Albaricoque: propiedades, beneficios y contraindicaciones

Estas frutas encierran múltiples nutrientes que protegen la salud, pero también algunas contraindicaciones a tener en cuenta

Guardar
Albaricoques. (Shutterstock)
Albaricoques. (Shutterstock)

A diferencia de lo que pueda parecer por su modesto tamaño, los albaricoques encierran múltiples nutrientes que cuidan del bienestar general. Su sabor dulce se suma a los abundantes beneficios que encierra, convirtiendo a esta fruta es una opción ideal para incluir en la dieta diaria, tal y como indican los informes de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

El albaricoque se caracteriza por su bajo aporte energético, algo que lo hace especialmente valioso para quienes buscan una dieta equilibrada o están intentando controlar su peso. Esto se debe, en gran parte, a su alto contenido en agua y a su modesto nivel de hidratos de carbono, lo que lo convierte en un alimento ideal para consumir entre horas. Gracias a estas propiedades, el albaricoque no solo hidrata y refresca, sino que también ofrece una sensación de saciedad.

Uno de los aspectos más destacados de esta fruta es su riqueza en β-carotenos, pigmentos naturales que le otorgan su característico color anaranjado. Estos compuestos, una vez ingeridos, se transforman en vitamina A dentro del organismo conforme este lo necesita. La vitamina A es fundamental para la salud ocular, ya que protege la retina y favorece la visión nocturna. Además, tiene un papel clave en el sistema inmunológico, en la regeneración celular y en el mantenimiento de una piel sana. En este sentido, incluir los albaricoques en la dieta habitual puede ser una forma natural y sabrosa de reforzar estas funciones esenciales del cuerpo.

Según la FEN, el albaricoque también aporta cantidades considerables de potasio, un mineral imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular. El potasio contribuye al equilibrio electrolítico y ayuda a mantener una presión arterial saludable, lo que lo convierte en un aliado natural en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

A su vez, contiene vitamina C, un antioxidante poderoso que protege al organismo del daño oxidativo provocado por los radicales libres. Esta vitamina, además de fortalecer el sistema inmune, favorece la absorción del hierro y participa en la síntesis de colágeno, mejorando así la elasticidad de la piel y la salud de tejidos y articulaciones.

Otro de los elementos presentes en el albaricoque, aunque en pequeñas cantidades, son los flavonoides, concretamente la quercetina, un compuesto con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y vasodilatadoras. Aunque su presencia no es abundante, su combinación con otros nutrientes convierte a esta fruta en una buena opción para quienes buscan proteger su salud cardiovascular y general a través de la dieta.

El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.

Contraindicaciones de los albaricoques

A pesar de sus múltiples beneficios, el consumo de albaricoques no está exento de advertencias. La principal precaución gira en torno a sus semillas (el hueso interior), que no deben ingerirse bajo ninguna circunstancia. Estas contienen amigdalina, una sustancia que puede liberar cianuro al ser metabolizada por el organismo y resultar tóxica en cantidades elevadas. Aunque se han utilizado en algunos remedios caseros, su consumo no está recomendado por las autoridades sanitarias.

Además, al igual que ocurre con otras frutas ricas en fibra, su consumo excesivo puede provocar efectos laxantes o molestias digestivas, especialmente en personas con intestinos sensibles o afecciones gastrointestinales previas.