Las mejores recetas de aprovechamiento con las sobras de las comidas de Navidad

Platos fáciles que transforman restos festivos en opciones perfectas para mantener el sabor sin despilfarrar comida

Guardar
Recetas para aprovechar las sobras
Recetas para aprovechar las sobras de las comidas de Navidad (Adobe Stock)

El exceso de comida durante Nochebuena y Navidad es habitual en muchos hogares de España. Tras las celebraciones, las sobras representan tanto un reto como una oportunidad para evitar el desperdicio alimentario, a la vez que permiten dar rienda suelta a la creatividad en la cocina.

La tendencia a preparar más cantidad de la necesaria y la variedad de platos típica de esta época festiva generan excedentes que pueden aprovecharse fácilmente. Dar una segunda vida a lo que queda tras las fiestas, sin renunciar al placer de comer bien, se vuelve más sencillo con ideas prácticas y versátiles adaptadas a la despensa. A continuación se presentan cinco ideas sencillas para aprovechar las sobras de los entrantes de Navidad y demás platos que han formado parte del menú navideño.

Platos clásicos con las sobras de las comidas navideñas

Uno de los métodos más recurrentes para reutilizar restos navideños consiste en preparar croquetas de carne o pescado. Los excedentes de carne asada, cocido, pavo o incluso pescado pueden desmenuzarse y convertirse en el ingrediente principal del relleno. Tras eliminar huesos y piel, se trocean los ingredientes y se mezclan con una bechamel espesa. La mezcla se deja enfriar, se da forma a las croquetas y se rebozan con pan rallado y huevo batido. Con todo listo, solo queda freír las croquetas en aceite caliente hasta que queden doradas y crujientes.

Receta de croquetas (Adobe Stock)
Receta de croquetas (Adobe Stock)

El caldo sobrante de cocido, marisco o aves puede servir como base para una sopa o crema reconfortante en los días posteriores a las fiestas. Calentar el caldo y añadir fideos finos, arroz o verduras permite obtener un primer plato rápido y sabroso. Si el caldo es consistente, se puede espesar con patata cocida, puré de verduras y un toque de nata líquida, dando lugar a una crema suave. Después de varios días de comidas contundentes, las cremas son una opción ideal.

Las empanadillas son otra opción para aprovechar rellenos de carne, pescado o verduras que han sobrado. Estos ingredientes, combinados con huevo duro o salsa de tomate, pueden utilizarse para rellenar obleas y cocinarlas al horno o en sartén. Alternativamente, se puede extender una lámina de masa quebrada, colocar las sobras encima, y cubrir con una mezcla de huevo batido y nata antes de hornear. El resultado es un pastel salado, apto tanto para comida como para cena.

Empanadillas de carne (Adobe Stock).
Empanadillas de carne (Adobe Stock).

Para recetas más frescas, las ensaladas templadas o un arroz salteado aportan nuevas posibilidades al marisco, pollo u otros restos. Una ensalada puede prepararse uniendo la proteína elegida con patata cocida, judías verdes, zanahoria o pimientos asados y aliñar con aceite de oliva, vinagre y especias al gusto. Si se opta por un arroz salteado, el marisco o la carne se incorpora a una sartén con arroz cocido y verduras, mezclando hasta integrar los sabores. Añadir hierbas aromáticas, aceitunas o encurtidos puede proporcionar un toque diferente a cada plato, haciendo de las sobras un fondo para creaciones variadas.

Turrones, polvorones y frutas como base para otros postres

Por último, los dulces típicos de la Navidad, como el turrón, los polvorones o la fruta, también se pueden reutilizar para crear un postre rápido. El turrón blando o duro que queda puede triturarse y mezclarse con nata montada o yogur y un poco de azúcar, dando lugar a una mousse sencilla.

Vasitos de turrón y chocolate
Vasitos de turrón y chocolate (chocolatestorras)

Los polvorones o mantecados sobrantes pueden triturarse y usarse como base de tartas, mezclados con mantequilla, sobre la que se dispone una crema de leche y fruta fresca. Otra posibilidad consiste en mezclar fruta de temporada como naranja, manzana o pera con turrón rallado y frutos secos, logrando así un postre ligero. De este modo, hasta los sabores dulces típicos de la Navidad encuentran una segunda oportunidad, cerrando el ciclo de reaprovechamiento con sencillez y sabor.