Los inversores se mueven con cautela entre los controles y la falta de definiciones políticas

Las acciones volvieron a caer mientras el Gobierno sigue desplegando todo su arsenal de restricciones para mantener la calma del dólar

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Foto de archivo: un operador
Foto de archivo: un operador trabaja en el recinto de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. REUTERS/Marcos Brindicci (ARGENTINA)

Hay señales preocupantes. Las acciones cayeron por segunda rueda consecutiva. No se produjo “el rebote del gato muerto” y temen que la toma de ganancias se haya transformado en tendencia. Hay aversión al riesgo y además se siente la presión oficial sobre los agentes de Bolsa, mesas de dinero y empresas.

Todo vale para mantener al dólar calmo. En la plaza libre, el “blue” bajó $50 a $920 (aunque sobre el final pedían $930). En el Senebi, donde las negociaciones son libres y bilaterales, solo $10 separan al dólar MEP del contado con liquidación (CCL). La brecha entre ambos dólares es de apenas 1,10%, un costo irrisorio para fugar dólares. Pero ningún agente de Bolsa se anima a hacer esa operación. Ambos subieron $5. El MEP cerró a $860 y el CCL a $865.

En la plaza de contado inmediato, donde interviene el Banco Central, el MEP bajó $6,9 (-0,8%) a $852,85 y el CCL aumentó $11,77 (+1,4%) a $864,84.

“Nunca vivimos tanta asfixia”, señaló un operador. No son solo los llamados por teléfono sino el despliegue de fuerzas de seguridad, inspectores de la AFIP y de Aduanas.

El Gobierno no queda exento de costos. La escasez de nafta le complicó la gestión más de lo esperado porque dio evidencias de cómo puede ser la futura gestión si ganan la segunda vuelta. Los controles pueden ser una de las herramientas centrales del plan económico.

El presente empeora cuando no se puede ver el futuro. Por eso, la Bolsa pagó la incertidumbre con otra ronda de fuertes bajas. Los negocios alcanzaron a $16.606 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes cedió 2,11% en pesos y 3,5% en dólares. En una semana el promedio de las líderes bajó 12% en dólares al tipo de cambio del CCL.

Los bonos estuvieron equilibrados y el riesgo país cayó solo 6 unidades a 2.577 puntos básicos.

Las restricciones en el comercio exterior siguen inflexibles. Los importadores hace dos semanas que no ven un dólar. Por eso, en la rueda de ayer el Banco Central pudo alzarse con USD 136 millones, que resultaron insignificantes ante el desmoronamiento de las reservas en USD 2.751 millones a 21.861 millones tras el pago al FMI de USD 2.700 millones. El lunes tendrá que entregarle otros USD 800 millones. Las reservas de libre disponibilidad quedarán negativas en USD 11.500 millones y las brutas quedarán alrededor de USD 21.000 millones.

Según el informe de la consultora F2 de Andrés Reschini, para recuperar el tipo de cambio que rigió hasta el 14 de agosto debería devaluarse 37% “de manera que alguna novedad deberemos tener después de las elecciones”.

Sobre los mercados futuro destaca que “sigue la volatilidad y luego de dos ruedas con subas, salvo noviembre 2023, el resto terminó en baja. Noviembre finalizó con 3.600 millones de interés abierto (contratos sin cerrar), una muestra del interés del mercado por cubrir la posición en la que se terminaría el tipo de cambio fijo de $350. El short del Banco Central podría haber cerrado en aproximadamente 3.500 millones, con lo cual le quedaría 56% del cupo que le otorga el FMI para intervenir en el mercado de futuros, aunque vimos que ante un escenario de estrés puede durar solo unas ruedas por lo que el nivel de nerviosismo será fundamental en cuanto a la eficacia de la eventual intervención”.

La cautela de los inversores es elevada. Hay dudas que no desaparecerán hasta las elecciones. Lo que hace más duro a noviembre, es que concentrará los aumentos autorizados del Gobierno a prepagas, colegios, alimentos, agua, luz, gas, transporte y peajes entre otros.

No hay activos para invertir. Las acciones no dan certezas, como tampoco lo brindan los bonos en pesos y en dólares del Tesoro. La dolarización desapareció hasta las elecciones porque es el tiempo que estiman que durarán los controles.

El que se cubrió con CCL a $1.200 perdió $450 por dólar. Los futuros también bajaron y los títulos dollar linked siguieron el mismo camino, salvo para el largo plazo. “La lluvia se transformó en tormenta y destrozó todos los paraguas”, reflexionó un operador.