Tom Hardy confiesa su calvario con las lesiones después de tantas películas: “Todo se cae a pedazos y no va a mejorar”

El actor de ‘Venom’ o ‘Mad Max’ ha estrenado en Netflix ‘Estragos’ al tiempo que repasa una carrera llena de accidentes y operaciones

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Fotograma de la película Estragos
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Fotograma de la película Estragos Crédito: Netflix

Ha sido un mafioso de poca monta, un falsificador de sueños, boxeador y luchador de artes marciales mixtas, espía, terrorista con superfuerza, conductor en el desierto, piloto en la Segunda Guerra Mundial o supervillano con un mutante alienígena. A sus 47 años, Tom Hardy puede decir que ha dado vida a casi cualquier tipo malo en el cine, pero una vida llena de personajes así trae sus consecuencias, y parece que el actor las está comenzando a pagar ahora.

El actor británico, que presentó el mes pasado en Netflix Estragos, ha confesado en una reciente entrevista que su largo historial de acción le está pasando factura, y que cada vez ve cómo se encuentra en peor forma y más achaca las lesiones que ha ido arrastrando a lo largo de su carrera. Un calvario de operaciones que lo ha llevado a plantearse muchas cosas, y sobre el que el actor no tiene pinta de que vaya a mejorar en un futuro próximo.

Me han operado dos veces de la rodilla, tengo una hernia discal en la espalda y ciática. Y tengo esa... ¿es fascitis plantar? ¿De dónde viene? ¿Y por qué? ¿Por qué? Y también tengo un tirón en el tendón de la cadera. Es como que todo se está cayendo a pedazos ahora, y no va a mejorar", lamentaba el británico. Además de como actor, Hardy ha participado en varios deportes a nivel profesional. Entre ellos el campeonato brasileño de Jiu-Jitsu 2022, en el cual ganó todos los combates a los que se enfrentó y se acabó coronando campeón.

Esta imagen proporcionada por Focus
Esta imagen proporcionada por Focus Features muestra a Tom Hardy, izquierda, y Austin Butler en una escena de "The Bikeriders". (Focus Features via AP)

Un futuro lejos de la acción

Quizá por todo ello el actor esté empezando a notar el cansancio en un cuerpo que ya no es el mismo que cuando comenzó su carrera cinematográfica, y por eso quizá ahora se tenga que plantear aceptar papeles algo diferentes. El actor está camino de los cincuenta y dado el historial de lesiones que arrastra a sus espaldas, quizá lo más sensato sería virar hacia una filmografía alejada de los roles de gran implicación física.

No es que Hardy no haya demostrado hasta la fecha poder hacerse cargo de ese tipo de papeles, pues ahí están la miniserie Cumbres borrascosas, la reciente Bikeriders. La ley del asfalto o sobre todo Locke, en la que el inglés daba una gran actuación sin siquiera salir de su coche. El actor parece que cerró capítulo con el personaje de Venom en la última película, El último baile, un personaje al que le guarda gran cariño pero que quizá le haya costado también más de algún disgusto.

En cualquier caso, Hardy siempre ha manifestado lo feliz que le ha hecho dar vida al simbionte y lo mucho que le hubiera gustado verle junto al Spider-Man de Tom Holland. Quién sabe, puede que con la llegada del multiverso a Marvel y la aparición de viejos personajes de otras sagas como los X-Men, Hardy pueda ver su sueño cumplido. Aunque eso implique volver a machacar su cuerpo para un auténtico último baile.