Cuántas calorías tiene una manzana

Es una de las frutas más saludables y que más energía aporta a nuestro organismo

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Manzanas (Shutterstock)
Manzanas (Shutterstock)

La manzana es una de las frutas mas consumidas en todo el mundo y en diversas culturas gracias a su sabor y a sus múltiples beneficios nutricionales para la salud. Rojas, verdes, amarillas... sus variedades encierran distintos sabores para todos los gustos y todas ellas pueden tener un hueco en una dieta sana y equilibrada. De hecho, es el snack favorito de muchas personas deportistas, pues esta fruta sacia y brinda energía a partes iguales.

Aquellos preocupados por su ingesta calórica diaria deben saber que la manzana aporta aproximadamente 52 calorías por cada 100 gramos, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Esto representa solo un pequeño porcentaje del total diario recomendado de calorías para la mayoría de las personas, alrededor del 3%. Sin embargo, sus propiedades nutricionales van mucho más allá de su contenido calórico modesto.

Una manzana promedio, que pesa alrededor de 182 gramos, contiene aproximadamente 95 calorías, lo que la convierte en un alimento ideal para quienes buscan una opción de alimento saludable y de bajo contenido calórico. A pesar de su bajo aporte energético, las manzanas son una excelente fuente de nutrientes esenciales para la salud y el bienestar general. Este balance entre baja densidad calórica y alto valor nutricional hace que las manzanas sean un componente clave en dietas equilibradas y saludables.

Propiedades nutricionales de las manzanas

Las manzanas son ricas en fibra, con alrededor de 4,4 gramos de fibra por fruta, lo que representa una cantidad significativa en comparación con otros alimentos. La fibra dietética presente en las manzanas se compone tanto de fibra soluble como insoluble. La fibra soluble, que incluye la pectina, se disuelve en agua y forma un gel que ayuda a reducir los niveles de colesterol y estabilizar los niveles de azúcar en sangre, lo que resulta especialmente beneficioso para personas con problemas de colesterol alto o diabetes. Por otro lado, la fibra insoluble contribuye a mejorar la función intestinal al agregar volumen a las heces, previniendo así el estreñimiento y favoreciendo una digestión saludable. La presencia de esta fibra también es crucial para la microbiota intestinal, ayudando a mantener un equilibrio de bacterias beneficiosas en el intestino.

Estas frutas también son una fuente importante de antioxidantes naturales, como los flavonoides (quercetina y epicatequina) y los compuestos fenólicos, que desempeñan un papel vital en la protección del cuerpo contra el daño causado por los radicales libres. El consumo regular de antioxidantes a través de alimentos como las manzanas puede ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades como enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y trastornos neurodegenerativos.

Las manzanas son ricas en agua, aproximadamente el 86% de su peso. Este elevado contenido de agua las convierte en un alimento refrescante e hidratante, lo cual es especialmente beneficioso para mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo, especialmente durante los meses cálidos o después de realizar actividad física. El agua también ayuda a mejorar la sensación de saciedad, lo que contribuye a evitar el consumo excesivo de calorías.

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Beneficios para la salud de las manzanas

La fibra soluble e insoluble presente en las manzanas no solo ayuda a mantener la regularidad intestinal, sino que también contribuye a la salud del microbioma intestinal, proporcionando un ambiente adecuado para el crecimiento de bacterias beneficiosas que promueven la digestión y la absorción de nutrientes.

Estas frutas también son un excelente aliado para el control del peso, pues su alto contenido de fibra y agua contribuye a la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a reducir la ingesta total de calorías a lo largo del día. Además, la textura crujiente de las manzanas requiere una masticación más prolongada, lo que permite al cerebro registrar la sensación de plenitud y evitar el exceso de comida.

Los antioxidantes y la fibra presentes en las manzanas desempeñan un papel fundamental en la protección del corazón. La pectina, una fibra soluble presente en la manzana, ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (“malo”) al limitar su absorción en el intestino. Además, los polifenoles como la quercetina tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que mejoran la salud de los vasos sanguíneos y reducen el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

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