo repercutió en vos encarnarla?

–Así como lo dijiste: fuerte. Hago de una mujer policía que busca a su amiga, perdida hace catorce años. Con las herramientas de su profesión y sus contactos busca reabrir el caso. Más allá de ser un thriller, creo que todos los personajes tienen alma y cuentan con mucha verdad.

–¿Cómo fue el entrenamiento para hacer verosímil a tu personaje?

–Tuve que entrenar muy duro. Hice práctica de tiro, aprendí a manejar armas de verdad… Porque más allá de que he actuado con ellas, siempre fueron de plástico. En el cine, por supuesto, tienen un fuego que no es real. Y me preparé mucho para las luchas.

–¿Qué fue lo más difícil de lograr?

Las escenas de lucha, que son muy fuertes... En algunas, donde te tiran por un vidrio y te explotan cosas, tuve dobles. Pero la mayoría las hice yo. Tengo una escuela muy rigurosa y hago lo que me pidan. "¡Vamos, que lo vamos a lograr!".

–¿Qué películas de acción tuviste como referentes?

–Kill Bill puede ser una… Pipa es una mujer muy perseverante, muy luchadora. Por eso tiene la frase "nunca dejes de buscar": no se va a dejar vencer fácilmente. Va a ir hasta el final para encontrar a su amiga. Pasé de Los que aman odian, de hacer una mujer fatal y seductora, a esto, una que deja lo femenino de costado y pone más el cuerpo.

Luisana Lopilato vino a promocionar su último film, Perdida. (Foto Fabián Uset/GENTE)
Luisana Lopilato vino a promocionar su último film, Perdida. (Foto Fabián Uset/GENTE)

–¿En qué te identificás con ella?

–Soy muy perseverante. Cuando tengo algo en la cabeza, voy a por eso.

–¿Cómo creés que el arte contribuye a tomar conciencia de cuestiones como la violencia de género?

–Soy feminista. Claramente, me interesan mucho todos los temas relacionados con los distintos tipos de violencia hacia las mujeres. Me parece que los libros, el cine y el teatro son canales de difusión de estas problemáticas.

–¿En qué sentís que fuiste tan perseverante como Pipa en tu vida?

–Siempre me imaginé formando parte de este medio, actuar y tomármelo como un trabajo. Y me empecé a poner más fuerte afuera y a ejercerlo… Al final, creo que todo en mi vida fue perseverancia.

–Madre por tercera vez… ¿Cómo te llevás con la maternidad? ¿Ya más canchera?

–Mucho más. Además, estoy muy contenta. Por ahora me siento muy bien. Me cuido y duermo bárbaro. Hago todos los ejercicios para embarazadas que puedo. Como me gusta mucho el crossfit, trato de practicar algo similar, pero sin peso.

Las primeras imágenes de Luisana con panza en Los Ángeles. (Foto archivo GENTE)
Las primeras imágenes de Luisana con panza en Los Ángeles. (Foto archivo GENTE)

–Y no engordaste nada.

–Ay, no sé, porque no me peso. Más que nada porque hay que disfrutar.

–Los gustos hay que dárselos.

–Mucho los dulces, sobre todo.

–¿A Michael lo volvés loco con algún antojo?

–No, para nada. Soy una santa… Además, a la noche no soy de levantarme y decir que quiero algo, porque ya me sentiría culpable después de todo lo que comí en el día.

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