El éxito de las Farelo: así es Mushkaa, la hermana ‘diabla’ de Bad Gyal que también triunfa en la música

Estic creixent todavía, vull fer els passos de l’Alba (estoy creciendo todavía, quiero seguir los pasos de Alba), cantaba Mushkaa en Bona vida. Irma Farelo (Vilassar de Mar, 2004) no ha tenido que buscar exasperadamente a sus ídolos musicales, pues ya tenía uno dentro de casa: su hermana mayor, conocida popularmente como Bad Gyal, un bastión de la comunidad LGTBIQ+ y del dancehall, una artista adelantada a la ‘fiebre’ del género urbano que se ha definido por la escasa atención que le ha dedicado a la opinión ajena y por la convicción de lo que hacía en el estudio.

Este fin de semana, Alba e Irma se han demostrado todos los sinónimos del amor y el respeto al cantar SexeSexy, su única canción juntas hasta la fecha, en el escenario. La primera interpretación en directo se produjo en la sala Shoko de Madrid, en el concierto de Mushkaa comprendido en el festival Sound Isidro de la capital. La segunda, este sábado en el primer sold out de Bad Gyal en el WiZink Center de Madrid (el segundo será este domingo, una doble fecha comprendida en su La Joia Tour). También estuvo Greta, gemela de Irma que participa en los coros y en algunas de sus canciones. Las tres hermanas Farelo protagonizaron una de las imágenes más enternecedoras de la semana. Como Elena, Teresa y Ana, son Las Tres Mellizas de la música catalana. Farelistas, formación.

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El éxito de Mushkaa va más allá de su apellido y de su conexión con uno de los perfiles más reivindicativos de la música de la industria. Bad Gyal rompió los moldes con su lenguaje fresco y su predilección por un género que había sido liderado por el hombre. Con sus uñas, sus pelucas rubias y sus tacones de stripper, Alba se erigió como una artista auténtica capaz de influenciar a sus coyunturales. El universo sonoro dominicano y jamaicano fue su forte. Mientras Bad Gyal triunfó con el dancehall, Mushkaa busca su hueco a través del rap clásico que entronca con un slang catalán centennial.

Mushkaa es, ante todo, buena rapera. La joven de 20 años participó en Maleducats, un festival que tuvo lugar en 2022 en Terrassa dedicado única y exclusivamente al género urbano (y en el que actuaron perfiles como Bizarrap, Duki, Taichu, Lildami o Emilia). Otra de las claves de su éxito es la combinación de sus idiomas vehiculares, catalán y castellano, en sus canciones, un universo lingüístico en el que resplandece su capacidad natural para incorporar los términos coloquiales que triunfan entre las nuevas generaciones. Tus padres no entenderán nada de lo que dice, pero no importa.

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Su música es un compendio sonoro que varía entre lo comercial y la barra más pegá de España. Adictivas, frescas y divertidas. La música de Irma (con su hermana Greta a su vera) es un mensaje veloz de Instagram, un tuit descarnado, un viaje por las emociones de una joven que rompe con la norma. Es una Diabla y tiene el desparpajo de la herencia Farelo. Eso sí, su narrativa no puede estar más alejada de la de su hermana. Alba bebió de la herencia caribeña y ella mira al pasado para revertir un género que eleva a la zeta. Su estética es sencilla y su lenguaje complejo (además de una pesadilla asegurada para cualquier burócrata de la Real Academia Española), una antítesis de Bad Gyal, que complica más el look que la información que brinda con sus letras. Mushkaa comparte más pese a tener menos en su currículum artístico, mientras que Alba crea un personaje liberador con el que mantener su privacidad.

Tras varios años sacando adelante proyectos y canciones diversas, la carrera de Mushkaa comienza a despuntar. Su colaboración con Bad Gyal y su aparición en el WiZink para cantar con ella SexeSexy (un enclave que albergó a 17.000 personas el sábado) son sólo dos anécdotas que explican el trabajo previo de la joven artista. A finales de marzo lanzó su primer álbum, SexySensible, una presentación con la que ha arrancado una gira que la llevará a actuar en uno de los festivales más prestigiosos del mundo, el Primavera Sound de Barcelona.

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Los inicios de Irma Farelo en la música se dan a raíz de su EP Tas Loko Mixtape (2023), un proyecto que la situó en la escena catalana como un perfil capaz de trasladar la idiosincrasia juvenil de TikTok a la música urbana, incluyendo alguno de sus temas más laureados, como Barras Warras o Sembla Mentida. Mushkaa habla de likes fallidos y de ligoteos supremos, de cómo conseguir que el crush vea tu story o que te mande un fueguito, ya que se pone. En las canciones de Mushkaa, además, siempre hay un ella. “En mi generación, el homófobo es el tonto del grupo”, dijo a El Periódico.

Alba e Irma son hijas de Eduard Farelo, actor catalán de cine, teatro y doblaje, y de Eva Solé i Alamarja. Además ellas dos y Greta, las tres ubicadas en la música, están Paula y Bruno, dos perfiles más desconocidos (hasta la fecha).

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Con una sala Shoko que vendió todas las entradas para su puesta de largo en Madrid (ya estuvo hace unos meses actuando junto a Julieta, con quien colabora en No m’estima +), Mushkaa no titubeó a la hora de hablar todo el rato en catalán. La joven canta y se expresa en su lengua materna, pero ha recibido críticas después de que una entrevista suya de hace un año se haya viralizado, una pandemia que azota a cualquiera que consiga notoriedad pública. La hemeroteca está más viva que nunca.

Hablando para el pódcast de Ràdio Hangar en marzo de 2023, Mushkaa dijo que le “encanta el catalán, pero hay gente que lo habla de una manera tan agresiva que hace que quien lo podría hablar con normalidad se sienta rechazado porque le dirán charnego”. Unas declaraciones que han resurgido a raíz de un tuir de la poetisa Dolors Miquel, que publicó el vídeo de la entrevista con el siguiente mensaje: “Mushka tirando mierda sobre los catalanes. Los pueblos oprimidos y menospreciados, como el catalán, a menudo se comportan como las mujeres maltratadas o violadas, se autoinculpan, alabando a sus violadores”.

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Tiempo después, Miquel se ha querido desvincular de su crítica, alegando que no se trataba de un ataque directo hacia Irma Farelo, más bien una reflexión sobre “por qué una chica joven piensa esto y actúa así”, afirmó. El renacimiento del vídeo ha traído consigo un debate sobre la lengua. Su padre Eduard ha intervenido para defender a su hija, pues “son las declaraciones de una joven cantante, no las de un profesor ni de un alto cargo institucional”. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha declarado recientemente en una entrevista con Diari ARA que “Mushkaa y Alizzz hacen más por la cultura catalana que algunos talibanes de la lengua”.