La vida personal de Karla Sofía Gascón: su actual pareja musulmana, sus amenazas de muerte en México y su hija Victoria Helena

Aunque se ha ido con las manos vacías del Teatro Dolby, Karla Sofía Gascón (52 años) ha cumplido su sueño de acudir a la gala de los Oscars. Nominada a Mejor Actriz por su papel en Emilia Pérez, la de Alcobendas vio como toda su reputación caía al más profundo de los infiernos hace varias semanas, cuando se publicaron unos polémicos tweets de la intérprete contra ciertos colectivos vulnerables e islamófobos.

Aunque Penélope Cruz acudió a la ceremonia para entregar uno de los premios, la nacionalidad española estaba representada este 2025 por Gascón. Pese a sus disculpas, el eco de sus palabras ha tenido repercusiones severas en su trayectoria. Aun así, su historia personal es una de amor inquebrantable, de superación y de un profundo sentido de identidad.

Durante más de tres décadas, Karla Sofía ha compartido su vida con Marisa Gutiérrez, su todavía esposa y compañera a pesar de los desafíos. Y es que, la intérprete reveló tras sus polémicas publicaciones que ambas han decidido separar sus caminos y actualmente está saliendo desde hace un año con una mujer parisina que practica el islam y se dedica a la moda.

No obstante, su historia con Gutiérrez es digna de película. Ambas se conocieron en una discoteca de Madrid cuando eran apenas unas adolescentes, y desde entonces construyeron una bonita relación que resistió el paso del tiempo y las transformaciones personales de la actriz. En 2004, sellaron su amor en matrimonio y, a pesar de los desafíos, su vínculo sobrevivió muchos de los dramas de la actriz.

Marisa no solo fue testigo del proceso de transición de Karla Sofía, sino que también fue su principal apoyo. En diversas entrevistas, la actriz ha reconocido que su esposa ha sido un pilar fundamental en su vida, acompañándola en momentos de duda, dificultad y cambio. “Ha pasado de todo conmigo y siempre, al final, el amor que me tiene ha podido más que todas las putadas que le he hecho y que sigo haciendo”, confesaba en el pódcast de Vicky Martín Berrocal.

En 2009, Karla Sofía decidió trasladarse a México para impulsar su carrera artística. En el país azteca, logró el reconocimiento del público con su participación en Nosotros los Nobles, una de las películas más taquilleras del cine mexicano. Sin embargo, su estancia en el extranjero también trajo consigo una crisis matrimonial. Durante su tiempo en México, inició una relación con una senadora, lo que llevó a una ruptura temporal con Marisa. A pesar de la distancia y las diferencias, Karla regresó a España, donde fue recibida con el perdón y el amor de su esposa.

En 2011, la pareja celebró la llegada de su hija, Victoria Helena, un acontecimiento que reafirmó su compromiso familiar. A día de hoy, la relación entre madre e hija es sólida, y Karla ha hablado con orgullo de la aceptación y el amor incondicional que recibe de la joven. “Me adora, al igual que yo a ella. Yo soy su padre, también su madre, pero soy su amiga”, compartió en una entrevista.

A pesar de que desde su infancia Karla Sofía se sintió mujer, no fue hasta 2016 cuando decidió comenzar su transición de manera pública. En su libro autobiográfico, Karsia: Una historia extraordinaria, la actriz narra su proceso de autodescubrimiento y los desafíos psicológicos y sociales que enfrentó a lo largo de su vida.

El apoyo de Marisa y Victoria Helena fue crucial en este proceso. Karla ha expresado en diversas ocasiones su gratitud hacia su familia por haberla acompañado en una etapa tan significativa. “Mi mujer siempre ha sabido con quién se casó, pero se quedó de piedra al verme mujer”, reconoció la madrileña en una entrevista a El Mundo. Sin embargo, su transición no estuvo exenta de dificultades. En México, llegó a recibir amenazas de muerte debido a su identidad de género, una experiencia que, lejos de quebrantar su espíritu, la fortaleció en su compromiso con la defensa de los derechos de la comunidad trans.

“A mí me han dicho de todo y más. En México hasta me amenazaron con descuartizarme y meterme en una bolsa de basura. Sin embargo, hay que cambiar las cosas y quizá, mi responsabilidad está ahí: en defender que las personas somos personas y podemos hacer lo que nos dé la gana", revelaba a El País. Ahora, la ganadora al premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes enfrenta una crisis de imagen difícil de superar; pero que, su vuelta a Hollywood por la puerta de atrás de los premios Oscars, refleja su intención por luchar por su regreso gradual al séptimo arte.