
En una entrevista con la revista Esquire, Denzel Washington compartió detalles sobre su lucha con el consumo de drogas y alcohol, revelando que todo comenzó con el vino. Recordó que cuando su familia instaló una bodega en su casa, no podía evitar consumir varias botellas.
“El vino es complicado. Es un proceso lento, no es algo que te atrape de inmediato. Aprendí a beber lo mejor. Así que me aseguraba de tomar los vinos del ‘61 y del ‘82, o lo que tuviéramos. El vino era mi debilidad, y eventualmente empezaba a abrir botellas de 4 mil dólares, solo porque era lo que quedaba. Y luego, en esos años, llamaba a Gil Turner’s Fine Wines & Spirits en Sunset Boulevard y le decía: ‘Envíame dos botellas, lo mejor de esto o aquello’”, compartió.
Asimismo, recordó que cuando su esposa Pauletta, con la que lleva más de 40 años casado, le preguntó la razón por la cual seguía pidiendo dos botellas, el actor simplemente le respondió: “Porque si pido más, beberé más. Así que lo limité a dos botellas y las bebí ambas a lo largo del día”.

Por otra parte, la estrella de la cinta Gladiador II explicó que, a pesar de haber consumido heroína, cocaína y alcohol, siempre mantuvo el control, lo que le permitió dejar todo atrás con facilidad.
“Nunca me enganché con la heroína, ni con la cocaína, ni con las drogas duras. Me inyectaba, como muchos, pero nunca me enganché. Y lo mismo pasó con el alcohol. Tenía esta idea idealizada sobre las catas de vino y todo eso, que era lo que hacía al principio. Era algo muy sutil, quiero decir, bebía lo mejor”, compartió el actor.
Washington también aclaró que, durante los rodajes, siempre mantuvo una disciplina estricta: “Nunca bebí mientras trabajaba o me preparaba. Limpiaba, volvía al trabajo, podía hacer ambas cosas. No importa cuántos meses de rodaje haya pasado, ¡bang!, es hora de irse. Luego, ¡boom! Tres meses de vino, y luego hora de volver al trabajo”, reveló.

El actor compartió que “no estaba bebiendo cuando filmamos Flight “, el drama de 2012 en el que interpretó a un piloto de aerolínea alcohólico, pero, aseguró que sí tuvo algunas experiencias de resaca gracias a su gusto por la bebida: “Estoy seguro de que lo hice tan pronto como terminé. Eso fue llegando al final de la bebida, pero sabía mucho sobre despertar y mirar a mi alrededor, sin saber qué sucedió”, dijo.
A pesar de que no tuvo problemas serios con las drogas o el alcohol, el protagonista de Duelo de Titanes reflexionó que con estas acciones le hizo daño a su cuerpo, así que ahora que cumplirá 70 años el próximo 28 de diciembre, su meta es concentrarse en sí mismo y lograr todos los objetivos que alguna vez se puso.
“He causado mucho daño al cuerpo. Ya veremos. He estado limpio. Ahora se me están abriendo las puertas, como si tuviera setenta años. Es real y está bien. Este es el último capítulo ¿Qué quiero hacer? Mi madre llegó a los noventa y siete. Estoy haciendo lo mejor que puedo”, señaló.
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