Fraude con celulares: la Aduana detectó irregularidades en la importación de equipos

El organismo que conduce Guillermo Michel detuvo el ingreso de estos productos que venían al país por el servicio de Courier del Aeropuerto Internacional de Ezeiza

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La Aduana incautó cargadores para celulares
La Aduana incautó cargadores para celulares

La Aduana detectó irregularidades en importación de cargadores para celulares a través del servicio Courier. Según informó el organismo que conduce Guillermo Michel, “querían importar 2.891 cargadores de primeras marcas, pero declararon 1.157 unidades de marcas alternativas”.

“Durante un control habitual de rutina la Aduana logró detectar irregularidades en una importación a través del servicio de Courier del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, al descubrir que se pretendía ingresar mercadería de primeras marcas que no coincidían con las presentadas en la declaración jurada de importación”, detalló el organismo.

Al respecto, precisó que “se habían declarado un total de 1.157 cargadores y cables para teléfonos celulares y notebooks de marcas alternativas con un valor en aduanas de USD 11.561, cuando en realidad se trataban de 2.891 unidades de primeras marcas por un valor en aduanas aproximado de $ 8.255.308, según TC 132,20 conforme el despacho de importación”.

Además, afirmó que “se trataba de mercadería de importación prohibida por no cumplir con la certificación de seguridad eléctrica conforme la Res. 169/18 de la Secretaría de Comercio”.

Por esta razón, “la Aduana procederá con la aplicación de las acciones infraccionales y penales pertinentes referidas al fraude marcario”.

Barbijos y placas

Cabe recordar que días atrás la Aduana detectó una maniobra presuntamente irregular de cuatro empresas por sobrefacturación de importaciones por unos cuatro millones de dólares con barbijos.

El organismo denunció ante la Justicia en lo Penal Económico la “operatoria irregular que alcanza a 4 empresas que mantenían vínculos societarios y comerciales, compartían domicilios, el proveedor de las mercaderías en China y despachante de aduanas”.

Fuentes oficiales indicaron a Infobae que “para el caso de los barbijos, utilizaron el decreto N° 333/2020 (dictado en el marco de la emergencia sanitaria COVID-19) para no pagar derechos de importación y así hacer más rentable la maniobra irregular”.

Además, indicaron que “esta operación irregular conocida como ‘rulo de importaciones’, consistente en declarar el ingreso al país de mercadería a valores sensiblemente superiores a los reales, con el propósito de acceder ilícitamente a una mayor cantidad de dólares a precio oficial, para luego ser transferidos al exterior y, finalmente, convertirlos al valor del dólar financiero”.

Guillermo Michel, titular de la Aduana
Guillermo Michel, titular de la Aduana

A partir de las investigaciones, la Aduana consideró que “por antecedentes de operaciones recientes se estima que el valor real de la mercadería importada ascendería a USD 563.000, mientras que el valor declarado en las operaciones investigadas fue de USD 4.120.000, es decir una sobrefacturación total estimada de un 730%”.

Por otra parte, la Aduana, guardián de los dólares del Gobierno, detectó un cargamento de 200 falsas placas de video para minar Bitcoins que llegaron al depósito fiscal de Tierra del Fuego para desarrollar presuntas maniobras fraudulentas a través del giro indebido de divisas al exterior.

Fuentes oficiales indicaron a Infobae que el organismo ya efectuó la denuncia en la justicia, que a su vez pidió información en Estados Unidos para completar su investigación ya que intervinieron sociedades del estado de Delaware.

La intención era que fueran “liberadas a plaza, esta vez facturada a una firma con asiento en esa localidad dedicada a la venta de materiales eléctricos e iluminación”, aprovechando el régimen impositivo de esa provincia.

A su vez, la firma importadora “simuló operaciones con una firma con aparente vinculación y radicada en Estados Unidos a fines de introducir ‘basura tecnológica’ al Área Aduanera Especial, simulando que se trataba de material informático, cuando en realidad se trataba de simples cajas vacías”.

Se trata de “una maniobra idéntica a la denunciada hace unos días atrás, en esa ocasión por un valor de casi U$S 1.500.000, muy superior al valor de lo que realmente se importó, que rondaba los U$S 30.000″.

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