Un estudio del CSIC revela que los bisontes se pueden adaptar bien al clima mediterráneo de Andalucía

Los investigadores, que han analizado los hábitos alimenticios de una población de bisontes europeos en el monte mediterráneo, han comprobado la capacidad de estos animales para adaptarse a las condiciones bioclimáticas del lugar. Se trata de una especie en peligro de extinción

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Bisontes europeos en la finca de El Encinarejo, en Sierra de Andújar, Jaén. (Jordi Bartolomé)
Bisontes europeos en la finca de El Encinarejo, en Sierra de Andújar, Jaén. (Jordi Bartolomé)

Un estudio publicado en la revista Biodiversity and Conservation, con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha revelado que el bisonte, una especie amenazada, puede adaptarse bien al clima mediterráneo de Andalucía. Así lo han podido comprobar los investigadores al analizar por primera vez la dieta de una población de bisontes europeos en el monte mediterráneo.

Según informa el CSIC en un comunicado, el estudio se ha llevado a cabo en la finca El Encinarejo que, ubicada en la Sierra de Andújar (Jaén) y con una extensión de 1.000 hectáreas, se caracteriza por un hábitat típico de monte mediterráneo con predominio del encinar adehesado y la presencia abundante de arbustos como el lentisco, el espliego y el romero. A finales de 2020 se introdujeron en esta finca 18 bisontes, que conviven con otros ungulados herbívoros, unos 400 ciervos y 200 gamos, y para conocer cómo utilizan los recursos tróficos estas especies, añade el CSIC, “se recolectaron muestras fecales estacionalmente durante el 2021, utilizando la técnica de análisis microhistológico para determinar el porcentaje de fragmentos epidérmicos de los principales grupos funcionales (plantas leñosas, gramíneas, leguminosas y forbias) en cada muestra”.

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La principal conclusión que se extrae de este trabajo es “la existencia de una distribución de recursos tróficos entre las tres especies de herbívoros cuando conviven en el mismo hábitat, lo que parece evidenciar su capacidad de convivir juntos, y, por otro lado, la capacidad del bisonte a adaptarse a las condiciones bioclimáticas del monte mediterráneo”, explica Jorge Cassinello, investigador del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) y coautor del estudio.

Se trata, además, del primer estudio que “evidencia el consumo de lentisco (Pistacia lentiscus) por parte del bisonte europeo, y la presencia abundante en su dieta durante todas las estaciones indica que es una fuente alimenticia muy importante”, indica Jordi Bartolomé, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor principal del estudio.

Dos de los bisontes europeos introducidos en la Reserva del Bisonte Europeo de San Cebrián de Mudá, Palencia. (EFE/Brágimo)
Dos de los bisontes europeos introducidos en la Reserva del Bisonte Europeo de San Cebrián de Mudá, Palencia. (EFE/Brágimo)

Superviviente de un tiempo pasado

Bartolomé también recuerda que el bisonte europeo “es el mamífero en vida de mayor tamaño, superviviente de un tiempo pasado donde grandes manadas de herbívoros campaban a sus anchas por prados y bosques, moldeando el paisaje y promoviendo la biodiversidad”. Este bóvido estuvo al borde de la extinción a comienzos del siglo XX, y actualmente se encuentra en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por lo que está protegido en toda Europa.

Su amplia distribución geográfica durante el Holoceno a lo largo del continente europeo, así como el éxito de poblaciones introducidas en las últimas décadas en diferentes territorios europeos han revelado la capacidad y plasticidad de la especie para adaptarse a nuevos hábitats y a un amplio rango bioclimático, explican desde el CSIC.

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“La creación de nuevos núcleos reproductores en condiciones de semi-libertad se ha convertido en una estrategia para garantizar la supervivencia de la especie, lo que a su vez permite aplicar su potencial para restaurar y mejorar la biodiversidad de estas áreas”, concluye Cassinello.