El pequeño pueblo en la frontera con Francia que es una joya del Vall d’Arán: atravesado por un río, castillos y siete ermitas

Esta localidad encantadora es un rincón mágico en mitad de un entorno perfecto para el senderismo y la desconexión

Guardar
Bossost, en Lleida (Cataluya Turisme).
Bossost, en Lleida (Cataluya Turisme).

En el corazón del Pirineo catalán, el Vall d’Arán se alza como uno de los parajes naturales más impresionantes de España. Gracias a sus impresionantes picos, pequeños pueblos de montaña y paisajes que quitan el aliento, es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura. Recorrerlo a través de sus rutas y senderos es una maravilla, permitiendo, además, descubrir todos sus rincones y secretos. De todos ellos destacan pequeñas localidades como Bossost, un destino encantador junto a la frontera con Francia que cautiva a todo aquel que lo visita.

Atravesado por el río Garona, Bossost se presenta como uno de los pueblos más pintorescos del Pirineo catalán. Sus calles empedradas, la arquitectura típica de pizarra y su rico conjunto monumental lo convierten en una parada obligatoria en la región. Todo ello acompañado por las imponentes montañas pirenaicas y la tranquilidad propia que caracteriza a este paraje rural.

Castillos, capillas y una bella arquitectura

Bossòst destaca por su rico legado histórico, evidente en su casco antiguo y en sus calles empedradas que transportan al visitante a tiempos pasados. De este modo, los vestigios del castillo de Casteret, una torre de vigilancia que aún se mantiene en pie sobre una colina cercana, y en el castillo de Era Castèra, una antigua fortificación clave en la protección del territorio frente a incursiones extranjeras, demuestran la herencia defensiva que tuvo la región. Por ello, pasear por sus pintorescas calles es la mejor forma de descubrir todos los tesoros de esta villa, como es la iglesia dera Mair de Diu dera Purificacion.

Bossost, en Lleida (Adobe Stock).
Bossost, en Lleida (Adobe Stock).

Este templo románico fue construido en el siglo XII y se conserva en un estado excepcional, de hecho, es considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura religiosa del Vall d’Arán. Pero no solo eso, pues cuenta también con un rico conjunto de siete ermitas que es único en la región. Estas capillas constituyen una ruta medieval por la localidad que permite descubrir cada una de ellas y contemplar la verdadera esencia de la villa. Pero no es el único recorrido, pues el paseo Eth Grauèr es la opción perfecta para contemplar el casco antiguo, donde la arquitectura típica aranesa afrancesada está en cada rincón.

Naturaleza y actividades al aire libre

Para los amantes de la naturaleza y el turismo activo, Bossòst ofrece un sinfín de posibilidades. Su ubicación privilegiada en el Valle de Arán lo convierte en un punto de partida ideal para rutas de senderismo y excursiones en plena montaña. Entre las más populares se encuentra el camino que conduce hasta el Portillón de Bossòst, un paso de montaña con vistas impresionantes a ambos lados de la frontera franco-española.

En invierno, la cercanía de Bossòst con la estación de esquí de Baqueira Beret permite a los visitantes disfrutar de deportes de nieve, mientras que en verano las actividades como el ciclismo, la pesca o el avistamiento de fauna se convierten en grandes atractivos.

La bonita ruta por los Pirineos que conduce a la ‘pirámide oscense’: descubre un pueblo abandonado y unas impresionantes vistas.

Cómo llegar

Desde Lleida el viaje es de alrededor de 2 horas y 35 minutos por la carretera N-230. Por su parte, desde Bagnères-de-Luchon, en Francia, el trayecto tiene una duración aproximada de 30 minutos por la vía D618A.