Uno de los mejores momentos de los viajes es cuando se sube a la habitación de hotel reservada para las vacaciones: los grandes ventanales, las camas impolutas, los suelos de madera resplandecientes y los aromas frescos y agradables de toda la habitación invaden todos los sentidos en la primera visita. Así, los días en los que los huéspedes se alojan disfrutan de unos matices ligeramente superiores a los que están acostumbrados en casa.
De esta manera, en un esfuerzo por imitar esta experiencia, algunos trucos que emplean los trabajadores de la limpieza se han viralizado en redes sociales. Entre estos métodos destaca el procedimiento infalible para mantener unos baños impecables con aromas frescos y agradables. Y es que, los hoteles han adoptado unos pasos sencillos y económicos que merece la pena aplicar en el hogar por su sencillez.
Cómo obtener un ambiente fresco en el baño
El baño, por naturaleza, es propenso a malos olores debido a la humedad, la mala ventilación, y la acumulación de residuos en las tuberías. Estos factores, junto con la presencia de moho y restos de jabón, crean un ambiente propenso para olores desagradables. Además, la gestión inadecuada de residuos, como dejar bolsas de basura por largos periodos, contribuye a la proliferación de bacterias y malos olores.
De este modo, uno de los trucos del sector hotelero para mantener un baño perfumado consiste en aplicar unas gotas de aceite esencial en el rollo de papel higiénico, según ha informado el Istituto Nervi. Así, a medida que se utiliza, el movimiento libera una fragancia sutil que perfuma el ambiente. Alternativamente, se pueden colocar unas gotas de aceite en un algodón o esponja en un rincón del baño, logrando un efecto similar. Esta solución no requiere una gran inversión y proporciona un aroma natural y placentero a la mano de todos los usuarios.
Además de esta estrategia aromática para mantener un olor agradable en el baño, existen otros métodos como la ventilación adecuada y el control de la humedad. Para combatir estos fenómenos, que pueden deteriorar los materiales del baño, se puede usar un deshumidificador o abrir una ventana durante unos minutos al día. Asimismo, puede ser beneficioso utilizar sales deshumidificadoras en lugares especialmente húmedos, pues pueden absorber el exceso de vapor.
De igual modo, la limpieza regular y profunda de superficies y tuberías es esencial para prevenir la acumulación de bacterias y moho. Por lo que los productos naturales como el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio son efectivos para limpiar y desodorizar sin recurrir a químicos agresivos.
Debido a que las fragancias artificiales pueden resultar pesadas, las bolsas perfumadas con lavanda seca o popurrí son otra opción que se puede adaptar al cuarto de baño, ya que tienen un efecto duradero y pueden colocarse fácilmente en cajones. Igualmente, las plantas y flores frescas, como el jazmín o el poto, no solo añaden un toque verde, sino que también ayudan a purificar el aire. Pero si estas dos opciones no son suficientes, siempre se puede optar por unas velas aromáticas o difusores de aceites esenciales como el té verde o la bergamota. Estos pueden aportar una sensación de frescura sin sobrecargar el ambiente.