El fútbol es un negocio millonario, sin embargo, no todos los participantes de ese mundo reciben la misma cantidad de dinero. Mientras se especula con los salarios de los jugadores de élite, los encargados de impartir justicia en el campo pasan a un segundo plano. Y, pese a que el sueldo de los árbitros tampoco es bajo, no puede llegar a compararse al de los futbolistas.
Aun así, no es habitual ver a colegiados de las categorías más altas tener otro trabajo. No obstante, siempre hay personas que son la excepción a la regla, como François Letexier. De origen francés, dirige encuentros de la Ligue 1, Primera División gala, desde 2016. Pero, mientras no lleva colgado en silbato al cuello, se dedica a ser comisionado de justicia, también conocido como alguacil, según desveló en una entrevista con Brut.
“Descubrí esta profesión cuando estaba en la facultad de derecho”, reconoció en un vídeo publicado en redes sociales. “Fue a partir de la licencia que tomé conciencia de este ambiente, con un orador que era en ese momento presidente de la cámara regional de alguaciles, descubrí una profesión de campo, muy práctica, eso es realmente lo que me gustó”, confesó.
Pese a que pueda parecer que ambas profesiones no tienen relación, Letexier resaltó que sí existen puntos en común, sobre todo en lo relacionado con las “relaciones humanas”. Según el colegiado: “El fútbol genera comportamientos bastante locos en términos de emociones y en mi trabajo como comisario de justicia, a menudo, cuando actúo en acciones de recuperación, mi presencia no es necesariamente deseada por la gente de enfrente”.
El fútbol es su actividad principal, por ello dedica entre “cinco o seis entrenamientos” a la semana. Sin embargo, al igual que la carrera de los futbolistas, la profesión de árbitro no es eterna, sino “volátil y fluctuante”, como él señaló. Por ese motivo, se decidió a desarrollar el cargo de comisario de Justicia con el objetivo de mantener su “independencia financiera”.
Un árbitro diferente
François Letexier nació el 23 de abril de 1989, en la localidad de Bédée, situada en la Bretaña francesa. Su primera intervención en la Ligue 1 fue el 23 de enero de 2016, en un partido entre el Montpellier y el Caen, que le convirtió en el árbitro más joven en la historia de la liga.
En 2017 se ganó la confianza de la UEFA e inició su carrera dirigiendo partidos internacionales. Su primera vez fue en el enfrentamiento entre Bulgaria y Bosnia-Herzegovina, también estuvo presente en la final de la Europa League 2021 y en la final de la Supercopa de Europa 2023. Incluso, llegó a ser el mejor árbitro de la Ligue 1 durante la temporada 2023/2024. Además, su nombre figuró como el colegiado principal de la final de la Eurocopa 2024 entre España e Inglaterra.
En total, ha dirigido 324 partidos a lo largo de su carrera, entre ellos catorce en Champions League, cuatro en Champions League y uno en los Juegos Olímpicos. Desde la temporada 2013/2014 ha mostrado 1.217 tarjetas amarillas, 52 rojas directas y 109 penaltis.