Madrid/Barcelona, 8 may (EFE).- Con el proceso de la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell en su recta final, el banco catalán ha presentado este jueves un resultado financiero del primer trimestre que refleja unas ganancias de 489 millones de euros, un 58,6 % más respecto al mismo periodo de 2024.
El avance en los resultados está impulsado por una mejora de la calidad de los activos y un descenso de las provisiones, entre otros factores, y ha permitido al banco mejorar en 100 millones de euros la expectativa de retribución al accionista, hasta 3.400 millones entre los dos últimos ejercicios.
Ha influido asimismo en el balance hasta marzo la forma de contabilizar el impuesto sobre la banca, que como en el resto de grandes entidades el Sabadell contabiliza este año en cuatro tramos (31 millones entre enero y marzo), mientras que el año pasado fue cargado por completo al primer trimestre (192 millones).
El director financiero de la entidad, Sergio Palavecino, ha señalado en rueda de prensa que en términos comparables -si en 2024 se hubiera contabilizado de la misma manera el impuesto- el beneficio en el primer trimestre de 2025 sería del 8 %.
En un entorno de caída de tipos, el margen de intereses registra un leve retroceso del 1,3 % hasta marzo, ha explicado Palavecino, que anticipa una subida de comisiones, tras dos años a la baja, en particular en el negocio de gestión de activos.
El crédito vivo ha subido en un 5 % interanual en el trimestre, debido principalmente al buen comportamiento en España tanto en financiación a empresas como en hipotecas, mientras que los recursos de clientes alcanzan 216.342 millones, con un crecimiento interanual del 6,3 %.
El banco ha generado 29 puntos básicos de capital hasta marzo con respecto al trimestre anterior, situando la ratio de capital de calidad CET1 en el 13,31 %, ha detallado la entidad, que prevé distribuir el capital que exceda el 13 %.
Contribuye al resultado trimestral la aportación de la filial británica TSB, con un beneficio neto individual de 74 millones de libras (87 millones de euros) y un crecimiento interanual del 9,4 % en el margen de intereses.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dio luz verde la pasada semana a la opa del BBVA sobre el Sabadell, imponiendo ciertos compromisos que debería cumplir la entidad fusionada resultante de la operación.
La opa está ahora sobre la mesa del Gobierno. El Ministerio de Economía cuenta con un plazo hasta el 27 de mayo para decidir si eleva la cuestión al Consejo de Ministros, que tendría la prerrogativa de endurecer los requisitos del regulador de la competencia, atendiendo en este caso a criterios de interés general.
Antes de tomar esa decisión, el Ejecutivo ha abierto una consulta pública para recabar la opinión de ciudadanos, empresas y otras organizaciones.
"La opinión generalizada es que esta operación no es buena para España, no es buena para las pymes, no es buena para el empleo, no es buena para la estabilidad territorial y no es buena para la estabilidad financiera", entre "otras muchas razones de interés general", ha señalado el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno.
En una rueda de prensa para presentar los resultados trimestrales, el directivo ha sostenido que el rechazo "mayoritario" que ha despertado la opa "debe tener influencia en el resultado final".
El consejo de administración del banco está elaborando una respuesta para remitir a la consulta del Gobierno.
Los plazos para que comenzara un eventual periodo de aceptación por parte de los accionistas del Sabadell aún son inciertos, ha dicho González-Bueno, y la opa podría alargarse hasta "antes del verano o después del verano".
El banco está pendiente de ese calendario para dar a conocer un nuevo plan estratégico hasta 2027, una hoja de ruta en solitario que quiere publicar lo más cerca posible del momento en el que los accionistas tengan que decidir si aceptan o no la oferta del BBVA. EFE
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