Timothy, un perro que pasó cuatro largos años aislado en un pequeño corral en Carolina del Norte, Estados Unidos, finalmente encontró un hogar lleno de amor. La transformación de su vida se debe, principalmente, a los esfuerzos de la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), que vigilaron y abogaron por su bienestar durante todo mucho tiempo.
People detalló que PETA conoció a Timothy cuando era aún un cachorro y estaba atrapado en un corral de alambre de eslabones. “Según un comunicado de PETA, los trabajadores de campo monitorearon a Timothy desde que era cachorro hasta que se hizo adulto, durante todo ese tiempo en su corral al aire libre, caminando de un lado a otro”, señaló People.
Durante cuatro años, los trabajadores de PETA visitaron a Timothy regularmente y conversaron con su dueño para intentar que lo entregara en adopción. Newsweek informó que, aunque el propietario originalmente se negó, PETA se mantuvo firme en su misión. Finalmente, en 2024, lograron que el dueño cediera y así, Timothy fue liberado de la jaula.
Tras la liberación, Timothy pasó algunas semanas con una familia de acogida, donde se adaptó rápidamente a una vida con más espacio, actividades y cariño. “Reemplazaron su cucha de plástico por una casita de madera resistente y le dieron paja para que se aislase y se seque durante el invierno”, contó Daphna Nachminovitch, vicepresidenta sénior de PETA, a Newsweek.
“También le proporcionaron prevención contra pulgas, garrapatas y ataques de moscas en el verano, así como entregas regulares de comida, golosinas y juguetes, junto con mucho cariño”, agregó Nachminovitch sobre la adaptación de Timothy para poder ser adoptado y que tenga una mejor vida.
La nueva familia de Timothy
Poco tiempo después, se mudó a Syracuse, Nueva York, donde conoció a su familia definitiva: Lori y Michael. Newsweek informó que sus nuevos dueños, al escuchar su historia, sintieron una conexión inmediata con él. “Cuando PETA les trajo a Timothy, lo recibieron con abrazos, regalos y carteles de bienvenida hechos a mano”, explicó Nachminovitch a Newsweek.
“PETA compartió con la familia, de manera sincera y honesta, que Timothy merecía más de los años que le quedaban de lo que estaban dispuestos a brindarle, y ellos estuvieron de acuerdo”, agregó Nachminovitch.
El ingreso a su nueva vida fue emotivo y lleno de esperanza. La familia de Syracuse le ofrece múltiples aventuras como caminatas y campamentos. La asociación destacó la felicidad de Timothy al saludar a su nueva familia por primera vez.
PETA ha resaltado la importancia de este caso para generar conciencia sobre el trato adecuado a los animales. “Cada animal es una persona con su propia personalidad, necesidades y sentimientos, afirmó Nachminovitch a Newsweek.
Una lucha constante
“PETA insta a todo el mundo a mantener a los perros a salvo en el interior, donde pertenecen, a denunciar la crueldad hacia los animales ante las autoridades policiales locales, a abogar por la prohibición de encadenar a los perros sin supervisión en sus comunidades”, dijo Nachminovitch.
Y cerró: “También a estar siempre atentos a los perros que sufren en la calle sin refugio contra los elementos, sin atención veterinaria, sin comida, agua y amor. La intervención de un buen samaritano es a menudo la única esperanza que tienen”.
El caso de Timothy representa un ejemplo claro de cómo la persistencia y el cuidado pueden cambiar una vida entera. En el comunicado compartido por la asociación y escrito por la misma Nachminovitch, dijeron: “Timothy ha encontrado un hogar lleno de amor, pero hay muchos otros perros como él que permanecen encerrados o encadenados en el exterior las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin comida, agua, refugio ni interacción social adecuados”.