De la lucha contra el fuego a la solidaridad: un bombero de Madrid monta una ONG en África: “Con diez euros come una familia dos semanas”

Óscar Pascual, bombero del Ayuntamiento de Madrid, lleva años demostrando que la solidaridad no entiende de fronteras. Mientras en su ciudad natal apaga incendios y salva vidas, su mirada se extiende también a miles de kilómetros de distancia, hasta Zimbabue.

Su vínculo con el país africano se consolidó durante más de una década, visitando comunidades como la aldea de Monde, cerca de Harare. Allí, la vida cotidiana, marcada por la escasez de agua y electricidad y la presencia constante de animales salvajes, le mostró otra forma de entender la comunidad y la cooperación.

“Ellos entienden las emociones de manera diferente a nosotros. En comunidad suman más, comparten y dejan de ser tan autoritarios o individualistas. Cada uno aporta un poco a un proyecto que es de todos”, comenta Pascual en la Cadena COPE.

De esas experiencias nació la ONG que Pascual fundó para apoyar a la aldea de Monde, bautizada como Humble African Trust. La organización ha repartido más de 7.000 comidas durante la pandemia y ha levantado escuelas gratuitas que enseñan desde matemáticas hasta carpintería, música y pintura.

“Yo no soy el kiua, que es el hombre blanco que llega para decirles lo que tienen que hacer. Soy el ka: vamos allí, nos reunimos con ellos, nos cuentan sus problemas y entre todos buscamos soluciones. Eso les da autonomía y dignidad”, explica Pascual.

Uno de los ejemplos más emblemáticos de la iniciativa es Zink, un joven de Monde que soñaba con fundar una escuela de arte. Gracias al apoyo de Pascual, Zink pudo abrir un espacio para artistas locales donde compartir experiencias culturales.

La labor de Pascual combina la heroicidad inmediata del bombero con la constancia transformadora del voluntariado internacional. Entre rescates y evacuaciones en Madrid, ha vivido de cerca la fragilidad de la vida, un aprendizaje que aplica también en Zimbabue.

“Cada incendio me recuerda que cada segundo cuenta. En Zimbabue también, cada litro de agua, cada plato de comida, es vital para sobrevivir”, señala.

Durante la pandemia, Pascual impulsó la iniciativa Help Vic Falls, que repartió 37 toneladas de alimentos y 13.000 raciones de comida caliente a unas 7.000 familias.

“Nuestro objetivo principal era hacer llegar a las familias un dinero para poder comprar alimentos. Muchas viven en una situación de vulnerabilidad y tienen menores y mayores a su cargo. Con diez euros come una familia dos semanas, así que pusimos en marcha lo que llamamos una ‘cesta de la compra’, con productos básicos”, detalla Pascual.

Para sortear los obstáculos financieros y políticos del país, la ONG ha apostado por el turismo solidario y la venta de artesanía. Además, la comunidad de Monde trabaja para almacenar 63.000 litros de agua de lluvia, esenciales para sobrevivir a la estación seca y garantizar la subsistencia de las familias.

“Cuando caminas por allí siempre te sonríen, son curiosos, quieren conocerte, te bailan y te invitan a que les cuentes cosas. Es una comunidad muy generosa”, asegura el bombero.

En vísperas de la Navidad, Pascual ya coordinaba la logística de una nueva expedición: repartir nyama y Sadza, los platos tradicionales, a más de 1.000 personas en Chinotimba y Mkhosana, además de visitar el Hogar de los Mayores para felicitar a Miss Maphosa, la mujer más longeva de la zona.

“Lo primero es trabajar en la reconstrucción de las viviendas, pero vamos a llevar a cabo iniciativas muy diversas gracias al potencial humano tan variado que va a participar. Va a ser sin duda una experiencia vital para todos nosotros”, indica Pascual.

El trabajo de Óscar Pascual une lo inmediato con lo duradero: “Lo importante no es cuánto ayudes, sino cómo haces sentir a quienes reciben tu ayuda. En todos lados, pequeños gestos de solidaridad cambian vidas”.